c12 𝒆𝒔𝒕𝒐𝒚 𝒆𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒐

1.3K 100 21
                                    

"𝐷𝑒𝑏𝑜 𝑓𝑖𝑛𝑔𝑖𝑟 𝑙𝑎𝑠 𝑎𝑟𝑚𝑎𝑠 𝑦 𝑙𝑎 𝑝𝑖𝑟𝑎
𝐷𝑒 𝑙𝑎 𝑒𝑝𝑜𝑝𝑒𝑦𝑎 𝑦 𝑙𝑜𝑠 𝑝𝑒𝑠𝑎𝑑𝑜𝑠
𝑀𝑎𝑟𝑒𝑠
𝑄𝑢𝑒 𝑟𝑜𝑒𝑛 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑡𝑖𝑒𝑟𝑟𝑎 𝑙𝑜𝑠 𝑝𝑖𝑙𝑎𝑟𝑒𝑠.

𝐷𝑒𝑏𝑜 𝑓𝑖𝑛𝑔𝑖𝑟 𝑞𝑢𝑒 ℎ𝑎𝑦 𝑜𝑡𝑟𝑜𝑠.
𝐸𝑠 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎.
𝑆𝑜́𝑙𝑜 𝑡𝑢́ 𝑒𝑟𝑒𝑠.
𝑇𝑢́, 𝑚𝑖 𝑑𝑒𝑠𝑐𝑒𝑛𝑡𝑢𝑟𝑎 𝑦 𝑚𝑖 𝑣𝑒𝑛𝑡𝑢𝑟𝑎,
𝐼𝑛𝑎𝑔𝑜𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒 𝑦 𝑝𝑢𝑟𝑎."

La mexicana estaba muy extrañada al leer esa carta.
Se la habían mandado a escondidas y la encontró en su habitación, atada con un lazo rojo y una rosa roja.

La mexicana se sonrojó ligeramente, «que lindo detalle», algo en ella le decía que había sido Usa con intenciones de disculparse.

Miró hacía la ventana, el cielo estaba oscuro y repleto de estrellas, se veía hermoso.

Salió en silencio del lugar para llegar al campo de batalla, para admirar el paisaje un rato.
Se acostó en el suelo y miró las estrellas...

— esa es la osa mayor — murmuró una voz a su lado, ella sin pensarlo se levantó espantada.

Quedó estupefacta al ver a un encapuchado a su lado, sentado en el piso

¿Me tienes miedo?— preguntó quitándose el gorro de la capucha, era Third Reich

— R-Reich

— hola

México estaba casi en shock

— ¿Qué haces aquí? ¡Te van a secuestrar!

— traté de ser discreto, no me atraparan... ¿Y qué tal? ¿te gustó el poema? Quería regalarte algo mejor pero digamos que no sabía que te gusta

Mex parpadeó un par de veces confundida

— ¿Tú me las mandaste?

— sí

— ¿Porqué?

quería que supieras que no he dejado de pensar en ti... Pero supongo que el gringo o algún idiota tiene mejores regalos

— y-yo hemm g-gracias — dijo todavía un poco sorprendida

Nazi le dedicó una pequeña sonrisa que por un momento hizo que aquélla aura maquiavélica suya desapareciera, le señaló un lugar junto a él

— sé un poquito de astronomía por si te lo preguntas

La mexicana no respondió y se sentó a su lado

esas estrellas forman la constelación de Tauro que simboliza también una historia de amor. Esos puntos extraños son la osa mayor y la mejor... Esa estrella brillante es la del Norte que utilizan los marineros para volver a casa […]

La mexicana no respondía, no quería malinterpretar las acciones del contrario, el cuál continuaba platicandole y señalando el cielo y de vez en vez la volteaba a ver, ese lindo rostro se veía hermoso bajo la luz de la luna.

— si... Son hermosas, cuando era pequeña mi padre siempre me decía que las estrellas eran nuestros antepasados

— seguramente tu padre fue un gran hombre

— jeje sí, lo fue hasta su último día

Nazi sonrió nuevamente, la mexicana lo volteó a ver y sintió que su cuerpo se puso estático, no podía moverse pero su corazón comenzó a latir a mil por hora y sus manos comenzaron a sudar.
¿Y eso porqué?
Pues porque el alemán se le estaba acercando poco a poco y algo en ella quería y a la vez no que el mayor lo hiciera.

El nazista cerró los ojos lentamente a punto de juntar los labios de ambos.

— ¿Creíste que sería tan fácil?

Interpuso Mex colocando su dedo índice en los labios de Nazi que simplemente río avergonzado

— supongo que sí

jejejeje, estamos en guerra... Lo último que necesito en mi vida es que me atrapen con Third Reich juntos.

— oh vamos — exclamó él mayor colocándose su capucha y luego de un pequeño silencio le dijo— ... Ten mucho cuidado mexicana... Puede que alguien venga a secuestrarte de nuevo

La mexicana se sonrrojo muy ligeramente pero le contesto

— ten por seguro que no ocurrirá

— si claro — agregó irónico luego  comenzó a caminar en silencio ocultándose no sin antes despedirse con un ademán de manos





— eso fue extraño...

🄻🄰  🄸🄽🄵🄸🄻🅃🅁🄰🄳🄰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora