Nunca había sido muy tolerante con los aparatos electrónicos, solo me interesaban los justos y necesarios, así que pensar en que en ese pequeño dispositivo estaba el trabajo de varios días, además de probablemente mi única ficha clave para llegar hasta Kai, me abrumó como si fuese un anciano que en su vida había visto un móvil. Le di mil vueltas entre mis dedos mientras caminaba, con la lista mental en bucle y aún pensando que me dejaba algo atrás, a pesar de que Kou me había enseñado todo su contenido varias veces antes de entregármelo definitivamente.
Las tardes veraniegas para los humanos parecían un bálsamo, después de las intensas horas de sol y calor recibir esos últimos rayos suaves y esa suave brisa relajaban de golpe, aunque a mí en esos momentos no había nada capaz de quitarme la histeria de encima. El parque tenía bastante actividad: gente en solitario o en parejas corriendo por los senderos, ciclistas esquivando las palomas que decidían posarse en sus carriles, allá a lo lejos se oían pequeños grupos de niños jugando en los columpios... Y luego, por fin, la encontré a ella.
Gracias a Kou había conseguido hablar con Logan sin acabar descuartizado en el intento, y tras escuchar mi idea y mis promesas su corazón pareció ablandarse un poco. Todavía no muy convencido, aunque el rubio ya me había advertido de que nadie, evidentemente, me perdonaría sin más, me supo decir que, al día siguiente, Kai iba a verse con Tomoko en aquel mismo parque para pasear e irse a desayunar juntas, mientras los humanos cenaban ellas irían a por su primera comida.
Allí estaba pues, respirando hondo para no vomitar de los nervios en cuanto me acercase.
Llevaba sus ondeantes mechones azules recogidos en media cola, una camisa de botones larga y negra con flores rojas, leggings negros de corte por la rodilla y sus habituales zapatillas blancas, las que siempre se ponía cuando sabía que iba a caminar bastante, hasta me dio nostalgia vérselas y eso que nunca las había llevado en las contadas ocasiones que habíamos salido juntos. Tenía una pierna sobre otra, apoyando así el libro en el que estaba completamente absorta, y tardé varios segundos en fijarme en sus ojos, delineados con una fina línea negra sobre el párpado y con un pequeño pico que se alineaba a la perfección con las puntas de sus cejas, a medio arrugar por la concentración.
Lo admití para mis adentros... Pero estaba tan preciosa como el día en que se había marchado, y mucho más ahora que estaba tranquila sin mi toxicidad amargándole el día.
El viento me traicionó. A mi espalda, sopló con algo más de fuerza y llevó mi aroma directamente hacia ella, que de inmediato arrugó la nariz y levantó la cabeza para buscarme, envenenando al instante su gesto antes de cerrar el libro, guardarlo de mala gana en su pequeña mochila y levantarse para alejarse a zancadas de mi posición. Eso fue el impulso que necesitaba, eché a correr y, en cuanto hice el amago de agarrarla del brazo para detenerla, lo intuyó y me dio un manotazo para que no la tocase.
- Ni te atrevas- fueron las primeras palabras que oía de su parte en más de una semana.
- Solo dame un minuto, por favor.
- ¿Qué coño quieres? Ya no puedes retractarte de nada de lo que dijiste, Reiji, un minuto no te basta para...
- Solo necesito uno para hablarte ahora respetando tu espacio, pero espero que 35 minutos y 31 segundos sean suficientes para expresarme debidamente sin trabarme.
- No vas a salir de tu línea de perfeccionista ni para algo como esto, ¿eh?- resopló con una sonrisa incrédula-. ¿Qué crees que vas a ganar acosándome ahora? Te di una oportunidad cuando me dijeron que serías mi marido, pensé que tal vez podríamos hasta llevarnos bien a pesar de las circunstancias, pero tú no hiciste más que cagarla una y otra vez, cuando creí que habíamos puesto un ladrillo juntos tú enseguida lo hacías polvo con tu actitud, me dejaste bien claro en tres ocasiones que a ti no hay forma de acercarse.
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A cuentagotas (Diabolik Lovers)
FanfictionLa realeza y la nobleza, sobre todo entre los vampiros, siguen realizando un sórdido acto en pleno siglo XXI: los matrimonios concertados o por conveniencia. Gracias a unos meticulosos análisis genéticos, resulta que Shimizu Kai es la candidata perf...