Epilogo [Alex]

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Mi padre solía decir que si el amor no te dolía, o te fallaba si aún hací estabas siempre junto a él, si no te daba insomnio todas las noches, que si todas las canciones románticas te recordaban a ese "alguien", que eso era el amor, quedarte con alguien a pesar del dolor . Le gustaba decir que siempre estaría junto a ese alguien amado, que jamas se iría de su lado sin importar que, que podría huir a cualquier lugar del mundo a donde estuviera su "alguien especial".
Se fue de la casa con una mujer hacía Canadá y él jamás volvió.

La primera vez que te rompen el corazón, es como si te arrancaran el alma, te quitan la mejor parte de ti. Y jamás vuelves a recuperarala. Te arrancan tus valores, tu moral, te dejan al desnudo con tus emociones, y ni siquiera puedes pedir ayuda, porque sabes que nadie te puede ayudar.

Cuando dejé a Andy en esa pequeña colina, en esa horrible y ruidosa fiesta, había dejado todo lo que amé atrás. Dejé a mis amigos, deje mi casa, mi trabajo, hasta me despedí de la loca de mi madre, que lo único que hizo fue aventarme su botella de wisky vacía; toda mi vida se había quedado atrás, me sentía como un cascarón vacío, una cosa que se puede usar y luego tirar. El mundo ya me había tratado bastante mal, que tal si era mi momento de tratar mal al mundo. De dejar de preocuparme, de dejar de sentir, de dejar de estar estancada con un recuerdo que jamas fue real, que jamas fue sincero.

"—El no te ama, simplemente te lo dijo para que sigas siendo su perra."

Es la frase que me repito todos los días podría terminar tatuandomela en la frente. Todo mi valor, mi moral y mi orgullo se perdió y creí que si Andy volvía, que si tan solo llamara, todo lo que perdí volvería. Pero Andy, jamás llamó, jamás escribió, jamás me buscó, así que ya me había resignado. Así que ya había perdido mi orgullo y se había quedado en Los Angeles, todo se había quedado con él.

Volé hacia Canadá en medio de la madrugada. Eran las 3 cuando tomé el vuelo, solo había hecho dos maletas. Quería irme un mes después, estar mas tiempo con mis amigas y con Andy. Pero mis planes fracasaron, todo fracasó.

Una semana después que llegué a Canadá fui a casa de mi padre, ya no tenía dinero, mis ojos parecían una alcancía de tanto llorar; mi padre vive en unas preciosas residencias coloniales, con su nueva y perfecta esposa. Pero ellos dos no tuvieron hijos; mi padre solía decír "—Alexander es la única hija que voy a amar—" y su mujer lo entendió, debo decir que es increíble esa mujer, hasta yo hubiera dejado a mi esposa drogadicta y alcohólica por ella. Es de esa mujeres que pueden cocinarte galletas y terminar impecable, sin un rastro de suciedad, ni una mancha.
Ya había llamado a papá desde que estaba en el aeropuerto. Aunque entre mis lloriqueos no se si entendió. Pero él me recibiría. Me volvería a ver después de 10 años.

Al llegar, tardé 10 minutos en tocar la puerta, trataba de dejar de llorar, pero no podía, aún me dolía. Toqué la puerta, apenas y se oían los golpes. Pero mis llantos aún así no paraban. La esposa de mi padre me abrió la puerta, me miró consolante y me abrazó. "—Todo está bien pequeña—" me decía mientras acariciaba mi cabello. Apenas le llegaba al hombro. Mis llantos se convirtieron en lamentos. Se sentía tan bien que alguien al menos, mínimamente se preocupara por ti en los momentos mas horribles de tu vida.

—¡Jonny, Alex está aquí! — gritó llamado a mi padre.

Levanté mi cabeza y traté de sonreirle a papá, pero salió una triste mueca, para terminar mordiéndome el labio. Papá me abrazó. Dios como lo extrañaba.

—Estás un poco sucia mi querida Alex.— papá me dijo mientras me llevaba al sillón.

—Lo que dicen los padres normales después de ver a los hijos que no han visto en años es "— Dios mío que grande estás". Pero tu no, tu dices que estoy puerca.— le dije tomando un sorbo al agua que me trajo Tess. Ver a papá me era reconfortante, sentí en ese momento que lo había superado. Pero no. Mi sonrisa baja se convirtió en el llanto más profundo que pude dar. Agaché la cabeza, muriéndome de vergüenza por ser así, recargué la cabeza en la manos y seguí llorando. Papá y Tess se sentaron a mi lado y me abrazaron.

—¿Tienes hambre?— preguntó Tess muy tranquila y confiable.

Apenas y pude hablar, moví la cabeza diciendo que sí.

—Siempre te hemos guardado un cuarto mi pequeña Alexander. Si te quedas es tuyo— Papá lo dijo en tono tentador.

—No quiero causarles molestias. Solo quiero quedarme un día o dos, en lo que encuentro un trabajo y pueda pagar una renta.

—Alex, no, quedate, ve a la universidad, vive tu vaga adolecencia. Vuelve a ser feliz aquí.

Respondí que sí, sabía que no duraría en un lugar que apenas conozco, quizá moriría o me violarían, o terminara yo matándome. Papá me mandó a asearme y arreglarme para la cena, me di un largo baño caliente, pensando, ¿Qué haría después? Iré a la universidad, olvidaría a Andy, quizá visite a mis amigos, vuelva a buscar trabajo de mesera, porque para que negarlo, hice tantos años ese trabajo que estoy acostumbrada a el, pero y al terminar, ¿Qué?, ¿Qué va a ser de mi vida?

Salí de la ducha totalmente despejada me vestí con lo primero que vi en la maleta, me hice un chongo sin esperar a que el cabello se secara y me senté en el bonito tocado de caoba de la habitación, el suéter que traía puesto tenia las mangas enormes, apenas y se me veían las manos, pero eso no evitaría que me mordiera nerviosa la uña del pulgar, veía dentro de la maleta una pequeña cajita de terciopelo morada. La tomé temblororsa y la abrí. Que idiotez. Jamás había tirado el collar de Andy. Lo miré unos segundos y me lo colgué, me miré en el espejo, brillaba y resaltaba sobre toda la ropa negra que traía, pero que reverenda idiotez. Lo arranqué de mi cuello y lo lancé por la ventana. Respiré profundo tratando de soportar las pesadas lágrimas. "Por favor que alguien lo encuentre y lo venda "
Bajé las escaleras, ya tranquila. La mesa estaba preparada, papá leía el periódico, mientras Tess traía la comida,solo llegué y me senté frente a él. Y sin mirarme me preguntó sobre la universidad.

—Voy a estudiar en Windsdor— le contesté tomado un poco espaguetis que me trajo Tess— Gané una beca— hablé con la boca llena.

—Felicidades— papá levantó su copa de vino— Y que pretendes estudiar?

—Música —Contesté muy confiada.

Papá empezó a reír y casi escupe su vino.

—Eso no te dejará para comer.

—Por eso sé servir mesas— le guiñe el ojo— Pero oye... hay algo que me atormenta— lo señalé con el tenedor— ¿Por qué te cambiaste el apellido? Tú ni siquiera te apellidas Bell. Me fue muy difícil encontrarte.

—Es mi apellido— dijo Tess— Como Taco Bell— bromeó. —se sentó en la mesa dejando un bowl de ensalada y pollo— Pero no creas que lo usa por que me ama mucho— tomó la mano de papá.

—Para desaparecer.— dijo papá mientras yo lo miraba confusa.— Hay demasiados "Jonny Hope" y también demasiados "Jonny Bell". Jamás me pudieron encontrar... Es mas dificil hací, una vida nueva y dime Alex, ¿Quieres desaparecer?

«Quiero morir»—Claro, desaparezcamos.

*lo siento aquí se encimo parte de la historia*

Saliendo Con Un Black [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora