One-shots Jujutsu Kaisen (male reader)

Okkotsu Yuuta

[Spoilers del manga, sucesos ubicados después del arco de Shibuya]

Todo accidente de Shibuya se desencadenó brutalmente arrebatando despiadadamente vidas de los hechiceros que estuvieron presentes durante el conflicto presente, luchando hasta el final para morir esperando que sus demás compañeros chamanes lograran ganar contra las maldiciones

El conflicto obtuvo un fin, por así decirlo porque todavía quedaba un objetivo por asesinar para realmente declararse los chamanes ganadores, el mundo de los chamanes se volvió un caos sin sentido que obligó a ciertos chamanes en ocultarse sin apoyar las decisiones de los peces gordos que continúan cometiendo estragos, aprovechándose del encierro de Gojo Satoru

Los rumores no tardaron en llegar volviéndose oficiales, Itadori Yuuji está siendo cazado para ser asesinado, dicha misión quedó en manos de Okkotsu Yuuta

También se enteró que tiene encomendada la misión de matarlo, sonrió aliviado de no morir por manos ajenas, sino por las manos de su buen amigo que tanto aprecio le tiene, al menos no estará muriendo a manos de algún sucio pez gordo. No está asustado, pero escapó sin querer ser asesinado por un pez gordo que tanto odia

Como es todo un suicida sin aprecio alguno por su bienestar físico o mental, ingresó en el juego del sacrificio con todo el entusiasmo posible por ponerle nombre al sentimiento que experimentó cuando comenzó a caer de repente en una de las tantas colonias, se las arregló para ganarse unos cuantos puntos casi llegando a los cien puntos

Tiene un cuerpo frágil pero su técnica maldita compensa aquella falta protegiéndolo a toda costa evitando los peores ataques para no morir al romperse en pedazos, esa colonia donde ha estado todo ese tiempo se volvió un lugar seguro por así llamarlo, ha viajado por otras colonias teniendo cuidado recaudando puntos hasta encontrar personas comunes que estaban atemorizadas por la situación tan alarmante en sus vidas

Toda la colonia donde aterrizó se transformó en un lugar seguro para todas aquellas personas que no son capaces de defenderse utilizando la hechicería, duda que las personas normales merezcan sufrir por batallas que no son suyas, prefiere ayudarlos para asegurarles un futuro en sus vidas

Tener múltiples maldiciones en su interior funciona para utilizar sus técnicas malditas a su favor, con algunos ha logrado mantener una buena convivencia para evitar sentir tantos dolores en su cuerpo cada cierto tiempo por la intensidad en que estos buscan abandonar su cuerpo como si fuera un objeto maldito y romperlo en mis pedazos

Intenta establecer un balance entre sus maldiciones y su cuerpo, puede otorgarles cierta libertad, solo para aquellos que tienen su completa confianza dejándolos aparecer físicamente unos breves instantes antes de atraparlos nuevamente en su cuerpo sin mucho forcejeo por parte de aquellas maldiciones que intentan convencer a las otras

Si puede tenerlas todas apoyándolo sería una maravilla

—¿Qué debería hacer con los cien puntos?—pensó en voz alta jugando con sus manos—¿Qué regla podría agregar?—se preguntó así mismo teniendo tantas ideas posibles

Detuvo su charla personal apenas sintió las intenciones de una persona en querer entrar en aquella colonia, específicamente un chamán por su energía maldita que sintió apenas entró en contacto con la barrera que mantiene como protección

—Todos escóndanse donde fue acordado—pidió amablemente pero con seriedad hacía los civiles que acataron sus órdenes sin dudar escondiéndose todos en un lugar seguro donde no podrían ser atacados en caso de que muera

No dejaría que mueran incluso si pierde la vida luchando por ellos, aquel escondite tiene un sustento de comida para todos por unos cuantos meses casi un año, estarían bien

—¿Será algún chamán que quiera matarte?—resonó en su interior la voz de una maldición capaz de controlar toda clase de llamas

—Su forma de intentar entrar no fue hostil, tal vez sea un chamán promedio—habló otra maldición capaz de ver toda clase de futuros posibles

—Un aliado, tal vez—mencionó otra—Pero tampoco es para confiarse—aclaró al final aquel que logra crear otras maldiciones a base de su poder

—Me agobian, silencio un momento, por favor—llegó hasta el límite donde sintió la presencia del chamán sorprendiéndose por ver quién es—¿Yuuta?—sonrió

—¡No te confíes, quiere matarte!—chilló otra maldición

—Entiendo que puedas pensar que quiero matarte por órdenes del conglomerado pero es todo una historia que había planeado con Gojo-sensei donde me pidió que cuidara de Itadori-kun y de ti—explicó atropelladamente con los nervios a flor de piel

No sabía que Bushida había cambiado tanto, no para mal, sino para bien

—Veo que traes personas contigo—dijo mirando hacía todas las personas que estaban detrás del azabache—Puedo dejar que se queden aquí para que estén seguros—

—¿En serio? Lo agradezco—dijo entrando pasando la barrera que había debilitado en aquel pedazo para dejarlos entrar a todos—Quería saber si tienes planeado utilizado los cien puntos que tienes—

—Estaba pensando en cómo usarlos, pero aceptó tus sugerencias—sonrió levemente notando el sonrojo instalarse en las mejillas del más alto

—Tengo unas cuantas ideas—indicó—Aunque también quisiera saber de ti durante la charla—

—Claro—asintió animadamente notando que su amigo no tenía intenciones de matarlo

Permitió que todos pudieran quedarse, también logrando que Okkotsu tuviera un descanso de su intenciones de tener números puntos para crecer varias reglas en el juego del sacrificio

Bushida realizó una regla para permitir que todas las personas normales que no poseen técnicas malditas, armas o maneras de defenderse fueran capaces de abandonar el juego quedando en un lugar seguro sin morir

Y todas las personas que ambos chicos protegieron consiguieron abandonar las colonias

—Es una alegría saber que todos estarán bien ahora, tengo una garantía de que pude salvarlos—sonrió satisfecho ante sus acciones aquel muchacho mirando a su amigo de cabello azabache

—Sí, ahora solo falta continuar con la siguiente parte del plan para acabar con el juego del sacrificio—informó el contrario extendiendo su mano para tomar la contraria—Y lo haremos juntos ahora—

Bushida sonrió, Okkotsu respondió a esa sonrisa pensando que el menor no podía verse más hermoso

—Sí...—agregó apretando su mano suavemente con cariño—Me agrada tener tu compañía tan cálida aunque siempre que estoy contigo tengo ganas de dormir—se rió por aquello último

—Puedo decir lo mismo—agregó en respuesta con sus mejillas sonrojadas dejándose llevar por aquellas emociones tan cálidas que abrazan su corazón

Pueden estar en la peor situación pero lograrían salir de ella estando juntos dando lo mejor de sí mismos, incluso se ha propuesto enseñarle al menor que significa amar de tantas veces que lo ha escuchado mencionar que no tiene nada de experiencia en aquello y mucho menos sabe cómo se siente amar

Yuuta me enseñaría a ____ como se siente amar