Phedofile

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Aclaración: esta historia contiene pedofilia. No busco normalizar este tema, todo lo contrario. Siento si estás pasando por esto o algo parecido <3 Obviamente todos sabemos que Roger jamás haría algo así.


Roger Meddows Taylor, un hombre de 31 años.

____ (T/A), una niña de 15 años.

Roger recién terminó un largo día de trabajo.

____ recién terminó un largo día de escuela.

Ambos se dirigían hacia el autobús.

Y al subir, la vio.

— Hola. — Saludó el mayor con una pícara sonrisa mientras se sentaba a su lado. La joven se tensó al momento, no le era de su agrado hablar con desconocidos, y menos si eran hombres mayores.

— Hola. — Respondió con una dulce sonrisa.

— ¿Vuelves de la escuela? — La chica asintió. — Yo del trabajo.

— Genial. — Se levantó. — Esta es mi parada. — Estaba por abandonar el autobús, pero el rubio la agarró del brazo.

— ¿Te gusta la música? 

— Sí... 

— ¿Por qué no vienes a mi casa? Tengo muchos instrumentos, podríamos... — La miró de arriba a abajo. — Tocar algo. — Ofreció Taylor pervertidamente.

— Lo siento, señor, pero debo bajar ya, mis padres me regañarán. — La chica miró hacia ambos lados en busca de gente para poder refugiarse, pero únicamente se encontraban ellos, y el conductor, que estaba situado en el otro extremo del vehículo.

— Vamos, no seas aburrida... — La arrastró hacia el asiento para que se sentara. — Cuando estemos en mi parada, bajarás conmigo y vendrás un rato a mi casa, será divertido.

— No puedo. — Dijo esta vez más seria. — Suélteme. — Intentó zafarse del agarre, pero el mayor mantenía la fuerza a la vez que la miraba fijamente con una malvada sonrisa.

— Ahora que lo pienso, no nos hemos presentado. — Se acomodó en el asiento. — Roger Taylor.

— No le diré mi nombre. 

— Tus papis no te han educado muy bien, ¿no? 

— Señor, si no me suelta ahora mismo, le juro que voy a gritar con todas mis fuerzas. — Roger se mantuvo unos segundos en silencio, analizando esta oración y, finalmente, sin decir ni una sola palabra, la soltó lentamente. — Gracias. 

La menor se levantó y fue hasta el conductor para pedirle que si podía parar en la siguiente parada. Mientras tanto, el ojiazul la observaba entristecido y frustrado, pues hoy no había conseguido a ninguna muchachita para satisfacer sus necesidades sexuales.


Sin embargo, 


No se rendiría.

· One shots // Roger Taylor y tú ·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora