Mi mente estaba en blanco y mi expresión vacía, ¿Él que creía que sentiría?, ¿Odio por estar con alguien más?, no habia nada que explicar ya no había nada que hacer, apenas lo conozco y la impresión que me da es bastante mala, Matt me miró y yo a el.
-¿Lo conoces?.
-Es famoso como no conocerlo- levanté una botella de cerveza de la mesa- Ya casi acabo- miré el reloj de mi teléfono, eran tres treinta, ya que mañana no trabajaba podía dormir todo el santo día.
Mi turno terminó a las cinco, debía solo tirar la basura e irme por la puerta de atrás como fugitiva. Al salir, el callejón que estaba del lado del bar estaba oscuro, lleno de basura, -¿Como es que salubridad no clausura esto?- lo dije en el momento en el que pisé un condón, al tratar de despegarlo de mi zapato me di cuenta de que tenía una carita dibujada, quería vomitar, un condón probablemente usado, sucio y con una carita chueca y mal dibujada era repugnante. Contemplé la mala obra de arte, y con una piedra logre quitarla de mi zapato.
El viento frío pegaba fuertemente haciendo que me escondiera en mi chamarra, el clima hacía que saliera humo de mi boca, oí la puerta trasera abrirse de golpe, sacandome un pequeño susto, Matt salió por esa puerta poniéndose su chaqueta.-¿Te vas?- dijo sonriendo y asentí- ¿Te llevo?- me guiñó el ojo.
-No, creo que me esperan- Mentí
No sabía si Theo se había quedado ahí a esperar como dijo y espero que no lo haya hecho, aparte vivo a unas cuadras, no está lejos. Él solo me miró y se encogió de hombros. Para mi alivio Theo no estaba ahí, así que empecé a caminar a casa, las calles en Los Ángeles nunca estaban solas, habían varias personas ahí, creo que me inspiraban un poco de seguridad. Llegué a casa con los pies matándome, me tiré boca abajo en la cama y me perdí en el sueño, me levanté a las 4 de la tarde, tenía baba seca hasta mis pómulos, el cabello desordenado y mi maquillaje era como el de una mujer que estuvo llorando y comiendo helado, viendo películas. Desaliñada y todo bajé a desayunar, la mesa estaba ocupada por mi madre frente a su botella de ron.
-Hola mami- dije falsamente.
Ella empezó a roncar y yo empecé a reír.
Subí a mi cuarto esperando a que dieran las once o doce de la noche para poder dormir, a las cinco me llegó un mensaje de un número desconocido.
-¿Puedo verte?- decía aquel mensaje.
-¡Claro desconocido a que hora quieres sacarme los riñones!- contesté sarcásticamente solo para mi, el mensaje no lo contestaría.
-Soy Andy... Me debes una explicación al igual que yo...- llegó otro mensaje
No, yo no te debo nada.
-Lo mas seguro es que te vea en clases, si quieres me puedes decir lo que no me interesa escuchar, haré como que me importa- respondí y aventè el teléfono lejos.
Sorprendentemente me quedé dormida, oí la alarma pero la ignoré, me levanté tiempo después muy descansada, vi la hora 9:30, tenía nada para llegar a mi primera hora, rápidamente me puse lo primero que me encontré, me puse el sostén, mis tenis, un gorro ya que a mi cara se le ocurrió tener un grano y salí corriendo de ahí, con el cepillo de dientes en la boca.
Llegué exactamente diez en punto y no me dejaron entrar hasta me cerraron en la cara, pateé los casilleros, un profesor salió hecho una furia y me mandó a detención.
-¿Es enserio?- dije haciendo un ademán con las manos.
-¡Alex!- gritó Olivia en cuanto me vio entrar- ¿Qué con tu conjunto?-miró mi ropa con cara de asco.
Por conjunto ella se refería a mi pijama de estampados de batman.
-¿Qué con tu gorro?- dijo Mónica jugueteando con una pelotita.
-Es la nueva moda, sí- me senté frente a ellas.
-¿Tienes un grano verdad?- preguntó Mónica.
Asentí y nos empezamos a reír.
Después todo se quedo en silencio, Mónica jugaba con la pelotita lanzándola de arriba a abajo, Olivia se pintaba las uñas y yo golpeaba mi cabeza contra el pupitre ya que estaba aburrida.
-A Theo le gustas- dijo Mónica rompiendo el silencio.
Olivia la volteo a ver llena de emoción y sorprendida, yo me giré hacía ella y recargué mi cabeza en la parte alta del asiento.
-¿Cómo lo sabes?- pregunté.
-El me lo dijo hoy- Oli empezó a aplaudir de la emoción.
-No es mí tipo- dije.
Olivia se volteo bruscamente hacia mi.
-Tu no tienes un tipo...
De mi cara se asomo una sonrisa maliciosa.
La puerta se abrió, fije mi mirada en esa dirección, Andy apareció tras ella, con una sonrisa de lado a lado y la mirada puesta en mí, ni en mis peores pesadillas quería que alguien me viera así, con triste atuendo y me gorro cubre barros, ni siquiera él.
-¿Otra vez aquí - se sentó a mi lado- Desde que te conozco estas en detención como tres veces.
Volteó a ver a las chicas y él las saludo levantando la mano y moviéndola de lado a lado con una sonrisa, se veía realmente tierno.
-¿Puedo hablar contigo?- está vez se dirigió a mi.
Olivia volteo rápidamente hacia nosotros.
-No puedo ahora- Esta vez Olivia volteó hacia mi.
-Por favor- El tomó mis manos y Olivia... Volteo de nuevo rápidamente.
-¡Por dios santo Olivia te vas a romper el cuello!- Grité al verla voltear tanto.
-Vamos antes de que mi amiga se rompa el cuello- tomé a Andy de la chaqueta y lo saqué del salón.
Al salir del salón Andy me dio la típica platica de: Estaba ebrio no sabía que hacían, ellas no son nada mí y mi cara solo tenía la expresión de: Apenas te conozco de hace dos semanas, ni siquiera se porqué te estoy escuchando, deja de mover tanto las manos que me terminarás abofeteando, pero todo escondido tras una cara de concentración.
Hasta que término dio un gran resoplido y me abrazó susurrando a mi oído -Me gusta tu pijama, en serio me encanta- me dio un pequeño beso en la mejilla y se alejó.
❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤
A la protagonista le salen barros
Voten y comenten ❤
Estamos a muy poco de los 1000 leídos
Los amo ❤
*si tienen dudas, preguntas, sugerencias, mandeme mensaje o en los comentarios*
Bye ✋❤
ESTÁS LEYENDO
Saliendo Con Un Black [Terminada]
FanfictionAlex Hope esta cursando el ultimo grado de preparatoria... por segunda vez. Trabaja en un café-restaurante por ocho horas. No se puede decir que su vida es aburrida, pero si cambiara tras la llegada de cinco chicos extraños que entran a su cafetería...