Prisioneros [YOONMIN]

Capítulo 12

Yoongi se derrumbó y hacía su mejor esfuerzo por no llorar. Recordar todo aquello le causaba mucho dolor. Yo intenté consolarlo.

—Tú hiciste todo lo posible por ayudarle —le dije—. Tú no tienes la culpa de lo que le pasó o la decisión que tomó al final. Él solo fue otra víctima del sistema como tú y yo...

Yoongi empezó a reírse de una manera irónica.

—No Jimin, yo no soy como ustedes.

—Claro que lo eres —le repliqué—. El mundo se puso en contra tuya sin razón. Lo que hiciste estuvo mal pero si lo hiciste fue porque ellos te quebraron en primer lugar.

Yoongi se me queda mirando con un semblante muy frío y aterrador. Si le sumas a eso que me acorraló contra la pared recargando su peso sobre todo mi cuerpo, realmente sentí mucho miedo por él.

—¿Sabes por qué yo si soy un criminal y ustedes no? Porque tú fuiste inculpado por un delito que jamás cometiste; Taehyung intentó salvar a su hermanita de un imbécil que intentó violarla y la muy desagradecida no le devolvió el favor. En cambio yo, en vez de ser paciente y esperar a graduarme para no ver a esos hijos de puta otra vez y rehacer mi vida, planee un homicidio a sangre fría de manera más horrible posible. Cada noche me atormento pensando en sus gritos, en su llanto, en su desesperación, en sus plegarias... En su carne achicharrandose... En si siquiera pensaron en mí y en todo el daño que me hicieron... Yo soy un monstruo, ustedes no. Ustedes son muy puros y buenos para este mundo. Así que no nos compares.

A pesar de su impactante narración y lo intensamente fría que era la mirada de Yoongi, no vi en el a un ser horrible, vi a un chico muy traumado que solo quería ser salvado.

—No me das miedo— le dije mientras ponía mis manos en sus mejillas—. Y no eres un monstruo. Eres un buen hombre con un alma muy rota. Lo que hiciste fue un crimen, pero sé que no lo hubieras hecho si todo el mundo te hubiera tratado como te lo mereces, con amor.

Sentí un impulso de besarlo. Por unos segundos él me correspondió pero luego se apartó. Le pedí que me disculpara. El me miró dulcemente y me dijo que no me disculpara.

—No era momento —dijo él—. Buenas noches, Jimin.

Esa noche Yoongi tuvo pesadillas. Lo desperté. Le pregunté porque tuvo pesadillas y me dijo que era la primera vez en mucho tiempo que soñaba con Taehyung.

—¿Sabes? —me dijo Yoongi—. Cuando era niño y tenía pesadillas mi mamá dormía conmigo hasta que me dormía otra vez.

—¿Qué estas insinuando? —le pregunté.

—¿Podrías acostarte conmigo, al menos hasta que yo me duerma?

Mis mejillas se encendieron, pero acepté.

Yoongi volvió a tener pesadillas, así que decidí abrazarlo para calmarlo. Aparentemente eso funcionó y él durmió tranquilamente.

Realmente me seguía causando estrés dormir en esa cama porque después de todo, alguien había muerto ahí. Sin embargo, estar abrazado a Yoongi, tener su olor tan cerca y penetrante... Yoongi me había parecido un tipo rudo y grande pero en ese momento lo sentí tan vulnerable y tan mío... Aquella sensación me hizo olvidar la tragedia que había ocurrido ahí y por primera vez, pude dormir plenamente en esa cama.

Al otro día un guardia fue a despertarnos y nos encontró en esa posición.

—Parece que los rumores eran ciertos —dijo en tono sarcástico. Muy grosero, a decir verdad.