Te Odio [GalliRei]

8. Placer

Reiner se bajó el pantalón y el bóxer, sacando su gran y erecto miembro el cuál tenía algo de semen en la punta por la excitación.

—¡Date prisa. La quiero ya~!

—Que avaricioso eres, amor. —Dijo y la metió rápidamente haciendo que a Porco se les salieran algunas lágrimas por el dolor. —Ahh~. Esto esta muy estrecho~

—N-no te muevas todavia~

—No lo haré.. —Dijo apartando las lágrimas de los ojos de Porco.

Unos segundos después, Porco empezó a mover sus caderas haciendo que a Reiner le quedará claro que ya podía empezar a moverse.

—¡Agh~! ¡Reiner~!

Primero él empezó con embestidas suaves y lentas pero terminaron siendo rápidas y salvajes.

—¡Ngh~!

—¡Ahh~! Eres tan hermoso~

—¡Se siente muy bien~!

Con unas embestidas más Reiner y Porco llegaron al clímax. Los dos tenían la respiración entrecortada y cansada. Por último estos se besaron, juntando sus lenguas.
Al separarse se tumbaron en la cama y se abrazaron con mucho cariño.

—Te amo, Pokko.

—Y yo, amor.

Los dos se quedaron dormidos rápidamente, realmente a ninguno le importaba que hora fuera. Ellos solo querían quedarse así para siempre.

Eran las 11 de la madrugada, el comandante Magath entró a la habitación ruidosamente como todas las mañanas.

—¡Braun! ¡Galliard! ¡Levántense! —Grito saliendo de la habitación.

Reiner se sentó en la cama aún con la sábana tapando de su cintura para abajo mientras que Porco seguía durmiendo abrazandole.

—¡Hola chicos! ¿Que tal est-. —Saludó Pieck asomándose por la puerta quedando sorprendida al verlos desnudos. —Uhh ¿Qué paso ayer? —Preguntó con una sonrisa en su rostro.