-8- Otra Carta

18 1 0
                                    

03:37 AM                   15/03/2022

Esta es la hora a la que empiezo a escribirte esta carta. No sé ni cómo empezar. Pero ten algo claro, y es que vamos a volver a estar juntos, lo más rápido posible. Si algo tengo que agradecerte es la fuerza que me has transmitido siempre, la energía que me dabas y la satisfacción de verte (perdón por ponerme cursi, xD). Y es por eso, por lo que siempre voy a estar en deuda contigo. Antes de conocerte yo estaba hundido en un pozo negro, del que no tenía intención alguna de salir. Una persona cualquiera podía analizar mis actos y mi comportamiento, y por muy insignificantes que fueran, no eran buenos. Tampoco tenía intención alguna de hacer el bien, no le encontraba el sentido. 

Un día decidí hacer algo bien. Decidí ir a hablarte a ti, un acto de compañerismo. Mientras lo hacía, sabía que era un buen acto. Me decían que hacer las cosas bien y sobretodo, hacerlas, me abriría muchas puertas en la vida. Nunca me lo terminé de creer, pero yo ya sentía curiosidad al ver que se sentía al hacer algo bien.  El ir a hablarte, y querer saber de ti, ha sido uno de los pocos actos buenos que he hecho en mi vida, y posiblemente, haya sido el primero. Quiero que sepas, que la vida entera me cambió cuando decidí hacer ese gesto. En un día cualquiera, me dije, voy a hacer algo bien, algo que se supone que está bien visto. A día de hoy, me estaría arrepintiendo eternamente si no me hubiera acercado a tu pupitre. 

Quiero que sepas eso, que todo mi entorno cambió por la decisión de querer saber de ti. Que gran parte de lo que estaba a mi alrededor y no debía estarlo, dejó de estar por el simple y sencillo hecho de acercarme a ti. Y por eso voy a estar siempre en deuda contigo. Tú me regalaste una vida, y si esa vida se mantenía, ya sabes que me daba igual tomar decisiones como matar, morir, tirar diez años de mi vida a la basura o tener el valor de coger una recortada y tomarme la justicia por mi mano. Mientras no perdiera la vida que me diste, todo eso no me importaba nada. Y si estoy aquí dentro ya sabes que lo hice por protegerte. Nunca, jamás he contado a nadie el porqué estoy aquí. En esta carta, no quiero escribir nada de la verdad, la verdad por la que estoy preso, pero quiero que sepas una cosa. Si tienes el sentimiento de que me has arruinado la vida por mandarme aquí dentro, quítatelo ya. Preferí, prefiero y siempre preferiré que sea yo el que tenga que estar aquí dentro, por dos motivos.

El primero. Porque este no es un sitio para personas de bien como lo eres tú, aquí la vida se acaba cuando entras. Tú ya sabes que antes de conocerte algunas personas de mi familia paterna me llamaban monstruo, y ya estoy acostumbrado a ser alguien temido y marginado, y si es por ti, nunca me va a importar tener que tomar de nuevo esa posición.

El segundo. A mí aquí la vida no se me acaba, simplemente sigue. Otros chavales que entran aquí ya terminan con su vida. Caen en las drogas, el alcohol... y salen con la imagen contraria a la que tenían cuando entraron. Lo que hago aquí ya lo hacía cuando estaba fuera, por lo que no ha cambiado nada. 

Prefiero estar aquí. Lo que tenía fuera antes de entrar sabes muy bien lo que era, prefiero vivir rodeado de puertas sonando, guardias paseando y en una habitación compartida. Aunque viviera en un chalet, con piscina privada, una habitación de veinte metros para mí solo, prefiero esto. Y que lo prefiera, también es mérito tuyo. 

Hace unas tres o cuatro semanas, Ester me contó que con una resolución clara de los hechos, alegando en enajenación mental, podrían reducirme la pena de cuatro años a dos. Me dijo que mi abogado de antes había llevado una estrategia totalmente equivocada al usar la defensa propia, y me contó que ahora era más complicado porque se lo tenía que creer el juez. Sabes mejor que yo que me da lo mismo dos, cuatro, ocho o veinte años aquí, solo me importa el tiempo cuando me distancia de ti. Pero debes saberlo por lo que te voy a contar ahora. 

Nunca vamos a tener una oportunidad mejor. ¿Recuerdas la conversación que tuvimos el 24 de junio de aquel fatídico 2020? No sé si la recordarás, pero estoy seguro de que sí. ¿Ya has caído, no? Pues llega la hora de hacer realidad lo prometido. 

Buen comportamiento en el centro, informes positivos de la psicóloga, colaboración en actividades y talleres, notas con una media de seis y una explicación muy desarrollada y clara de los hechos. Eso es lo que necesita Ester para trabajar el caso. De esas cuatro, puedo cumplir una, la de explicarle lo que pasó, porque ni me porto muy bien, ni Mamen me hace informes positivos, ni me interesa un cuerno los talleres ni llego al cuatro en la media. Me dijo, que como mis anteriores notas de otros años tenían una media de siete, iba a usar las notas de este que son más bajas como excusa de que me está afectando. En la vida he sacado más de un cinco en un examen, si tengo sietes es porque a mi profesora no le tocó el mejor alumno.

Cuando Ester tenga todo, se reabrirá el caso, y habrá un día en el que habrá un juicio. Al tratarse de un delito de sangre, se le dará prioridad, por lo que no será dentro de mucho. Debes saber que yo solo no voy a poder hacerlo, ni puedo ni quiero. Lo de estar acompañado siempre viene bien por si las cosas salen mal, por eso, si todos están de acuerdo, van a hacerlo conmigo las siguientes personas:

Christian

Ámbar

Nacho

Noah

Es para mí necesario que vengan ellos, pero tranquila, hasta que no me respondas esta carta no van a saber absolutamente nada. Les he dicho que el martes que viene vengan a mi celda, que ya me habrás respondido. Respecto al plan, aquí dentro tenemos a alguien de confianza que nos puede ayudar. Es un vigilante del centro y se llama Alonso, me hice amigo suyo a la semana de entrar aquí. Me ha echado una mano en un montón de cosas, pero de él te contaré más cuando pueda, ya que si esta carta llega a manos equivocadas... Lo que te tengo que explicar solo puedo hacerlo por aquí. No puedo permitirme tener una visita tuya, entre mi mal comportamiento y que no eres familiar de primer grado, lo de verte se va a quedar en un anhelo. De esta forma está pensado todo. 

...


Philippe Y Noah - Desquiciados 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora