Capitulo 16:Amor real.
Estaba seguro de nunca haber dormido tan relajado, incluso estando en el pasillo frío de un hospital. Con la cabeza recostada sobre el regazo de Shoto y su mano apoyada en mi cadera, suspiré en silencio. No recordaba en qué momento me había dormido; o si lo hice antes que él o no. Sin embargo, lo único que podía recordar era la sensación de sus labios sobre los míos, cálidos, estremecedores y míos...solo míos.
Abrí un poco los ojos en cuanto oí murmullos y pasos que provenían desde el pasillo que conducía a los elevadores. Tenía los pies algo fríos, pero no le di importancia. Llamé a Shoto pero él seguía dormido, así que me quedé recostado donde estaba y entrecerré los ojos. Lentamente dos figuras poco nítidas comenzaron a aparecer: Izumi y Natsuo con el coche de bebé de Eri, quien debía de estar dormida. Estaba a punto de abrir los ojos cuando oí que hablaban de nosotros. Aunque una parte de mí no los abrió porque sabía la cara que pondría mi hermana en cuanto nos viese tan cercanos. Incluso aunque no hayamos hecho nada malo.
—Míralos —susurró Natsuo—. Se ven tan pacíficos juntos. Se ven como...
—Natsuo, no. Tú sabes más que nadie que esto no funcionará —le espetó mi hermana, algo que no me sorprendió en lo absoluto.
—Cuando dices que no funcionará, ¿a qué te refieres exactamente? Si es por Shoto, bueno, tal vez pueda entenderlo. Pero si te refieres a que ellos no son indicados el uno para el otro —hizo silencio. Seguro nos estaba observando detenidamente—, creo que podrían haberse conocido en otra vida. Tienen esa conexión que se ve en muy pocas personas.
—Como digas —resopló mi hermana e imaginé que rodaba sus ojos—. Sin embargo, tu misticismo no les servirá de nada, Natsuo.
—Ajá. De todas maneras me parece que hay otra cosa que no has notado — respondió él.
— ¿Qué?
—Él está enamorado de él.
Ahogué una tos, por nuestro propio bien.
— ¿Qué ideas tienes? —se exasperó ella—. Por favor, ni lo digas.
—Es tan obvio —repuso él—. Y Shoto lo quiere, Izumi. Tal vez hayas creído cuando te dijo eso de que no se enamoraría de el. Pero conozco a mi hermano y no tengo dudas de que lo quiere.
Mi corazón latía con fuerza y temía que mis mejillas se convirtieran en dos bolas de fuego, delatándome. Apreté los ojos un poco. Ya no sentía frío en los pies, ya no sentía frío en ninguna parte de mi cuerpo.
—No puede suceder —masculló mi hermana.
— ¿Y qué si sucede? —Replicó Natsuo—. Izumi, se más emocional y menos racional por una vez. Y míralos, pero míralos en serio.
—Los estoy viendo, Natsuo...
— ¿Y no te das cuenta?—se quejó él. Diablos, necesitaba abrir los ojos y acabar con esa estúpida discusión. Pues si yo quería a Shoto era mi asunto. Aunque Natsuo tenía un buen punto.
—Acabo de decírtelo. Es imposible.
Natsuo prosiguió.
—La manera en que el se acuesta sobre su regazo. La mano de él en su cadera... ¿no te recuerda a alguien?
— ¿A quién?
—A ti y a mí. ¿Recuerdas que no podíamos separarnos ni un momento?
Ambos hicieron silencio y Shoto presionó sus dedos sobre mi cadera, lanzando descargas de energía a todo mi cuerpo. Respiré profundo y me obligué a no sonreír como idiota ante su toque. Al parecer había despertado o llevaba consciente la misma cantidad de tiempo que yo. No obstante, al igual que yo, no había abierto los ojos, puesto que aún podía oír a mi hermana hablar sobre nosotros.
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Mi dulce destrucción (TodoDeku)
FanfictionShoto Todoroki había dejado de lado su faceta de chico malo, corredor de carreras ilegales, y mujeriego empedernido, hace mucho tiempo. Ahora es un buen chico. Muy bueno, de hecho. Pero las cosas cambian cuando se da cuenta de que comienza a tener s...