-Prólogo-

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En tan solo unos días la vida puede cambiar a ser algo que ni imaginas. Una tarde tienes todas las comodidades que te puedes imaginar y a la mañana siguiente te ves dentro de uno de esos centros penitenciarios que salen en la televisión. La gente cree que en sitios como esos los presos cumplen condena y se reinsertan, con la esperanza de que algún día se conviertan en seres "normales". Otras personas directamente creen que los que están allí se merece estar allí para toda su vida, aunque su mayor delito sea ser juzgado. Uno de esos sitios donde van los asesinos, traficantes, violadores o terroristas. Uno de esos donde raras veces van inocentes, personas que están culpadas de algo solo porque las pruebas apuntaban hacia ellos. ¿Será mi caso?

En un reformatorio muchas personas no vuelven a ser las que un día fueron, se convierten en monstruos y dan un giro de ciento ochenta grados. Otros, directamente ya entran con ese giro, y les da lo mismo la vida dentro de un penal que fuera porque cuando entraron tenían tal majestuosidad y astucia que ni la cárcel puede lograr modificar. Al final solo te quedas con algo, que puede ser bueno o malo, dentro o fuera de una prisión, con o sin personas a tu lado, que tenga locuras o no. A ese algo, en su día se le dió el nombre de vida, y es algo que pensaba que tenía perdido pero cuenta me di de que lo que hice  era vivirla.

Philippe Y Noah - Desquiciados 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora