Capítulo Twenty-Seven...

1K 88 291
                                    

Seguíamos 𝐚𝐟𝐮𝐞𝐫𝐚, abrazados y, con él besándome el 𝐫𝐨𝐬𝐭𝐫𝐨 y cuello con mucho 𝐚𝐦𝐨𝐫.

Cuando yo lo 𝐯𝐢𝐠𝐢𝐥𝐚𝐛𝐚 de lejos, corriendo de un lado 𝐩𝐚𝐫𝐚 el otro hacia la 𝐝𝐢𝐫𝐞𝐜𝐜𝐢𝐨́𝐧 contraría a la que estaba. No me había 𝐩𝐚𝐫𝐚𝐝𝐨 a pensar que consecuencias traería esta 𝐚𝐜𝐜𝐢𝐨́𝐧. Pero obviamente, 𝐞𝐫𝐚 preferible no ser violado a que sí..., borren 𝐞𝐬𝐨.

Acaricié 𝐬𝐮 espalda con lentitud- 𝐑𝐢𝐜𝐡, vamos adentro que 𝐡𝐚𝐜𝐞 frío- comenté intentando 𝐬𝐞𝐩𝐚𝐫𝐚𝐫𝐦𝐞 de él, pero como siempre, no lo 𝐥𝐨𝐠𝐫𝐞́.
Me apretó más hacia su 𝐜𝐮𝐞𝐫𝐩𝐨.

No quería 𝐬𝐨𝐥𝐭𝐚𝐫𝐦𝐞.

- 𝐑𝐢𝐢𝐢𝐢𝐜𝐡, vamos que me 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐲 cagando de frío- volví a hablar 𝐚𝐥𝐚𝐫𝐠𝐚𝐧𝐝𝐨 la letra "𝐢", para que volviera a tierra 𝐟𝐢𝐫𝐦𝐞- No me quiero enfermar, 𝐛𝐨𝐥𝐮𝐝𝐨- al decir esto último, 𝐞𝐦𝐩𝐞𝐳𝐨́ a caminar, y yo a retroceder, ya que el más 𝐚𝐥𝐭𝐨 estaba caminando 𝐞𝐧 dirección para mi 𝐜𝐚𝐬𝐚. Trate de quitarme de 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 sus brazos, pero era 𝐢𝐧𝐮́𝐭𝐢𝐥.

Una cosa es que 𝐧𝐢 siquiera para caminar dejó de 𝐛𝐞𝐬𝐚𝐫 mi cara y abrazarme.

Solo le seguí la 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞, pero en uno de los besos, fui yo quien 𝐥𝐞 dió uno. Pero ojo, solo en la 𝐦𝐞𝐣𝐢𝐥𝐥𝐚 eh.

Al parecer 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐨́ impactado, ya que dejó de darme besos; en 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐨, me miró fijo..., eso me 𝐢𝐧𝐜𝐨́𝐦𝐨𝐝𝐨 un poco, pero no lo suficiente como para 𝐝𝐞𝐬𝐯𝐢𝐚𝐫 la mirada y no darle una sonrisa 𝐩𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐚, tímida y casi visible.

De fondo se 𝐨𝐢́𝐚𝐧 las hojas moverse con frecuencia, al 𝐢𝐠𝐮𝐚𝐥 que nuestras capas y cabellos sobresalientes, haciendo un 𝐦𝐨𝐯𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 hipnótico de un lado para el 𝐨𝐭𝐫𝐨.

Ya estábamos muy 𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚 del castillo.

Levanté mi 𝐦𝐚𝐧𝐨, colocándola en uno de sus cachetes 𝐜𝐨𝐧𝐠𝐞𝐥𝐚𝐝𝐨𝐬, acariciándolo con tranquilidad y 𝐩𝐚𝐳 en el momento, sintiendo como mi 𝐨𝐩𝐫𝐞𝐬𝐨𝐫 recargaba su cabeza levemente, sin 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫 de mirarme con una sonrisa enamorada.

Sonrojándome 𝐩𝐨𝐫 ver cómo invadía con sus ojos huecos mi 𝐩𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐨 ser.

Sentía temblar 𝐦𝐢 cuerpo, pero no creo que 𝐬𝐞𝐚 por eso, ¿o sí?.

No..., más bien 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 me estaba agarrando hipotermia 𝐥𝐞𝐧𝐭𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞. Sí eso es.

Iba a retirar mi 𝐦𝐚𝐧𝐨, pero él fue más rápido, sosteniéndola 𝐲 acariciándola con lentitud, colocándola otra 𝐯𝐞𝐳 en su mejilla.

Me quede quieto. Me 𝐩𝐚𝐫𝐞𝐜𝐢́𝐚 muy lindo de su parte ese 𝐠𝐞𝐬𝐭𝐨, aunque me estuviera muriendo congelado 𝐩𝐨𝐫 el viento fresco.

- 𝐑𝐢𝐜𝐚𝐫𝐝𝐨- susurre levemente, para que el momento 𝐜𝐨𝐧𝐦𝐨𝐯𝐞𝐝𝐨𝐫 siga en el ambiente- tenemos que seguir 𝐚𝐯𝐚𝐧𝐳𝐚𝐧𝐝𝐨, acordate que debemos de recargar las pilas 𝐬𝐢 queremos atrapar a esos chorros de 𝐜𝐮𝐚𝐫𝐭𝐚- finalize con una risa 𝐬𝐮𝐚𝐯𝐞, poniendo mi mano libre en su hombro, llamando su 𝐚𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨́𝐧.

- Lo sé, lo sé...- habló también susurrando 𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚 mío- ¿y por qué susurramos?- preguntó 𝐛𝐞𝐬𝐚𝐧𝐝𝐨 mis nudillos.

¿¡Arrastrado 𝐏𝐨𝐫 𝐔𝐧 𝐉𝐮𝐞𝐠𝐨!?{𝔽𝕒𝕣𝕗𝕒ℝ𝕚𝕔𝕙}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora