ｯ Hollywood 2: OUTCOME ━ 𝗔𝗹𝗶𝗰𝗲 𝗜𝗻 𝗕𝗼𝗿𝗱𝗲𝗿𝗹𝗮𝗻𝗱

level sixteen

LEVEL SIXTEEN; LAST GAME

⚠️WARNING⚠️
En el momento en el que Michiko le cuenta a Arisu el plan de la Q♥️, es una modificación respecto al manga. En el manga, Arisu no se da cuenta de ello hasta más tarde

— ¿Quién crees que pueda estar detrás de todo esto, Caillou?

Samura prefería no hablar de esas cosas. En general prefería mejor no hablar, pero de alguna manera siempre acababa siguiendo sus conversaciones. A ella le gustaba cuestionar todo y acabar riéndose de algo o alguien, mientras él sentía que de verdad podía hablar de aquellos exploradores de los que tanto investigó porque Michiko siempre le escuchaba. 

— No lo sé — dijo sinceramente. Ni si quiera se había planteado seriamente quién le había enviado ahí.

— Yo creo que debe ser algo como un dios —dijo Michiko, observando el despejado cielo nocturno. La azotea de los altos edificios de Roppongi eran perfectos para observar todo Tokyo, aunque Michiko prefería tumbarse a mirar las estrellas sin preocuparse de nada más—. Algún día hablaremos con él. O ella. O ellos. ¿Y si son un grupo organizado del gobierno? — su tono de seriedad se perdió por completo, sonriendo mientras buscaba alguna constelación que pudiera conocer. Ni si quiera conocía bien el sistema solar, y planeaba conocer algo más de astronomía por arte de magia.

— No digas bobadas — negó Samura, moviendo con la funda de la katana unos carteles de una idol de J-Pop que al parecer acababa de debutar. Ese edificio debía ser el de una empresa de entretenimiento, entonces—. Tal vez no sea nadie.

Michiko se encogió de hombros, cerrando los ojos por un momento. Si pudiera hablar con la persona a cargo, ¿qué le diría?

— Realmente eres tan despreciable como te ves.

Mira rio, observándola con un brillo en los ojos cuando la notó adentrarse en el jardín de rosas. Había seguido sus indicaciones, y finalmente estaba frente a la Reina. Frente al último obstáculo para garantizar su victoria. Frente a la culpable de todo.

— Sabía que serías la primera en llegar, Michiko — dio un sorbo a su taza de té, indicando con la cabeza que se sentara en la silla frente a ella. Michiko era incapaz de analizar del todo el ambiente, incapaz de apartar la mirada de la mesa de bonito mantel creyendo que había una trampa—. Me gustaría hablar antes de que Arisu llegue. No planeo que el juego empiece aún.

Michiko se quitó la katana, llevándola en mano hasta que se sentó frente a ella. Dejó su arma sobre su regazo, apreciando por un momento lo cómodo que era el acolchado del asiento. Todo se sentía en paz, tan irreal que parecía un sueño. Flores coloridas, de toda clase de tamaños, y un césped tan verde que brillaba como uno artificial. Michiko pudo notar ciertos objetos por este.