Ecstasy

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Advertencia: SMUT

Ambos nos encontrábamos sentados en el sillón de la sala de estar. Mi padre daba vueltas por toda la casa por si se le había olvidado meter algo en su maleta, pues tenía un viaje de negocios muy importante. Yo observaba con deseo a mi novio manteniendo mis piernas fuertemente cruzadas. Él estaba sentado con las piernas ligeramente abiertas, se mostraba relajado, pero si te fijabas en su pecho, este subía y bajaba debido a la excitación del momento. Observé sus labios rosados, se los relamió y sonrió, yo sonreí de vuelta. En ese intenso momento, papá interrumpió.

- Me voy ya. - Avisó y lo miramos parado en frente de la puerta. - A más de un metro de distancia. - Recordó. Asentimos con la cabeza y lo vimos marchar.

En cuanto la puerta se cerró, me coloqué rápidamente sobre el regazo de Roger y comencé a besarlo apasionadamente. Me abrazó fuertemente hacia él y comenzó a besar mi cuello.

- Te deseaba tanto... - Musitó. Se alejó de mi cuello, me miró a los ojos y sonrió.

- Yo también. - Le di un pico en los labios que terminó convirtiéndose en un picante beso con lengua.

Taylor comenzó a empujarme ligeramente hasta que quedé tumbada bajo suyo. Nos separamos del beso y ambos nos deshicimos de nuestras camisetas. Al ver su precioso pecho al descubierto mordí mi labio inconscientemente y lo acaricié. Roger echó la cabeza hacia atrás.

Se acercó a mis pechos y me desabrochó el sostén, dejándolos al descubierto. Lamía y succionaba mis atributos mientras yo le acariciaba el cabello. Seguidamente, se alejó de mis senos y se dedicó a quitarme el pantalón hasta que quedé en braguitas.

Observó con detenimiento mi cuerpo, me gustaba verlo tan concentrado, parecía estar en otro mundo. Pasó ambas manos por mis curvas lentamente, causandome un escalofrío.

- Tienes un cuerpazo. - Carcajeé por su comentario.

Roger llevó su mano hacia su cinturón y se lo desabrochó hasta poder bajarse los pantalones y los calzoncillos. Finalmente, me deshice de mis braguitas, haciendo que ambos quedásemos desnudos al completo.

Analicé su perfecto cuerpo y lo acerqué a mí. Abrió mis piernas, acarició mi muslo interno y alineó su pene con mi entrada. No tardó en empujar para que entrase todo. Por suerte el dolor del principio se esfumó rápidamente, siendo reemplazado por el placer. Observé su rostro, estaba completamente perdido en el éxtasis del momento. Y yo también, la sensación de su pene entrando y saliendo era una maravilla.

- Eres perfecto, Rog. - El aludido, al escuchar mis palabras, se retorció y soltó un jadeo. Sonreí y continué disfrutando del momento.

Segundos después, vi que Taylor comenzaba a sudar, acaricié sus manos, las cuales estaban fuertemente aferradas a mis caderas, y esperé felizmente a que se corriera soltando un placentero jadeo. Dejó de moverse para recuperar el aliento y se dejó caer encima mío, colocando su cabeza entre mis pechos. Yo acariciaba su pelo delicadamente.

- ¿Te has corrido? - Preguntó.

- No. - Se incorporó y sonrió pícaro ante mi respuesta.

Relamió sus labios y comenzó a bajar lentamente hasta encontrarse entre mis piernas, las cuales abrió nuevamente para adentrarse en ellas. Sentí como su lengua pasaba por mi vagina, proporcionándome un placer indescriptible.

Agarré su cabeza fuertemente y eché la mía hacia atrás. Roger continuaba haciendo su faena, y el hecho de tenerlo entre mis piernas me excitaba todavía más. Tanto que comencé a sentir aquel famoso cosquilleo en el vientre, cosquilleo que fue acumulándose hasta explotar en mi clítoris.

Abrí la boca y solté un gemido a la vez que acercaba fuertemente a Taylor. No lo dejé marchar hasta que el orgasmo se dio por finalizado. Se acercó a mí y me besó apasionadamente.

- ¿Ahora te has corrido? - Asentí frenéticamente con la cabeza.

Sonrió en medio del beso. Al separarnos nos quedamos abrazados mientras mirábamos a la nada.

- Te amo.

- Yo también, Roggie.

· One shots // Roger Taylor y tú ·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora