CAPÍTULO 9. Apuñalada

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     (En la mente de Axel) jamás me imaginé que estuviéramos en una situación tan mala, simplemente teníamos que esperar a Jordi y a Leo en Frankfurt para así llegar a Stuttgart, pero no, no, el destino quiso que termináramos justamente en el lado opuesto de Fatherland, en vez de ir a France, ahora tenemos que pasar por Austria hasta llegar a Roma y aparte de tener que preocuparme por llevar sana y salva a Emma, no, ahora un perro pulgoso y una maldita espía enemiga se suman a mis preocupaciones y me pregunto ¿por qué tengo que llevarla?, al menos el perro es agradable y me salvó de una, bueno chico, ojalá al menos llevándola a un hospital o a una farmacia para curar su herida sea suficiente para que pueda ayudarnos si es que realmente quiere llevarnos a Vespucia como "refugiados", ahora si es que quiere sobrevivir le toca colaborar con nosotros, no tiene otra opción al parecer y ya lo último es que la verdad no sé si es una buena noticia el que haya más espías vespucianos por aquí, al menos podrían sacarnos de aquí para evitar a los rojos que ya sería el colmo que nos pase lo mismo que Frankfurt, ahora Passau siendo ataca jaja, ya es un muy mal chiste de Dios y... 

–HEY!!! Axel ya deja de divagar en tu mente y detente un poco, ¿quieres? 

–Está bien, anda reposa –dejando a Anna en una banca.

–Agghhh!, aghhhh!, maldita sea!, esto salió mal, no esperaba terminar con este inoportuno –tratándose de sacar el cuchillo.

–No!!, espera si lo haces te desangraras como cerdo y ahí no podré hacer nada! 

–Se nota que nunca has tenido que correr con un cuchillo en la pierna 

–Bueno algo así sucedió conmigo 

–Bien!, no me platiques tu vida y dame agua 

–Toma –le da una cantimplora. 

–Dame –tomando grandes tragos de agua.

–Se dice por favor dulzura 

–Shut up 

–Hermano, creo que debemos movernos unos metros más para llegar siquiera a alguna casa o algo, ella está muy mal como para dejarla aquí tirada, no sabemos si los rojos ya vienen o peor su KGBM 

–Bien, bien, calma todo el mundo, vamos a hacer eso que dice Emma, para descansar un rato, estamos embarrados de sangre aun y eso no ayuda para nada, ¿qué dices si te dejo con Emma para que ella te dé lo que necesites y yo mientras voy corriendo al hospital a conseguir lo que pueda? 

–Pues, no veo otra opción o desangrarme

–Mira, ahora somos un equipo, te parezca bien o no, ¿ok? 

–Ok 

–Bueno, vamos! –ayudándola a levantarse.

–No me gusta depender de alguien 

–Bueno, creo que ahora harás una pequeña excepción madam 

–Tsss, –una risa– madam, a veces se te nota la alta sociedad 

–Vale!, vamos! 

–Woof!  

     Continuaron caminando unas cuantas calles hasta llegar a una zona residencial, la cual tenía pinta de ser agradable, se notaba que la mayoría de la población de la ciudad ya ha deshabitado sus hogares antes de que los rojos lleguen a matar y violar.  

–Hermano!, Anna!, creo que en el fondo hay una casa no tan expuesta en la que nos podremos refugiar 

–¿Y está vacía?, ¿hay alguien? 

–Ya me asomé, toqué la puerta y nada, Valentín no ha ladrado siquiera 

–Ok!, vamos Anna, es solo una calle más 

Hijos de FatherlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora