"Si nuestro amor murió joven
No puedo dar testimonio y ha pasado tanto tiempo. Pero si alguna vez piensas que te equivocaste
Estoy justo donde me dejaste."
Porque a veces el adiós no es realmente el fin de la historia sino la continuación en un nuev...
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Al día siguiente de su llegada, Ino estaba metiendo en cajas las cosas que donaría y en bolsas las que no ocuparía de nuevo. Pensó que sería fácil pero cuando se dio cuenta ya eran pasada las 2 de la tarde y aunque había llenado ya dos cajas y tres bolsas seguían habiendo un montón de objetos por desechar.
Ino tomo una foto enmarcada que la mostraba a ella cuando tenía 12 años junto a su madre y padrastro.
Eran buenos tiempos y ya nunca más volverán.
"Mamá." Llamó con su vista en la foto. "¿Alguna vez te llegaste a arrepentir de casarte con mi padre?"
"No, cariño."
"¿Aunque te engañara con su secretaria?" No es que su madre le haya contado ese detalle. Ino se enteró por un comentario que su abuelo paterno hizo durante una cena de gala que se vio obligada a asistir.
La madre de Ino río. "Incluso aunque me engañara. Tu padre fue encantador y nos amábamos, por eso quisimos tenerte."
"Más bien un varón que fuera su heredero."
"No. Ambo estábamos encantados con la idea de una niña. Una princesa." Su madre soltó un suspiro. "Pero tú abuelo si se decepciono y le lavó el cerebro a tu padre. Cambió de la noche a la mañana. Tuve que irme contigo. Hubo momentos felices y porque me dio a ti le estaré siempre agradecida."
"¿No te habría gustado conocer a Charles primero en lugar de mi padre?"
"Lo conocí en el momento perfecto. No antes o después. Así sucede cuando alguien llega a tu vida. Ya sea un amigo, una pareja, un profesor, lo que sea. Llegan en el momento adecuado, incluso aunque tú pienses que llegaron tarde o muy temprano."
"Pero de haberlo conocido antes lo habrías amado más tiempo."
"Lo sigo amando, hija, aunque no esté a mi lado físicamente."
Ino estuvo en silencio observando aún la foto que de pronto vio distorsionada. Inhaló y exhaló para seguir con la limpieza.
...
"Pero por dios mamá, ¡hasta mis cuadernos de secundaria siguen ahí!" Se quejó dejandose caer en el sofá de la sala.
"Bueno, siempre pensé que era algo que tu debías hacer. Es parte de tu historia, hija."
Al ver que su madre venía con una bandeja con lo que supuso era el almuerzo, Ino se puso de pie para cargarlo ella hasta la mesa en el centro de la sala. Ambas se sentaron sobre la alfombra, agradecieron la comida y empezaron a comer. Era el favorito de Ino.
"Ma, ¿si recuerdas que tengo hasta una maestría en psicología, no? No necesito todos estos cuadernos. ¿sabes lo mucho que incrementa la huella de carbono?"
"¿La huella de qué? Ay hija, ahora estás aquí y puedes botarlos. Yo sacaré las cajas que hay en la cochera."
