Fushiguro Megumi

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Se perdió por un bosque percatándose del problema demasiado tarde como para recordar el camino para volver hasta el orfanato donde vive, está asustado porque en unas horas se hará de noche y no hay nada peor que tener que pasar la noche en un bosque oscuro donde muchos animales salvajes puedan lastimarlo o matarlo en el peor de los casos, se agacha temblando comenzando a llorar pidiendo ayuda alzando su voz lo más que puede pero nadie responde a su llamado

Intentó animarse para encontrar una salida del bosque, recuerda haber leído un libro donde la aventura se desenvuelve en un bosque mágico pero que ha medida que avanzaba el relato se daban distintos consejos que son buenos para salir del bosque o por lo menos no estar tan metido en sus adentros. Decidido miró sus alrededores para encontrar algo que lo ayude a abandonar el bosque mirando hacía el cielo también, miró el sol, los niños del orfanato no saben cómo puede ver el sol sin quemarse los ojos después de unos segundos, pero puede hacerlo

Bajó su mirada del sol para mirar hacía su izquierda, pequeños rayos de luz atraviesan los árboles como si estuvieran iluminando su camino, su corazón parecía confiado del suceso siguiendo inseguro esos caminos de luz hasta quedar en un sendero luminoso mirando qué tiene dos caminos, uno que da hacía una calle que no conoce y otro que también da hacía una calle

¿Ahora qué, Sol? Se preguntó en su mente mirando hacía sus alrededores buscando algún adulto para ayudarse pero no había nadie, escuchó unas pisadas apresuradas girándose en dirección al sonido encontrándose con un enorme lobo de pareja blanco y una marca en su cabeza

Pensó que lo mordería temblando de miedo pero todo lo contrario sucedió, el lobo se apegó a su cuerpo restregándose contento por sentir su calor corporal, eso le causó más confianza usando sus manos para acariciar el pelaje del lobo con entusiasmo

—Míralo, parece que encontró a un nuevo amigo, Megumi—escuchó una voz ahora tratándose de dos personas, un adolescente y un niño de su edad

Al fin una persona adulta que pueden ayudarlo

—Estoy perdido—dijo dejando que el lobo vuelva con su dueño, un niño azabache de ojos azules que tiene una expresión tranquila en su rostro pero el lobo no se despega de su cuerpo—Por favor, ¿podría ayudarme a volver al orfanato del centro? Me perdí en el bosque y ahora no se donde estoy, por favor, ayúdame—

El adolescente albino, uniforme completo negro y lentes oscuros subió sus lentes para verlo mejor mostrando sus ojos azules que pueden verlo todo, esos ojos sorprendieron al menor que sintió una extraña energía intimidante viniendo del sujeto

—Claro que te ayudaré—sonrió aliviado por eso, el joven acomodó sus lentes oscuros dándole unas palmadas en la cabeza al niño a su lado—¿Cómo te llamas, niño?—

—Bushida ____—se presentó educadamente—¿Y ustedes cómo se llaman?—

—Yo soy Gojo Satoru—se presentó el albino ahora poniendo una mano sobre el cabello azabache alborotado del niño a su lado—Y él es Fushiguro Megumi—

—Deja—se quejó el azabache quitando la mano del albino de su cabello haciendo una mueca por su cabello desordenado por culpa del mayor

Gojo pronto despertó interés en Bushida, porque sus seis ojos no mentían cuando le decían que ese niño, Bushida ____ es la reencarnación de la poderosa diosa Amaterasu, siendo un niño azabache de ojos negros pero hay una energía poderosa en su interior por la técnica maldita que no sabe que tiene gracias a la diosa del sol

Bushida pensó que sería la última vez que se encontraría con Gojo Satoru y Fushiguro Megumi, no podía estar más equivocado con ese pensamiento











One-shots Jujutsu Kaisen (male reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora