Ryomen Sukuna II

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Segunda parte del anterior OS






Una nueva misión salió de control, terminando por Sukuna siendo liberado como una medida de emergencia tomada de imprevisto por Itadori que no quería que sus amigos perdieran la vida por una maldición de grado especial. Sukuna sin dudar disfruto de aquella diversión limitada, acabo con la maldición en pocos segundos como si fuera un muñeco de trapo para jugar

—I-Itadori, ¿es-estás bien?—en su tiempo de carcajadas por sentirse un ser superior aquella pequeña voz atrajo su atención girando en sus pasos para mirar el cuerpo de Bushida tirado boca abajo cerca suyo—¿S-Sukuna?—

—Qué desastre tienes aquí, mocoso—sosteniéndolo sin mucho cuidado por el cuello de su uniforme lo alzó notando la herida en su abdomen—¿No puedes soportar una mínima herida? ¿Quieres llorar, mocoso? Tal vez si lo haces pensaré en ayudarte a vivir—lo zarandeo un poco notando la sangre estar bajando de la herida hasta caer al suelo

No pensaba que tener un amigo sería así de entretenido, le agrada

—Sukuna—tosió dejando salir la sangre de su paladar—Ayúdame, por favor...—pidió en un ruego adolorido antes de ser tirado al suelo—Los amigos se ayudan cuando están heridos—

—Es cierto, no puedo dejar que mi juguete favorito se rompa tan fácilmente—chasqueo los dedos acercándose hasta el cuerpo del menor volteándolo con su pie para ver su herida—Te dejaré llorando unos segundos más antes de ayudarte—

Intentó mantenerse despierto pero por la pérdida de sangre terminó desmayado, Sukuna sonrió cargando su cuerpo en brazos con facilidad sabiendo lo que debe hacer para arreglarlo





Su cuerpo se mantiene flotando encima del agua que rodeado el escalofriante trono de Sukuna, sus ojos se abren con cierta pesadez apoyando débilmente sus manos en el fondo sintiendo el agua escurrir de sus cabellos acariciando su piel, con su mano buscó la herida en su abdomen pero está ya no está presente atrayendo su completa atención, heridas como esa no se desvanecen por simple obra del cielo

—Al fin despiertas, mocoso—su atención se dirigió hacía el trono donde descansa en respectivo rey

—Sukuna—llamó—¿Me salvaste?—le confundió mucho ese pensamiento, creyendo incapaz al contrario sabiendo su personalidad y naturaleza llena de malicia sin empatía alguna por los humanos

Estamos hablando del rey de las maldiciones, es un ser que no debe tener misericordia con los humanos gustándole el sufrimiento de los mismos, es una maldición con interés en sus propias acciones importándole poco el bienestar de los demás

Es una maldición con sus propias ambiciones deseando tener todos sus dedos de nuevo para acabar con la molesta humanidad, en especial vengarse de los hechiceros que lo condenaron por tantos años hasta ahora que tuvo la posibilidad de volver en cierta forma en el cuerpo de un mocoso estúpido

Nada más actúa por ambiciones propias, por eso confundió al joven, sanando su terrible herida que le hubiera costado la vida sinceramente pero tuvo la consideración de sanarlo dejando que descanse en aquel lugar "seguro" esperando a su despertar

Debe ser un juguete demasiado valioso para el rey de las maldiciones, eso es seguro

—Debe cuidar de mi juguete, ¿no?—se inclinó en su lugar teniendo las manos en su cintura—No puedo dejar que te rompas fácilmente, mi aburrimiento empezaría de nuevo—

—Tienes un concepto de amistad algo...extraño—levantándose de su lugar aseguró que sus ropas estén en un buen estado, sorpresivamente es así

—Agradece que te haya arreglado—ordenó cruzándose de brazos

—Gracias, Sukuna—agradeció acariciando su abdomen donde estaba su herida antes—Me salvaste la vida—

—Eso, se agradecido de mi buen acto de amabilidad hacía ti, mocoso—sonrió encantado por los halagos que recibe

—Cuidado que su ego lo aplastara, Sukuna—advirtió acercándose hasta aquel trono de craneas dejando escurrir su chaqueta quedando con una camisa gris manga corta

—Soy el rey de las maldiciones, soy un ser superior a todos—señaló teniendo un semblante serio—Recuerda tu lugar, ser inferior—

—Amigo, soy tu amigo—le corrigió sentándose en aquel enorme craneo con su vista dirigida hacía él

—Juguete para mi entretenimiento—corrigió con mucha seguridad ganando un suspiro bajo del menor

—Como quieras llamarme, pero suena mejor decirme "amigo" a "juguete para mi entretenimiento" eso puede malentenderse un poco, como un juguete sexual—esa idea azoto su mente teniendo cierto temor sinceramente porque ese fuera uno de los significados que Sukuna entendía

—No tendría sexo con un mocoso, eso sería desagradable—suspiro aliviado por escuchar esas palabras que pudieron haberle hecho sentir ofendido  en otra ocasión

Agradece escuchar eso, no por nada su familia contaba muchísimas historias de aquel rey que por satisfacer sus necesidades buscaba una compañera para violar sin escrúpulos hasta sentirse satisfecho, Sukuna no se interesaba por jovencitas ya "usadas", él gustaba de las jovencitas que mantienen su castidad

Con razón las mataba con su brutalidad, esos pobres cuerpos para nada preparados siendo abusados por una bestia como él, siente una enorme pena por esas difuntas jovencitas

Esos pequeños recuerdos son recordatorios para hacerle entender que esa maldición es de tenerle mucho cuidado, por eso se mantiene alerta incluso cuando está siendo "amable" con él

—En otro contexto estaría ofendido por ese comentario suyo—agregó fijándose en los pies de la maldición que se mantienen por sobre el agua, eso llamó su atención—¿Cómo hace eso?—

—¿Esto tan simple?—dio unos cuantos pasos acercándose hasta Bushida que continúa viendo sus pies sin entender—Respuesta simple, mocoso, es mi territorio, puedo hacerlo que quiera. Fuera de él también puedo hacerlo pero la explicación es muy larga para decirla—

—Eso es genial, quisiera poder hacerlo—se levantó dejando que sus pies toquen el agua de nuevo mirando hacía Sukuna—Si tiene una explicación por los parámetros de la hechicería, quiero saber—





Unos cuantos días más tarde están los estudiantes de primer año en un pequeño entrenamiento organizado con los de segundo año, todo en aquel bosque mágico jugando algo parecido a captura la bandera teniendo que mantenerse en constante movimiento evitando a las maldiciones de bajos niveles sin mencionar a sus oponentes

También teniendo de objetivo quitarle la bandera al otro equipo para tener una victoria

—¡Tenemos que cruzar el lago para atraparlo!—exclamó Itadori señalando hacía Inumaki que corre con la "bandera" en su mano

—¡Yo me encargo!—respondió Bushida corriendo hacía el lago antes de aplicar sus conocimientos como recuerda de las explicaciones de Sukuna antes de correr cruzando el lago sin mojar sus pies

Logra caminar sobre el agua saltando sobre un Inumaki sorprendido, Bushida le quitó la "bandera" de encima para correr con unos tapones en sus oídos para evitar ser atacado por el hechizo del albino

Desde el interior, en su respectivo trono, se encuentra Sukuna sonriendo lleno de arrogancia

—En verdad no decepciona ese mocoso—achicó sus rojizos ojos antes de dar una pequeña risa maliciosa

Posiblemente su "amigo" pueda ser más interesante de lo que pensaba, para la próxima intentaría más de esos detalles que atraen su interés

One-shots Jujutsu Kaisen (male reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora