Capítulo 15

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Yo estaba detrás de Yoongi dándole besos en su espalda. El estaba completamente quieto y liberando pequeños gemidos de placer por cada beso. El se volteo a verme. Hizo un gesto co su lengua y me miró de abajo hacia arriba.

—En este momento mi mente es un desastre imaginando todas las cosas que quiero hacerte —Yoongi se alejo repentinamente de mi y se sentó ocultando su cara entre las rodillas—, pero no quiero aprovecharme de ti como el imbécil de Saeboon.

Yo me acerqué, lo abracé por la espalda y le susurré al oído:

—Si me prometes que lo harás porque me amas entonces todo estará bien.

Yoongi voltea a verme. Sonríe y me da un tierno beso en la boca. Yo pongo mis dos brazos sobre sus hombros y él apoya sus manos en mi cintura... Él mordió y beso cada parte de mí.

La prisión es un infierno.
La comida apesta.
El olor a moho te marea.
Las pandillas te persiguen.
Las amenazas abundan.
Estas alejado de tu familia.
Te tratan como si fueras un animal.
Pero esa noche, Yoongi y yo construimos nuestro propio pedazo del paraíso con nuestros besos, caricias y gemidos.
Lo amaba, joder como lo amaba.

Yoongi de quedó dormido antes que yo. Se veía tan bello, tan inocente, tan puro.

¿Por qué no lo conocí antes? ¿Por qué no lo conocí cuando aún había esperanzas de salvarlo?

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¿Por qué no lo conocí antes? ¿Por qué no lo conocí cuando aún había esperanzas de salvarlo?

¿Por qué las manos con las que prendiste fuego a seis personas son las mismas que me hacen sentir el ser más afortunado del mundo?

Supongo que estoy loco. Pero loco de amor.

Saeboon se la estaba pasando muy mal sin su cocaína. Yoongi ya se había vengado, pero en vista de que yo fui la víctima de todos sus abusos, aproveche su deplorable situación para obtener la mía. Espere a que estuviera completamente solo y con todas mis fuerzas le di un buen merecido puñetazo en la cara. Me atrevería a decir que le rompí un diente.

—De esta tu noviecito no podrá salvarte —me amenazó Saeboon.

Realmente se veía patético tratando de de amenazarme mientras intentaba detener la hemorragia de su nariz. Saeboon se vino encima mío pero yo fui más listo. Lo golpee en su entrepierna y el cayó al piso en posición fetal. Puse mi pie sobre su cabeza y acerqué mi rostro lo más que pude para que me escuchara

—Escúchame bien pedazo de basura, de aquí en adelante te mantendrás lejos de mí, 30 metros es suficiente. No quiero que vuelvas a molestarme nunca más.

—¿Por qué te haría caso?
—Porque de lo contrario le diré a todo el mundo que haces trampa en el poker.

Saeboon no dijo nada. Tampoco necesitaba que lo hiciera. Antes de irme le di un puntapié en el estómago.
Mis amenazas funcionaron. Saeboon y su pandilla jamás volvieron a acercarse a mí.

La venganza de Jimin LoL

Prisioneros [YOONMIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora