Capítulo Fourteen...

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Maldita 𝐩𝐞𝐫𝐫𝐚, ya me había olvidado de 𝐞𝐥𝐥𝐚.

No me había 𝐝𝐚𝐝𝐨 cuenta de que 𝐂𝐫𝐢𝐬𝐭𝐢𝐧𝐢𝐧𝐢 participaba en esto.

Que idiota 𝐬𝐨𝐲...

Mi sangre 𝐡𝐞𝐫𝐯𝐢́𝐚 de lo tan cabreado que estaba. Quería 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐞𝐝𝐚𝐳𝐚𝐫𝐥𝐚 y humillarla sin 𝐩𝐢𝐞𝐝𝐚𝐝 alguna.

𝐃𝐮𝐥𝐳𝐮𝐫𝐚, tú no irías con esa 𝐳𝐨𝐫𝐫𝐚 otra vez, ¿no?
𝐍𝐨 quiero que te 𝐯𝐮𝐞𝐥𝐯𝐚 a tocar ni hablar después de como te 𝐭𝐫𝐚𝐭𝐨́.

Esa inútil buena 𝐩𝐚𝐫𝐚 nada. Ni para pelear contra 𝐛𝐢𝐜𝐡𝐨𝐬 sirve.

Me volteo 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐚𝐧𝐝𝐨 enfrente tuyo.

- ¿Te 𝐥𝐚𝐬𝐭𝐢𝐦𝐞?- mi 𝐚𝐦𝐨𝐫, como lo siento, no 𝐦𝐞𝐝𝐢́ mi fuerza sobre 𝐭𝐢...

Tú solo me 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐞𝐬𝐭𝐚𝐬𝐭𝐞 en vos baja.

- Estoy 𝐛𝐢𝐞𝐧, solo me 𝐝𝐮𝐞𝐥𝐞 un poco, pero nada del otro 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨-

No le 𝐝𝐢𝐬𝐭𝐞 tanta importancia como 𝐲𝐨. Aún en las escaleras 𝐦𝐢𝐫𝐚́𝐧𝐝𝐨𝐧𝐨𝐬 uno enfrente del 𝐨𝐭𝐫𝐨.

Pasé una 𝐦𝐚𝐧𝐨 a tu muñeca 𝐢𝐳𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐝𝐚 y la otra siguiendo 𝐞𝐧 tu cintura.

Dando algunos 𝐩𝐚𝐬𝐨𝐬 para adelante haciéndote retroceder y 𝐜𝐡𝐨𝐜𝐚𝐧𝐝𝐨 contra la 𝐩𝐚𝐫𝐞𝐝.

Cabe decir que 𝐭𝐨𝐝𝐚𝐯𝐢́𝐚 seguimos en el último 𝐞𝐬𝐜𝐚𝐥𝐨́𝐧.

Con profundidad veía tus 𝐟𝐚𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬. Mientras con 𝐝𝐞𝐥𝐢𝐜𝐚𝐝𝐞𝐳𝐚 masajeaba en dónde te había 𝐥𝐚𝐬𝐭𝐢𝐦𝐚𝐝𝐨, inclinándome 𝐩𝐚𝐫𝐚 adelante, hasta que mi cabeza estubiera en el 𝐡𝐮𝐞𝐜𝐨 entre tu cuello 𝐲 hombro. Respirando 𝐚𝐦𝐞𝐧𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 el aroma que 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢́𝐚𝐬.

-𝐑𝐢-𝐑𝐢𝐜𝐡, pará y-ya, 𝐦𝐞 cago en l-la-

𝐓𝐫𝐚𝐭𝐚𝐛𝐚𝐬 de que volviera en mí 𝐬𝐮𝐬𝐮𝐫𝐫𝐚𝐧𝐝𝐨 en mi oido por la 𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚𝐧𝐢𝐚 y por 𝐦𝐢𝐞𝐝𝐨 a que alguien nos 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐮𝐛𝐫𝐚, pero era 𝐞𝐧𝐥𝐨𝐪𝐮𝐞𝐜𝐞𝐝𝐨𝐫 para mis 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐝𝐨𝐬 oler y escucharte al mismo tiempo en ese espacio 𝐩𝐮𝐥𝐜𝐫𝐚𝐥.

- ¿Chicos 𝐪𝐮𝐞́ están?...oh- ¡tenéis que estar 𝐭𝐨𝐜𝐚́𝐧𝐝𝐨𝐦𝐞 los cojones tío!

oh- ¡tenéis que estar 𝐭𝐨𝐜𝐚́𝐧𝐝𝐨𝐦𝐞 los cojones tío!

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¿¡Arrastrado 𝐏𝐨𝐫 𝐔𝐧 𝐉𝐮𝐞𝐠𝐨!?{𝔽𝕒𝕣𝕗𝕒ℝ𝕚𝕔𝕙}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora