𝟮𝟵

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Todo se había salido de control.

Jay caminaba de un lado para otro, tirándose de sus cabellos, con el corazón en la boca y las lágrimas a flote pero éstas no caían pues su desesperación era mayor.

— Hombre, cálmate.

— ¿Calmarme?

Rió con amargura, el pecho le dolía y el miedo lo carcome.

— ¡¿Cómo dices que me calme si Jungwon y Sunoo fueron secuestrados?! ¡Estoy preocupado! Y tú sólo te sientas ahí.

El otro hombre que estaba sentado en el mueble de cuero frunce el ceño ante tal acusación.

— ¿Dices que no me importa? ¡Claro que estoy muerto del miedo como tú idiota! Pero debemos mantener la calma y no perder la cabeza ¿Quieres? Los oficiales ya iniciaron la búsqueda — musitó lo más sereno posible porque al igual que el pelinegro, la seguridad del pelirrosa le preocupaba.

— A la mierda los policías, ya han pasado más de veinte horas ¡No hay nada!

— Es increíble que diga esto a alguien más que no sea yo pero ¡Joder tienes que calmarte!

La ansiedad que Jay sentía en su corazón no se comparaba a nada que antes haya sentido, era como ahogarse sin agua, como caerse a un precipicio pero infinito y como perderse en un bosque con los árboles tan altos que todo parecía igual.

Estaba entrando en pánico.

— Ellos tienen a Jungwon — la frente le sudaba y su cuerpo parecía robotizado — mierda, mierda, mierda, ¡MIERDA! — juraría que se había arrancado varios mechones de cabello en donde no sintió dolor alguno — Es mi culpa. ¡Mi jodida culpa! Si algo le pasa será mi culpa.

A punto de decir otras cosas sin sentido y culparse de la situación en la que se encontraban, una palma impactó contra su mejilla.

— Te dije, mantén la calma.

Apretó sus nudillos queriendo devolverle un buen puñetazo al peliblanco que por obras del diablo o el qué sabe, tenía un impactante parecido a él y si no fuera por los distintos padres que poseían, podrían ser hermanos gemelos pero infortunadamente era su primo en su lugar pues compartían a la misma abuela.

Lejos de eso, ningún otro lazo.

La puerta se abrió dejando paso a un pequeño peligris que venía con los ojos bañados en lágrimas a los brazos de su primo por una explicación y detrás un rubio que vino a dar apoyo y consuelo a sus amigos en cuanto se enteraron de la terrible noticia.

"Una banda narcotraficante rusa secuestro a Jungwon y Sunoo, hasta ahora, el paradero de ambos es desconocido"

Los involucrados eran anónimos por el momento, desconociendo identidades y total, la policía todavía trabajaba en el caso y si ellos no lograban hacer algo en las cuatro horas restantes; el FBI debía entrar en acción.

— ¿Ya saben algo de ellos? — quería responderle que sí para calmarlo pero su rostro habló por él.

Riki llevó las manos a su boca negando efusivamente mientras sollozaba.

— ¿J-Jungwon y S-Sunoo están...?

— ¿Están mu-muertos?

— ¡Por dios, no Riki! No digas algo así.

— Siguen perdidos pequeño Park — habló SungHoon al peligris que tenía varias imágenes atroces en mente que podrían ser dignas de una película de terror sangrienta. No quería nada de eso para sus amigos y de sólo pensarlo las ganas de llorar incrementaban — aún no conocemos su paradero pero pronto lo sabremos.

𝘾𝙐𝙋𝙄𝘿𝙊 𝙎𝙏𝘼𝙇𝙆𝙀𝙍 // 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora