Narra narrador
A la mañana siguiente, Edward fue el primero en despertarse; entre sus brazos, aún dormido, descansaba Oswald. Plantó un suave beso en su nuca al tiempo que lo apretaba con más fuerza contra su cuerpo. Oswald se revolvió. Nygma se acercó hasta su oreja y susurró:
- Buenos días, pingüinito.
Oswald sonrió y se giró para que ambos quedaran cara a cara.
- Buenos días, preguntitas -se burló.
Edward se echó a reir ante la ocurrencia de su acompañante y lo dirigió nuevamente hacia su cuerpo con un abrazo.
- Te amo -dijo, sin dejar de reír.
- Yo también te amo -respondió Oswald, acurrucándose más.
-¿Tienes hambre? -y añadió- La verdad es que después de lo de ayer yo estoy muerto de hambre, ¿Quieres que bajemos ya?
Oswald refunfuñó apretando más la cara sobre el cuerpo de Nygma.
- ¿O prefieres que nos quedemos un ratito más así?
Oswald levantó la cabeza para mirarle y dijo:
- Un beso de buenos días, que no tengo energía para levantarme.
- Dos para mi pingüinito -resolvió Edward.
Oswald recibió aquellos besos con ternura, tras los cuales al fin tomó fuerzas para levantarse de la cama y tomar su ropa para vestirse.
Cuando ambos estuvieron listos bajaron a la cocina. Buscaron a Olga (la doncella rusa de Oswald) por todas partes, para darle el día libre y poder disfrutar así de todo el día a solas. Tras un buen rato de búsqueda ambos se miraron:
- Parece que se ha tomado el día libre por su cuenta -dijo riendo Edward.
- ¿Nos habrá escuchado anoche?- dijo Oswald tratando de disimular un ligero sonrojo.
- Puede ser, ¿Qué más da? -resolvió Nygma encogiéndose de hombros.
Sin perder más tiempo, ambos se acercaron a la cocina dispuestos a preparar el desayuno.
- ¿Tortitas? -propuso Edward.
- Claro -respondió Oswald mientras encendía la televisión y se sentaba en la mesa de la cocina.
En aquel momento aún no había comenzado la sección de noticias de la mañana y estaban transmitiendo un documental sobre los mayores éxitos musicales. En ese momento una fuerte melodía de tango, acompañada por el baile de una pareja que aparecía en pantalla, estaba siendo retrasmitida. Sin previo aviso, Edward se giró y agarró a Oswald por el brazo, levantándolo de la mesa.
- Ah no, pingüinito. Si yo cocino, tú me concedes un baile.
Ninguno de los dos sabía bailar tango; simplemente encontraron en aquella música y envueltos con el olor de las tortitas que se cocinaban sobre la plancha, un ambiente perfecto para abrazarse, aún con pasos torpes y descoordinados, por toda la cocina.
De pronto la música fue cortada de golpe por el inicio de las noticias. Ambos se quedaron pasmados ante aquella interrupción tan repentina y miraron instintivamente a la pantalla donde un señor de aspecto serio con un gran bigote y gafas sujetaba un montón de folios. Bajo éste, una gran cartelera azul anunciaba que se trataba de un comunicado de última hora.
- Sentimos queridos telespectadores esta aparición no programada -inició el presentador con voz solemne-. Pero traemos un noticia de ultimísima adquisición: El famoso asesino y psicópata, Jerome Valeska, fugitivo en busca y captura desde su escape del centro psiquiátrico de Arkham, ha sido encontrado esta mañana frente a la puerta de la comisaría de Gotham, donde los policías ya se han hecho cargo de él. Les dejamos con las imágenes.
Inmediatamente después apareció un vídeo en el que se podía ver a un furioso Jerome, envuelto en luces de colores, como si se tratara de un árbol de Navidad, con la cara pintada con vivos colores, simulando el maquillaje típico de los payasos y con el pelo cubierto por una masa viscosa de color verde. A su alrededor se agolpaban un gran número de policías que, sin ninguna coordinación, se dividían para tratar de esposar a Jerome a través de los cables de las luces, desenrollar la mismas y tratar de alejar a los periodistas que buscaban ansiosos las mejores tomas.
Oswald y Edward se lanzaron una cómplice mirada.
- En verdad creo que tu idea fue una gran humillación -alabó Oswald.
Justo en ese momento le sonó el teléfono. Era un mensaje de Jervis; los invitaba a los dos en el restaurante "Amore mio" a las 8 para festejar aquella victoria y el amor de ambas parejas.
✒✒✒
Jervis y Jonathan ya se encontraban sentados en la mesa que habían reservado cuando Edward y Oswald llegaron al restaurante, ataviados con unos hermosos y cuidados trajes (verde y morado, ambos con detalles negros). Se sentaron en las sillas vacías, una junto a la otra, y una vez acomodados se tomaron las manos por debajo del mantel.
- Bueno -comenzó Jervis- parece que todo salió bien.
- Pero... -intervino Edward-, tengo una pregunta, ¿por qué en tu mensaje nos citabas para celebrar una cita de parejas? ¿Cómo sabían que estábamos ya juntos?
Jervis miró a Jonathan que no dudó en responder:
- Era sencillo, obviando las claras intenciones que tenía Oswald..., soy psicólogo. Cualquiera que no sea un necio podía ver en tus ojos la rabia que te producía el que Jerome profesara amor por el señor Cobblepot. Esa mirada solo la pone un enamorado celoso -rió levemente antes de continuar-, era obvio que era cuestión de pocas horas que no aguantaras más para decírselo..., si es que no habías decidido anunciarlo hace ya tiempo -añadió, lanzándole una breve mirada inquisitiva de aquellas que quieren dejar claro que saben algo que no todo el mundo conoce, y continuó- y, por si cabía aún alguna duda, esa marca -dijo señalando un arañazo en uno de los laterales del cuello de Nygma-, no concuerda con una agresión realizada durante una pelea precisamente -finalizó triunfante.
Oswald se sonrojó por completo. Todos en la mesa rieron con fuerza.
- Bueno, nos has pillado -continuó riendo Edward mientras se colocaba el cuello de la camisa tratando de esconder la herida-, ¿Qué os parece si pedimos ya?
La sugerencia fue muy bien recibida por los hambrientos miembros de la mesa, y más aún por Oswald, que seguía rojo de la vergüenza y que veía por fin la posibilidad de cambiar de tema.
Y así, bajo la acogedora luz anaranjada del restaurante y rodeados por copas de vino rojizo, todos pasaron una agradable velada en una cena que, por respeto al amor que Oswald profesaba por las aves, siendo una incluso la que le había otorgado el apodo que ahora gritaba al mundo con orgullo, no hubo ninguna como plato.
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Este es el final de esta historia, siento haberme retrasado en traerlo, pero me era imposible ponerme a escribirlo antes. Espero que hayan disfrutado leyéndola tanto como yo lo he hecho escribiéndola.
Nos vemos en próximas historiassssss.
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Liberarme para amarte (Nygmobblepot/Hattercrow)
FanficJervis Tetch se encuentra perdidamente enamorado de Jonathan Crane al igual que Oswald Cobblepot lo está de Edward Nygma. Ambos deben lograr enamorar a sus intereses amorosos, pero los celos e Isabella son barreras que deben sortear y vencer. ✒️✒️✒️...