Seis

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Narración de Rea a los once

Lo primero que necesito hacerles saber, es que no pertenecen a esta época, ni a este planeta... Ni siquiera son humanos reales, pero sí mortales, al menos por ahora.

La dichosa "Gran tormenta" sucedió a causa de una discusión que tuvimos Cronos y yo. Ambos estábamos furiosos, y todos ustedes intervinieron para evitar que la discusión pasara a los golpes.

Cronos, mi esposo, creó un portal para desterrarme del Olimpo en el que habitamos, pero sin querer los arrastré a todos ustedes. Al llegar a la tierra, ninguno recordaba siquiera algo más que su nombre, los relámpagos de la tormenta absorbieron sus poderes y a la vez los volvió mortales. Todos llegaron inconscientes, a excepción de Afrodita y de mí, fuimos las únicas que lograron escapar antes de ser halladas por los entes gubernamentales.

A ustedes los sometieron a una serie de exámenes y fueron liberados, tal y como lo dicen los periódicos, luego los encerraron en ese internado y de ahí ya saben lo que pasó. Los anduve buscando durante mucho tiempo, pero para nuestra infortuna el gobierno los encontró primero.

Me hice pasar por una científica para poder ingresar al laboratorio Schwarzenegger y así poder estudiar a fondo qué fue lo que pasó exactamente con todos nosotros. Experimenté con Afrodita durante meses, y mi teoría es que sus poderes no están extintos del todo, de alguna manera fueron reemplazados por trastornos y conductas antisociales.

Hera es la Diosa de la seducción, imagino que aquí casi siempre anda cachonda.

Medusa tiene serpientes en la cabeza, supongo que aquí tendrá la habilidad de actuar como una al moverse y soltar veneno con sus palabras.

Poseidón es el Dios de los mares, alguna manía ha de tener con el agua.

Zeus es el Dios de los hombres y del cielo, no es muy complicado descubrir que es el líder de todos vosotros.

Afrodita es la Diosa del amor y la belleza. El color de sus ojos no son una anomalía, originalmente son así. Singulares, desiguales y preciosos.

Hefesto es el Dios del fuego y la forja, ví en las noticias que calcinó un edificio entero. Ya sé quién fue el causante del desacato en el psiquiátrico.

Apolo es el Dios de la música y la medicina, he de presumir que él ha comandado el robo de elementos e implementos químicos en el laboratorio.

Hades es el Dios del Inframundo, no quiero ni imaginar qué fetiches tendrá con los tiesos.

Némesis es la Diosa de la venganza. Por su actitud, puedo presumir que es una jodida sanguinaria.

Ares es el Dios de la guerra, por sus músculos estimo que es muy violento y descontrolado.

No sé con exactitud por qué sus memorias fueron borradas, pero sí sé que a todos les da dolor de cabeza al intentar recordar algo más allá de su ingreso al Villa Vilá. Me sucede a mí también en ocasiones. Todos han de tener lagunas mentales y saber cosas que curiosamente no saben dónde las aprendieron o quién coño se las ha enseñado, y es porque vuestros recuerdos están bloqueados, pero algunos se escapan por una pequeña grieta en la corteza prefrontal de sus cerebros. No están del todo desmemoriados.

Aquí es donde viene lo interesante.

Zeus, Hera, Hades y Poseidón; Cronos y yo somos vuestros padres. El resto de vuestros hermanos se quedó en la época a la que pertenecemos ya que ellos no se metieron en el conflicto.

Zeus y Hera ya eran amantes en el Olimpo, pero obviamente lo olvidaron y por eso creen que su romance comenzó aquí, dentro de la familia que les asignó el gobierno. Hefesto es producto de su incesto, y él es mayor que vosotros porque Cronos, al ser el Dios del tiempo, manipuló también vuestras edades.

Afrodita es hija de Zeus con la Diosa Dione, quien fue sustituída por Hera.

El resto también tienen su historia, pero es ajena a la que interesa en este instante. Solo estaban presentes durante la pelea y por ende fueron absorbidos por el portal.

Tengo el leve presentimiento de que Cronos también está aquí en la Tierra, y que se mantiene oculto, sin saber cómo revertir esta incognoscible paradoja. Pero no estoy segura del todo.

Todos estamos peligrando en este momento, pero debemos mantenernos escondidos mientras busco la manera de encontrar el camino de regreso a donde pertenecemos. Tengo miedo de que el daño sea permanente, porque en nuestro Olimpo, no hay nada ni nadie superior a nosotros, en cambio aquí somos unos simples prófugos de la justicia que serán castigados con pena de muerte y posiblemente con cadena perpetua apenas sean encontrados.

~•~

Todos se miraban las caras, atribulados. La primera en romper el incómodo silencio fue Hera, por supuesto.

—Entonces, ¿Eres mi madre?

—Sí, así es. Poseidón y Hades también son tus hermanos.

—Pues no pienso arrepentirme por faltarte el respeto, no podías pretender llegar abrazando a mi esposo-hermano sin explicación previa.

Rea exhaló, negando con la cabeza, como si la celopatía de su hija no tuviese remedio.

—Entonces... ¿La bonita es mi sobrina? —inquirió Hades, señalando con su cabeza a Afrodita.

—Ajá, y mi... Hija —Zeus puso una mueca.

—Y mi media hermana —concluyó Hefesto, mirando después a Hera—. Y tú eres mi madre.

—Afrodita me dijo que pronunciaste su nombre cuando la viste, pero juraste que no recordabas de dónde la conocías, ¿Es verdad? —preguntó Rea a Zeus, éste asintió—. Es porque vuestro vínculo es tan fuerte que sentiste una extraña conexión al verla y lograste recordar algo, aunque no fuese mínimo.

—Mhmm ya —masculló Medusa y se volvió hacia Apolo—. Por eso sabes tanto de medicamentos, eres el puto Dios de la Medicina.

—¿Qué es ambrosía? —preguntó el menor a Rea. Ella se mantuvo pensativa un instante antes de contestar.

—Es la bebida que nos confiere inmortalidad en otra dimensión y línea temporal.

—Todo esto es muy raro, en serio —opinó Apolo, levantándose de la mesa—. Mil gracias por el relato inconcluso. Os dejo, tengo una droga que acomodar, será lo único que nos ayude mientras estemos en esta presunta realidad equivocada—. Dicho esto, empezó a colocarse su bata blanquecina y trazar el camino de regreso al ático.

El resto quedó en el salón mirándose las caras, sus semblantes variaban del espanto a la incertidumbre. Aquel enigma no tenía pies ni cabeza, y su paranoia apenas empezaba.


OLYMPUS: EL DESPERTARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora