Capítulo 13

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Narra Yoongi

Por varios días Jimin y yo no volvimos a hablar de alquel beso. Aunque el seguía durmiendo conmigo ya que solía tener muchos sueños horribles con Taehyung.

Me sentía un poco frustrado. Llegué a considerar que aquel beso sólo fue un impulso. Bueno no importa. Creo.

No había hablado con Kim Namjoon en años. Me preguntaba que tan agradecido seguiría conmigo. Logré conseguir su número y lo llamé para pedirle que me ayudara a probar la inocencia de Jimin.

—Me gustaría poder ayudarte —dijo Namjoon—. Pero desde que asumí el rol de líder me he dedicado a "reestructurar" los negocios familiares, si entiendes a lo que me refiero. Es un proceso muy complicado y ahora estoy muy hundido en problemas. Doy mi palabra de que te ayudaré a ayudar a tu amigo. Pero debes esperar unos meses a que la situación de mi empresa mejore.

Durante meses, incluso años esperé que Namjoon cumpliera su promesa. No pasó nada. Honestamente llegué a pensar que ni siquiera lo intentó.
Bueno al menos y con todos los problemas que tenía encima, mantuvo su promesa inicial de protegerme a mí en prisión, y si yo estaba protegido Jimin también. Pero mi más grande deseo era que Jimin saliera de ahí.

Narra Jimin

Por varios días quise hablar de Yoongi sobre el beso. Sin embargo no encontraba la manera de hacerlo. En vez de eso hablamos de las cosas más frivolas, de su pasado, de sus libros.

—¿De dónde sacas todos esos libros?

—El enfermero Jung Hoseok me los da. Tiene un buen gusto.

Con el tiempo me pregunté si me estaba enamorando de Yoongi. Era un chico muy simpático, pero seguía siendo un asesino. ¿Sería el capaz de hacerme daño? Tenía miedo de mis propios sentimientos.

En una ocasión, Yoongi se encontraba en la enfermería quejándose de un intenso dolor en el hombro. Me encontraba completamente solo y eso atrajo a la sabandija de Saeboon y su pandilla.

—Si intentan a hacerme algo le diré a Yoongi —los amenacé.

Saeboon se rio y sacó una navaja y la puso en mi garganta.

—Entoces supongo que tendré que matarte —me contestó escupiendome la cara—. Yoongi podrá ser una especie de dios aquí pero créeme, a nadie le va a importar la muerte de un violador como tú.

Saeboon me arrancó el uniforme como pudo y empezó a tocar mi cuerpo. Otra vez esas manos asquerosas encima de mí. Grité por ayuda. Pero el hizo presión con su navaja recordandome que me mataría si no hacía silencio. No tuve más opción que aceptarlo todo y callar. Si ese día no morí, fue porque tuve la suerte de que un guardia notara la navaja y se llevaran a Saeboon a los calabozos.

Cuando Yoongi y yo nos volvimos a encontrar fue muy difícil ocultarle la verdad. El dulce rostro de Yoongi adoptó una expresión muy macabra. Pude ver en sus ojos las imensas ganas de venganza que tenía.

—Yoongi, por mí. Te pido que no lo hagas.

Yoongi me abrazó con fuerza. Me dio un beso en al frente y me prometió que nunca más me volverían a lastimar.

Sin embargo, eso no me tranquilizó para nada.

Prisioneros [YOONMIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora