Kugisaki Nobara

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Una misión fue asignada para ella teniendo la obligación de ser acompañada por un estudiante de la escuela de hechicería de Kyoto, eso causó cierto mal presentimiento porque anteriormente sus interacciones con los dichosos estudiantes de aquella escuela no fue para nada agradable como para estar contenta por convivir con un estudiante desconocido que no pudo presentarse al intercambio por problemas de salud

Se comportaría firme con aquel estudiante de un año superior, mantendrá su actitud dura sabiendo que su mejor arma sería la paciencia pensando en lo burlón que puede hacer estudiante, posiblemente un arrogante por ser de segundo año, aparte de ser un chamán de casi primer grado, mayor ego en su cabeza pequeña

Todo estaba calculado

—Buenos días, Kugisaki-san—saludó educadamente aquel muchacho más alto que ella con una leve sonrisa—Estaba esperándola—dijo acercándose hasta su posición delatando la diferencia de altura entre ambos

—Disculpa, me perdí en el camino—con una mano hizo una seña hacía atrás señalando todo el bosque que recorrió para llegar hasta el hospital abandonado que debían revisar en aquella misión

Es posible que hayan varias maldiciones, esa clase de edificios contraen muchas energías negativas que atraen a las maldiciones

—Debemos tener cuidado, estos sitios contienen una alta carga negativa que atrae a las maldiciones de diversos niveles—explicó mirando el edificio sintiendo la energía de varias maldiciones—Antes de entrar podemos hablar sobre nuestras técnicas malditas para mayor confía como compañeros en esta misión—sugirió queriendo saber su técnica

—Técnica de Muñeco Vudú—el mayor chasqueo sus dedos entendido a lo que se refería

—Mi familia me ha comentado en varias ocasiones sobre esa técnica, es una chaman con una buena técnica, Kugisaki-san—alegó con interés

—¿Cuál es tu técnica?—preguntó mientras se preparaba para entrar al hospital abandonado

—Técnica de hilos malditos—con sus manos algo apegadas hizo aparecer hilos que se enredaron en sus dedos, hilos cargados con energía maldita que puede manejar, la fuerza de sus hilos depende del flujo de energía maldita que estos posean—El nombre lo explica todo—

—Se escucha interesante esa técnica—terminaron de estirar preparados para entrar en el edificio con su guardia en alto, estando pendiente de los puntos ciegos del otro

—Siendo honesto, no es una técnica fuerte, hasta lo admito yo mismo—tocó su pecho con lastima entrando al hospital

Su deber es inspeccionar todos los pisos de aquel hospital sin querer dejar alguna maldición sin exorcizar, no quisieran que alguna ande libre por los alrededores pudiendo cometer alguna atrocidad contra las personas comunes incapaces de defenderse de aquellos seres invisibles para ellos

Algunas pequeñas maldiciones de niveles menores aparecieron siendo fáciles de acabar, ambos apoyándose en sus técnicas malditas. Se complicaron un poco al aparecer maldiciones de grados medio mayores, siendo más fuertes teniendo que mostrar mayor resistencia e intensidad con ellas

—¡Cuidado!—exclamó Bushida apenas diviso como un ataque se dirigió directamente hacía Kugisaki que intentaba recomponerse del ataque anterior

Debe proteger a su compañera, dejó que sus hilos fueran veloces para controlar el cuerpo ajeno moviéndolo para evitar aquel ataque que pudo costarle la vida posiblemente, deshizo aquel método en su técnica para ahora concentrar el flujo de energía maldita en sus hilos dirigiéndolos hasta la maldición que atrapó envolviéndolo, afirmando su técnica comenzó a absorber la energía maldita de la maldición sin detener su flujo propio para evitar que sus hilos cedan

Todo eso requiere esfuerzo, afirmó su agarre intentando no cansarse al estar dando mucho flujo de energía maldita pero pudo suspirar aliviado cuando la maldición fue atacada por la técnica del muñeco de paja de su compañera que aprovechó que estuviera inmovilizado para atacarlo acabando con su existencia exitosamente

Sus hilos cedieron absorbiendo los restos de energía maldita que ahora llegaron a su cuerpo para recomponerlo, los hilos desaparecieron poco después notando sus manos lastimadas por todo el esfuerzo antes hecho acercándose hasta su compañera para comprobar sino tenía heridas graves

—Kugisaki-san, ¿se encuentra bien?—preguntó revisando todo su cuerpo con la mirada, no parece poseer heridas graves

—Solo estoy un poco golpeada, pero nada grave—levantó una mano para hacerlo calmarse—¿Usted se encuentra bien, Bushida-san?—

—Solo tengo mis manos algo lastimadas—mostró sus manos heridas preocupando a la chica—Pero con unos vendajes estarán bien—

—Tenemos que encontrar unas vendas—dijo ahora mirando las manos lastimadas de su acompañante

Terminaron por abandonar el edificio para ser tratados en la preparatoria de Kyoto, Kugisaki permanecería en la preparatoria hasta el día siguiente que pueda viajar hasta Tokyo

—¿Cómo se encuentran sus manos, Bushida-san?—entró en la enfermería mirando al muchacho con sus manos vendadas completamente

—Están bien, esto siempre sucede cuando uso mi técnica por demasiado tiempo o fuerzo el flujo de energía maldita en mis hilos—explicó como algo casual—Por eso digo que mi técnica no es la gran cosa, me lastima mucho mediante el tiempo transcurra, pero al menos tuve a una compañera que me ayudó—

—Fue un placer trabajar junto a usted—sonrió dejando que un pequeño brillo se instale en sus ojos claros

—Lo mismo digo, mañana le acompañaré hasta la estación, aunque me gustaría que pasáramos más tiempo juntos, me agrada mucho—señaló causando un ligero sonrojo vergonzoso en la menor

—Podemos mantener el contacto—respondió ella mostrando su celular—Intercambiemos números—

—Buena idea—buscó su celular para intercambiar contactos—Si alguna vez decide volver a Kyoto para pasar el rato, no dude en escribirme para encontrarnos y hablar—

—Estaría encantada—asintió—Si usted decide ir a Tokyo no dude en decirme igualmente—

—Tal vez vaya algún día, también aprovecharía pasar tiempo con usted si es posible—le guiño un ojo antes estar frente a su habitación—Tenga una buena noche y nos vemos mañana—se despidió teniendo que cumplir con el estricto horario de descanso de la preparatoria

—Igualmente, descanse—se despidió caminando hasta la habitación donde se quedaría temporalmente








—Fushiguro, ¿notaste que Kugisaki anda en las nubes desde que volvió de su misión de Kyoto?—se inclinó sobre su puesto Itadori mirando al azabache

—Está actuando como una completa adolescente enamorada, nada más—aclaró Fushiguro sabiendo que esa actitud de su amiga sólo tenía dicha respuesta

—¡Kugisaki! ¿Estás enamorada?—preguntó descaradamente el de cabellos rosas

—¡¿De qué hablas, idiota?!—chilló mirándole molesta

—Definitivamente está enamorada—recalcó afirmando más su respuesta el azabache

One-shots Jujutsu Kaisen (male reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora