Capítulo 22- Un cuerpo sin alma

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El sol era cálido y el cielo estaba despejado, Yokohama estaba iluminado ese día mientras caminaba por la ciudad con el ceño fruncido. Estaba seguro de que me veía más gruñón de lo habitual, ya que llevaba cosas en ambas manos

Aunque realmente no estaba de mal humor, o quizá si

La adolescente a mi lado, a diferencia mío, tenía una expresión más calmada, una de sus manos estaba ocupada, sostenía una bolsa de juguetes y dulces. Sus ojos los pasaba rápidamente por todos lados como si buscara algo

Era claro que los juguetes eran para los niños. Estoy seguros están hartos por estar refugiados, así que estaba preocupado porque todos estos dulces y juguetes no fueran soborno suficiente para hacerlos sonreír. Después de todo, lo que es suficiente para los adultos nunca es suficiente para los niños pero confío en lo mucho que mi sobrina los conoce

Un joven en bicicleta pasó mientras silbaba. Los niños pequeños corrieron delante de su madre en busca de una gran cantera que solo ellos podían ver. No pude ayudarlos, pero sentí que tal vez la guerra en los dos sindicatos había tomado lugar en la otra cara del mundo

Pensé en mimic. Pensé sobre esos soldados solitarios que vivían para morir. Gide dijo que me haría entender. Esas palabras eran por supuesto para arrastrarme a la batalla. Pero al mismo tiempo, eran los gritos de sinceros de un niño pequeño. Los únicos que pueden entenderlo son sus hombres o su enemigo... y parecía como si quisiera que yo fuera el último

¿No había manera de que pudiera entenderlos y aún dibujar mis modestas líneas de límite?

_____- estaba pensando...- su voz me sacó de mis pensamientos- si le damos antidepresivos a Mimic se solucionaría todo. La razón por la que no sentimos motivación para vivir es por falta de serotonina en nuestro cerebro, y el medicamento brinda esa sustancia que te vuelve a dar un "propósito"- comentó

Odasaku- ¿Por qué lo dices tan repentinamente?- paré mi mirada en _____ pero ella seguía pasando sus ojos por todas partes

_____- no fue repentinamente, estabas pensando en Mimic, ¿no?- nunca dejaba de impresionarme

Odasaku- ¿Tu habilidad regreso?- cuestione, ella negó con la cabeza

_____- aprendí a leer a la gente sin mi habilidad, ¿recuerdas los 2 años que pase pegada al funcionario de relaciones públicas?- asentí- bueno, parte de lo que me enseñó fue eso, leer gente sin usar mi poder. Has estado frunciendo el ceño todo el rato desde que te dije la idea de los juguetes y ahorita cambiaste tu expresión, lo que significa que estás pensando en otra cosa. Y estás preocupado por los niños y por mi, es obvio, pero me estás mirando demasiado, cada tres segundos me miras como si revisaras que sigo caminando a tu lado- bajó ligeramente las comisuras de sus labios

Odasaku- planeaba dejar la mafia cuando cumplieras la mayoría de edad- se escuchó una risa por su parte

_____- lo se, hicimos una promesa, ¿lo olvidaste?- cambió la bolsa de mano para poder poner la libre en mi brazo- puedo convertirme en jefa cuando tú ya hayas salido de la mafia, eso, sería cuando yo cumpla 18- repitió la promesa que hicimos hace años

El acuerdo había sido ese. Ella quería ser jefa, pero le dije que era muy joven, y para ese entonces ya hacia muchos chistes sobre el suicido, sobre no llegar a vivir hasta los 18, así que le hice prometer que podría buscar ser jefa cuando cumpliera 18, no antes

Odasaku- si, pero mi tiempo en la mafia se alargó cuando conocí a los niños, ahora planeo dejar la mafia cuando ellos se vuelvan lo suficientemente independientes para vivir por sí solos sin mi ayuda o la tuya- No sabía cuándo sería, pero sabía que pasaría un día

Mitad de corazón para dar// Bungou Stray DogsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora