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De acuerdo, Jimin estaba empezando a tener miedo y mencionando la situación en la que se encontraba era fácil comprenderlo, después del terrible susto que sufrió a causa del pensamiento de la perdida de su novio, ahora se encontraba sentado en la mesa del comedor con un plato que mínimo tenía diez pancakes justo enfrente de su vacilante mirada.

¿Jungkook se estaba vengando por lo de esa mañana?. Si era eso, prefería contenerse y afrontar las consecuencias antes de morir tan joven a causa de un envenenamiento.

Pero considerando la mirada para nada amistosa que le dedicaba su novio, supo que no tenía más opción que probar su posible y para nada descartable ultimato bocado.

-Te sigo esperando Jimin- advirtió notoriamente molesto, por favor necesitaba un poco de crédito.

Jimin suspiro profundamente antes de tomar un pancake antes de llevarlo a su boca lentamente, cuando pudo sentir en dulce del mismo apretó sus parpados esperando no desmayarse por el nivel elevado de azúcar, dispuesto a todo, dio el primer bocado y lo mastico como si estuviera comiendo un monto de filosas piedras, por lo último le fue inevitable a Jungkook no poner los ojos en blanco.

Jimin era el rey de la exageración y el drama.

Observando con nervios, Jungkook mordió su labio esperando por primera vez una aprobación, era de las personas que hacían lo que les venga en gana bueno, siempre y cuando Jimin estuviese de acuerdo con eso y ahora más que nunca esperaba de todo corazón que lo estuviera, se había pasado toda la mañana tratando de perfeccionado sus inexistentes habilidades en la concina y no tuvo mejor idea que preparar unos deliciosos pancakes.

Esperaba todo menos un ...

-Estos definitivamente no los hiciste tu- aseguro mordiendo un buen pedazo del postre terminándoselo de contado.

-Pero que jodidos te pasa. ¿Estás insinuando que me crees incapaz de preparar algo bien por mi cuenta Park Jimin?- hablo indignado por lo dicho por su novio.

-Nunca mi amor, pero tenemos que ser realistas- respondió con simpleza.

Al escuchar tal estupidez Jungkook cogió el plato llevándolo lejos del mayor, quien al ver dicha acción se apresuró a intentar arrebatárselos fallando en el intento, Jungkook era hábil y escurridizo.

-No te los lleves por favor- rogó fingiendo lloriquear.

-No te los daré por malo- le saco la lengua antes de encerrarse en su habitación luego de haber cerrado de un portazo la puerta frente la cara del mayor. Jimin podía sentir como se lo llevaban los diablos.

Él lo permitía todo, excepto dos cosas; que se pasen de listos con su novio y que le nieguen o quiten la comida, por nada del mundo lo toleraba.

-Tienes cinco minutos para abrir esta puerta conejito, pasado de lo acordado no respondo- advirtió ladeado sus labios en una sonrisa.

Era una buena estrategia, sabía cuanto le ponía a Jungkook los castigos, haría lo posible para salirse con la suya y conseguirlos a cualquier costo.

-No puedes obligarme- canturreo divertido.

Con esas palabras supo que tenía el juego en sus manos, lejos de insistir Jimin salió de la casa apresurándose a escalar el inclinado árbol situado afortunadamente detrás de la habitación que compartía con el menor y hablando del mismo, agradeció su adorable descuido.

La ventana estaba abierta y su conejito de espalda abrazando el plato de los exquisitos manjares. Ahora ya no quería los pancakes, su objetivo cambio repentinamente dejando al castañito como objetivo principal.

Siendo silencioso entro y camino sigiloso hasta quedar detrás de su precioso novio que al sentir un par de manos tomar su cintura se sobresaltó y más cuando una pequeña mano palmeo suavemente su trasero.

Se giró lentamente con la mirada en el piso evitando a toda costa encontrarse con los ojos depredadores, suspiro cunado otra mano se apoderó completamente de una de sus nalgas siendo empujado bruscamente hasta quedar con su pecho contra el de JiMin, quien solo mostraba una sonrisa perversa en sus regordetes labios.

-¿Escapabas de mi conejito?- pregunto fingiendo tristeza.

-N-no- respondió aún temeroso de mirar directamente a los ojos contrarios, Jimin era inteligente y sabia hacerlo pecar.

-¿¡En serio!?, hablo coqueto, Jungkook asintió intentando mostrarse convincente.

Jimin mordió su labio inferíos al notar el nerviosismo de su novio, Jungkook era un diablillo siempre y cuando no lo tomasen desprevenido, cundo estaba descuidado era como un cachorrito esperando angustiado a su madre.

-Entonces...- metió su mano derecha en el pantalón del menor hasta tocar su entrada -no te molestará que haga esto- dijo para después introducir bruscamente cuatro dedos en la entrada del chico y levantar su cuerpo hasta quedar de puntitas.

-¡J-Jimin!- gimió por el reciente estímulo gustoso.

Continuando con su trabajo, Jimin movió su mano con rapidez, doblando un poco sus dedos para intensificar el placer a su novio; Jungkook, por su parte se aferró a los hombros de su pareja con fuerza por lo delicioso que se sentían los movimientos en su interior, apretó los ojos con fuerza cundo la piel de su cuello fue maltratado por los labios del pelinegro quien al sentir los espasmos del menor saco sus dedos con brusquedad provocando que su conejito lloriqueara por el reciente abandono.

-A-ahora n-no juegues- reclamo Jungkook tomando la mano de su mano para llevarla a su boca y lamer los dedos que no hace mucho fueron los causantes del delirante estimulo en su entrada. Jungkook mantenía la mirada fija a los ojos de su novio mientras sacaba la lengua y la pasaba lentamente por su dedo medio, introduciéndolo por completo cundo sus labios rozaron a uña.

-Joder Kook eres un buen niño- elogio deslizando sus dedos por la cavidad bucal del menor, Jungkook lejos de protestar abrió toda la boca asegurándose de no dejar ninguno de los cuatro dedos fuera.

Jimin saco sus dedos para luego apoderarse de los pecaminosos labios de Jungkook, un beso carente de sutileza y ternura pero desbordante de pasión y sensualidad.

-Merezco una recompensa mimi- hablo con fingida inocencia, sabía que eso llevaba al pelinegro al límite.

-Meres una recompensa cariño- hablo mientras succionaba la piel del sensible cuello del menor -lo haremos a tu manera... hoy tú dominas nene- hablo mirando lo deliciosamente desastroso que estaba Jungkook.









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𝑓𝑟𝑎𝑠𝑒 𝑒𝑚𝑜𝑡𝑖𝑣𝑎
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No hables actúa. No digas, demuestra. No prometas, cumple.

⚠️La frase no es de mi autoría, créditos a su creador yo solo la pongo con el fin de animar a cumplir con sus metas ✨✨

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Cuatro | Jikook |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora