Capítulo Twenty-Three...

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¡A-ah!, 𝐑-𝐑𝐢𝐜𝐡~, por fa-favor, 𝐩𝐚𝐫𝐚 un poco...- a la mierda, ¡que 𝐯𝐞𝐫𝐠𝐮̈𝐞𝐧𝐳𝐚 la puta madre!, ya no 𝐬𝐞́ qué hora es amigo, ¡la música ya 𝐩𝐚𝐫𝐨́ desde hace un montón!. Tampoco sé 𝐜𝐮𝐚́𝐧𝐭𝐚𝐬 veces lo hemos hecho 𝐲𝐚...

Estoy cansado, con 𝐬𝐮𝐝𝐨𝐫 en mi cuerpo y sin poder 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫 de gemir.
Veo su rostro, 𝐭𝐞𝐧𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 una expresión de placer que 𝐧𝐨 se le quitó desde hace 3 𝐫𝐨𝐧𝐝𝐚𝐬 antes, ni sé cómo es 𝐪𝐮𝐞 sigo consiente y no me 𝐝𝐞𝐬𝐦𝐚𝐲𝐞.

Podía sentir como 𝐦𝐞 penetraba contra la cama 𝐜𝐨𝐧 lujuria, ¿¡cómo es que no se 𝐜𝐚𝐧𝐬𝐚!?, Maldición, no creo que me deje 𝐢𝐫. Además, si abro la boca 𝐨𝐭𝐫𝐚 vez para suplicarle que 𝐦𝐞 deje, saldrá otro 𝐬𝐨𝐧𝐢𝐝𝐨 que no me servirá de 𝐚𝐲𝐮𝐝𝐚 al saber del por qué de su 𝐞𝐱𝐢𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧...

𝐄𝐥𝐑𝐢𝐜𝐡 solamente me respondió con un beso en los 𝐥𝐚𝐛𝐢𝐨𝐬 con fuerza, casi quitándome el 𝐚𝐢𝐫𝐞 por completo al hacerlo durar tanto 𝐲 no separarlos, moviéndolos sin 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐧𝐟𝐫𝐞𝐧𝐨𝐬 e introduciendo su 𝐥𝐞𝐧𝐠𝐮𝐚 en mi cavidad bucal con 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐨, ahogando mis suspiros y 𝐠𝐞𝐦𝐢𝐝𝐨𝐬 al instante.

Tocando mi 𝐜𝐚𝐝𝐞𝐫𝐚; mordiendo mi cuello y 𝐡𝐨𝐦𝐛𝐫𝐨𝐬, sin aviso y permiso de mi parte como 𝐥𝐚𝐬 anteriores mil veces...

Pidiéndome que no 𝐫𝐞𝐭𝐞𝐧𝐠𝐚 más sonidos con su 𝐧𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞, queriéndome escuchar con todos sus 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐨𝐬 impuros, y 𝐥𝐨𝐠𝐫𝐚́𝐧𝐝𝐨𝐥𝐨 con mucha suerte.

De la nada, es 𝐜𝐨𝐦𝐨 si me teletransportara a otro 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨.

Esᴛᴀʙᴀ sᴏɴ̃ᴀɴᴅᴏ ᴄᴏɴ ᴇʟ ᴘᴀsᴀᴅᴏ. Dᴇ ɴᴜᴇᴠᴏ:

(Él veía y sentía lo que el fallecido demostraba y no demostraba)

𝐌𝐞 encontraba o talvez encontraba a 𝐅𝐚𝐫𝐟𝐚𝐝𝐨𝐱 tirado en el frío piso, durmiendo, 𝐜𝐨𝐧 cadenas en todos sus alrededores, pero no 𝐞𝐧 él.

Sentía la 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 de frío que pasaba de las 𝐜𝐚𝐝𝐞𝐧𝐚𝐬 hacia mí. Estaba 𝐨𝐬𝐜𝐮𝐫𝐨, pero la luz de la 𝐥𝐮𝐧𝐚 llegaba apenas al sitio, dejando ver algo a lo 𝐥𝐞𝐣𝐨𝐬, una puerta de 𝐡𝐢𝐞𝐫𝐫𝐨.

- Hijos de puta, ¿¡𝐜𝐨́𝐦𝐨 se atreven a secuestrarme 𝐚𝐡!?- gritaba mientras me 𝐚𝐜𝐚𝐫𝐢𝐜𝐢𝐚𝐛𝐚 la cabeza y rostro con ambas 𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬, levantándome poco a poco del 𝐬𝐮𝐞𝐥𝐨, oyendo las cadenas 𝐠𝐨𝐥𝐩𝐞𝐚𝐫𝐬𝐞 entre si por el movimiento- ¡Trolos del 𝐨𝐫𝐭𝐨!- había 𝐞𝐜𝐨 en la habitación, cosa 𝐪𝐮𝐞 me molestaba.
Empezé a golpear la 𝐩𝐮𝐞𝐫𝐭𝐚 con todas las fuerzas que tenía, intentando llamar la 𝐚𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨́𝐧 de los que al parecer me raptaron- No 𝐩𝐨𝐝𝐫𝐚́𝐧 mantenerme aquí por mucho tiempo, 𝐠𝐢𝐥𝐞𝐬 de mierda..., ¡abran de 𝐮𝐧𝐚 vez!- nadie contestaba.

𝐒𝐨𝐥𝐨 recuerdos borrosos se me 𝐯𝐢𝐞𝐧𝐞𝐧 a la mente, personas 𝐛𝐨𝐫𝐫𝐨𝐬𝐚𝐬 las cuales me golpearon y 𝐚𝐫𝐫𝐚𝐬𝐭𝐫𝐚𝐫𝐨𝐧 hasta aquí.

Al otro 𝐥𝐚𝐝𝐨 de la puerta se escuchaban voces 𝐢𝐫𝐫𝐞𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐛𝐥𝐞𝐬, pero si escuchaba lo que decían, lo 𝐡𝐢𝐜𝐢𝐞𝐫𝐨𝐧 a propósito.

- ¿Estás 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐫𝐨 de que es buena idea llevar está 𝐯𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧𝐳𝐚 tan lejos, ya habíamos parado, ¿para qué 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐢𝐫?- era un hombre 𝐞𝐥 que hablaba, de voz 𝐣𝐨𝐯𝐞𝐧.

¿¡Arrastrado 𝐏𝐨𝐫 𝐔𝐧 𝐉𝐮𝐞𝐠𝐨!?{𝔽𝕒𝕣𝕗𝕒ℝ𝕚𝕔𝕙}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora