Te Odio [GalliRei]

9. Preocupación

Unas horas después, todos fueron a aclarar las dudas sobre el plan de ir a Paradis. Allí estaba el Comandante Magath y los demás guerreros y algunos candidatos a guerreros.
El comandante Magath comenzó a hablar:

—Vale, escucharme. Hoy iremos a Paradis, el plan lo planeamos ayer pero lo repasaremos por si hay dudas.

Todos comenzaron a hablar y a aportar ideas respetando los turnos de palabra. Porco se comenzó a sentir mal, su visión se volvió borrosa, su respiración acelerada y todo su cuerpo comenzó a temblar.

—M- mierda.. —Murmuró Porco.

—Hey, ¿Estas bien? —Le preguntó Reiner en un susurro.

—N.. no, necesito salir..

—Vale, relájate. —Le dijo Reiner pensando en un solución.

—T.. tengo miedo, Reiner.. a-ayuda.

Porco se levantó de su asiento pero al estar de pie cayó al suelo sentado para luego comenzar a llorar llevando sus manos a su cabeza mientras se hacía una bola consiguiendo llamar la atención de todos los presentes.
Reiner rápidamente se agachó y se puso enfrente suya.

—Tranquilo, va a estar todo bien. Te lo prometo. Respira hondo, respira.. venga, uno, dos, tres.. por favor, relájate. Estoy aquí, estoy aquí para tí.

—Todos fuera ahora. —Ordenó el comandante y todos se fueron menos ellos dos y Magath.

—No te agobies, todo va a ir bien.. venga, respira. ¿Quieres un abrazo?

Porco solo asintió con la cabeza mientras intentaba respirar.

—Ven aquí. —Le dijo Reiner y abrazó a este con fuerza. —Todo irá bien. Me tienes aquí, estoy contigo ¿vale? Venga tranquilo..

El comandante Magath solo se quedó en una esquina observando, él no era de empatizar con eldianos además tampoco sabia bien que hacer en momentos como esos.

—N-no te vayas, por favor.. por favor. —Murmuró Galliard.

—No me voy a ir, no me iré. Te lo prometo.

—Q-quiero protegerte pero a la vez no me siento capaz.. solo soy un inútil, siempre t-todos han sido mejor que yo..

—Ya te lo dije una vez, Porco. No eres un inútil, eres mucho más que eso. No puedes verlo pero los demás si, yo puedo verlo, Pieck y los guerreros sí. Ellos te han confiado sus vidas porque saben que puedes contra esto y más.

—¿Y si no puedo..?

—Confía en tí mismo. Tú puedes.

—G-gracias.

Porco se relajo y pudo volver a respirar con normalidad. Reiner se separó del abrazo y limpió las lágrimas del contrario con sus pulgares.

—¿Mejor? —Preguntó el comandante.

—Sí, solo me agobie. Lamento interrumpir.

Cuando llegó la hora, el comandante avisó y todos comenzaron a prepararse. Minutos después todos ya estaban preparados así que fueron subiendo ordenadamente a la nave como dijo el comandante.
Cuando entraron, Reiner y Porco se alejaron de la multitud de guerreros para así respirar. Los dos se sentaron en un lugar tranquilo y sereno.

—Duerme un poco.

—Mmhh, si eso haré. —Respondió Porco apoyando su cabeza en el hombro del contrario.

—Bebé, despierta.

Porco se frotó los ojos y observó a Reiner.

—Ya llegamos, amor. Vamos levantate.

Reiner levantó a Porco del suelo y los dos salieron de la nave junto a los otros guerreros.

—¡Escucharme todos! ¡Parece ser que llegamos más pronto de lo que pensábamos así que haremos todo lo pensado, atacaremos por la mañana como teníamos planeado. Ahora entremos para terminar de repasar el plan ya que no pudimos antes por inconvenientes! —Grito el comandante y todos volvieron a entrar a la nave sentadose en el suelo haciendo un círculo.

—Vale, lo primero es que los guerreros ataquen a la legión con nuestras armas. Matar a toda la gente posible. Después aparecerá Jaeger con el titán bestia siendo apoyado por el titan carguero, también os centrareis en matar a los de la legión y sobre todo en proteger a los demás titanes. Más tarde cuando aparezca Eren Jeager, saldrán el titán mandíbula, o sea Galliard y el titán acorazado, Braun. No contamos con que aparezca el titán colosal pero si da el caso de que este aparece entonces tendríamos que distraerle. Por último, los candidatos a guerreros Irán a por los rehenes. ¿Entendido?

—¡Si! -Dijeron todos al unísono.

—Ya os podéis marchar a estar por la nave hasta mañana.

Todos se fueron por ahí menos Zeke y sus amigos.

—¿Jugamos a algo? —Pregunto Colt.

—Vale.