11 de mayo, 8:20 a.m.
El Sol apenas y salía por las colinas en una hermosa mañana de sábado, todo estaba relativamente tranquilo en Salzburgo, nada de qué preocuparse, o eso es lo que todos pensaban, ya que hay ocasiones en las que antes de la tormenta todo aparenta ser calma, hasta que las nubes negras empiezan a aparecer a la distancia cuando sabes lo que se avecina, en este caso las nubes no eran negras, eran rojas y aunque el grupo de Luigi supiera que eran perseguidos por la tormenta, realmente no tenían ni idea de en qué momento caería el primer trueno.
– Vasili!
– ¿Si madam?
– ¿Tus tropas en la entrada de la catedral están listas para entrar en acción?
– Están terminando de equiparse Liudmila
– Bien, ¿qué hay de ti Dimitri?
– El equipo especial de asedio ya está esperando sus órdenes Liudmila
– Ok, exactamente dentro de 8 minutos iniciara la operación de captura de los niños, Vasili cuida de tus hombres, ya sabemos cómo es la forma de operar de los romanos bastardos, siempre colocando sus sucias trampas en las entradas, bien, en este caso a ellos les jugará en contra, así que Vasili ten cuidado de que no muera ni un hombre o procura que no sea así
– Sí madam!
– Dimitri y yo estaremos en las entradas de las catacumbas con explosivos colocados para que su sorpresa quede nula a comparación de la nuestra y recuerden que no toquen a los niños, los quiero vivos, a los demás extermínenlos sin pensarlo
– Sí madam!
– Bien entonces todos a sus puestos, Vasili prepara los explosivos de la entrada de la catedral, seguramente deben de estar fortificados adentro y lo demás solo sigue el entrenamiento
– Sí madam, enterado!, tropas coloquen explosivos, preparados para entrar!
– Sí señor!
Una vez ya el plan repasado, únicamente quedaba esperar la cuenta regresiva a las 8:30 de la mañana para que así iniciase el asedio a las catacumbas.
Liudmila era una de las principales agentes en cubierto de la KGBM, hasta ese instante en su historial, jamás había fallado alguna misión, ni una sola vez, era una de las favoritas de Ztalyn debido a que ella ha perdido durante la guerra todo rastro de humanidad que le quedara, es la clase de persona que no dudaría ni un segundo, sin vacilar una orden directa si se tratase de matar a su familia, así de fría era su sangre y sin siquiera hacer una expresión de tristeza o enfado a la hora de realizar tareas horrorosas del pasado, en el fondo ella no sentía culpa, tan solo la motivaba el seguir adelante sin rodeos su deber con el ejército rojo, como ruse y como fiel seguidora de Ztalyn, Vasili y Dimitri son sus subordinados que en un inicio hay que decir que eran 10 integrantes, hoy en día solo quedan ellos dos, los dos mejores, con tal de lograr una misión ella no dudaría en sacrificar a cuantos hombres sea por lograrlo, aunque claro, hay que decir también solamente en situaciones que lo requieran, tampoco perdería hombres porque sí, Liudmila no era nadie con que quisieras estar en su mira.
– Todas las tropas!, en 3, 2, 1, AHORA!!!
BUMMMMMMMMM!!!!!, BUUUUUMMMMMMMM!!!!!, BUUUUUMMMMMMMM!!!!!, grandes explosiones se escucharon en el frente de la catedral donde al término de estas de forma casi que instantánea, al menos una docena de tropas rojas vestidas de civiles, pero armadas hasta los dientes ingresaron de forma rápida y ordenada a la catedral, donde sin pensarlo dos veces el padre Hans trató de impedirlo, sin embargo.
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Hijos de Fatherland
Historical FictionEn una Segunda Guerra Mundial alterna y ficticia donde Fatherland (Alemania) oficialmente se ha rendido, pero el espíritu de lucha germana resiste hasta los últimos momentos de la guerra contra las tropas rojas de Motherland (URSS) y de la Gran Alia...