Otro día, más tareas y nuevas clases. Leah había avanzado lo suficiente para intentar comenzar a leer el libro por su cuenta y así practicaba su lectura.
Recién salía del camarote de la capitana cuando escuchó ruido en la galera, le extrañó ya que era muy tarde para que hubiese gente en ese lugar y caminó hacia el sitio con curiosidad.
Justo cuando estaba por bajar las escaleras se cruzó con Silver, haciéndola detenerse de golpe.
– ¿Silver? ¿Qué sucede? – El cyborg se acomodó el sombrero y rió entre dientes.
– Nada, querida. Solo terminando la última tarea del día. – Silver soltó una carcajada y se retiró del lugar. – ¡No te duermas muy tarde, renacuajo!
Leah negó con la cabeza y se asomó por las escaleras cuando siguió escuchando el mismo sonido de antes y sin muchos rodeos bajó, encontrándose con Jim rodeado de una montaña de platos y ollas sucias y él sentado cepillando el fondo de una cacerola.
– ¿Haciendo horas extras? – Jim levantó la mirada hacia la chica y bufó, continuando con el trabajo.
– Ese Silver... Estaba por terminar y me dejó todo esto, no me deja ni un respiro... – Leah contuvo el bostezo que amenazaba por salir de su boca y admiró la gran cantidad de trastes sucios que le faltaban, sin duda tardaría un rato en terminarlo todo.
Sin decir mucho, dejó el libro sobre una mesa y sobre él su chaqueta. Acercó un taburete a la gran montaña de trastes, tomó la esponja más cercana y se dedicó a enjuagar el fondo de una de las tantas cacerolas en la pila. Al ver esto Jim detuvo su acción y la miró expectante.
– ¿Qué haces? – Preguntó al ver que la azabache no se detenía y continuaba lavando trastes sentada junto a él.
– Lavando los trastes. – Dijo sin apartar la mirada de la olla. Jim rodó los ojos.
– Sí, pero. ¿Por qué? – Finalmente, Leah levantó la cabeza con fastidio y lo miró con obviedad.
– Jim, no lograrás terminar con todo esto antes del amanecer, deja de llorar y déjame ayudarte. – Leah terminó con la olla y la dejó a un lado para continuar con la siguiente, aún bajo la mirada del castaño que seguía sin comprender por qué la Meryn ofrecía su ayuda, aunque razón tenía. Se decidió por dejarla estar y continuar su labor.
– ¿Qué haces despierta a esta hora? Creí que te habías ido a dormir hace rato. – Jim fue el primero en entablar un tema de conversación, luego de notar que la azabache pretendía mantenerse en silencio hasta terminar con el trabajo.
– La capitana me está dando lecciones de lectura. – Soltó con simpleza y Jim se detuvo un segundo por la impresión.
– ¿Lecciones de lectura? Como... ¿Estás aprendiendo a leer? – Leah asintió, levantando la mirada nuevamente hacia el chico.
– Hace años cuando vivía por mi cuenta, antes de que Silver me acogiera, logré robarle la bolsa a una mujer. – Relató mientras pasaba la esponja por la parte exterior de la cacerola. – Claro que no sabía el contenido de ésta, cuando la abrí solo habían un par de lápices, una libreta con bocetos y un libro.
» – Al final solo me quedé con el libro porque pensé que tendría algún valor y podría venderlo, pero luego de ojear las páginas y ver la cantidad de palabras que tenía por alguna razón decidí quedármelo. Mis padres no me enseñaron a leer porque ellos tampoco tuvieron una educación así que no podía leerlo, supongo que tal vez me lo quedé porque sabía que tenía una increíble historia en él y esperaba conocerla en algún momento.
– ¿Y la capitana dándote lecciones...? – Preguntó el castaño con curiosidad, sacándole una sonrisa a la chica, recordando lo amable y paciente que había sido Amelia con ella.
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ᴍʏ ᴏɴᴇ ᴀɴᴅ ᴏɴʟʏ - ᴊɪᴍ ʜᴀᴡᴋɪɴs
FanficLeah Khane, pirata y única sobreviviente de la masacre de su planeta, se une a la tripulación del R.L.S Legacy junto a su capitán John Silver para emprender la búsqueda del Planeta del Teroso. Lo que no se imaginaba es que su tesoro ya se encontraba...