ｯ Hollywood 2: OUTCOME ━ 𝗔𝗹𝗶𝗰𝗲 𝗜𝗻 𝗕𝗼𝗿𝗱𝗲𝗿𝗹𝗮𝗻𝗱

level nine

LEVEL NINE; MONSTERS LIKE HER

No fue hasta pasadas las 5 horas de juego que el tan seguro grupo cayó ante el miedo y la desconfianza. En su celda, pudo escuchar perfectamente como la colocada justo a su lado se cerraba firmemente y un collar estallaba. Uno más había caído, quedando de los veinte jugadores iniciales tan sólo catorce.

Michiko lanzó una mirada hacia la líder del grupo, Urumi, la cual mantenía ese gesto infantil mientras todos volvían a reunirse con sus parejas de confianza o bien con los cómplices de aquel asesinato. Como había dicho Banda, el juego acababa de comenzar y a partir de ahora la verdadera naturaleza de todos aquellos desesperados por sobrevivir caerían ante el palo maldito.

Su estómago rugía de hambre, tenía ganas de ir al baño y estaba agotada por las pocas horas dormidas, pero apenas llevaban cinco horas de todas las posibles. Había comida suficiente para un año en aquel terreno, lo sabía porque ella misma lo había comprobado, por lo que no debía desesperarse por el tiempo cuando se tenían previstos al menos varios días de juego.

Se reunió con Yaba en una de las celdas que parecían haber establecido como suyas, observando a las doce personas caminar de un lado a otro y perderse entre las sombras como las ratas asesinas que eran. Ella lo era también y estaba segura que el hombre a su lado tampoco tenía las manos limpias, pero la diferencia radicaba en la naturaleza del asesinato. Ella no traicionaba de esa manera tan sucia y luego bajaba la cabeza para escaquearse.

— ¡Wah! — Yaba soltó una risa que la sobresaltó, de nuevo abrazada a su brazo. Su traje era impecable, lo que la llevó a la conclusión de que tenía un asentamiento estable con agua potable—. Finalmente ha iniciado — sospechosamente igual a Banda.

— ¿A qué te refieres?

— Una vez que la paranoia se satura el grupo comenzará a eliminar miembros — dijo—. Esa chica de ahí — señaló a Urumi, la muchacha de capucha con orejas—. Está tratando de poner humo donde no hay fuego, tratando de manipular a las personas — por un momento llegó a pensar que su manera de leer la manipulación ajena la afectaría a ella también, pero si fuera así ya se habría librado de ella—. Incluso en el reino animal matar a alguien del grupo es tabú. Una vez que ocurre, lo único que espera al grupo es la destrucción.

Para la ronda siete, dos miembros del grupo habían acabado muriendo igual.

— Lo siguiente que pasará será el rechazo de los que están solos — apoyó la cabeza sobre su hombro, observando como el único jugador que quedaba solo, aquel vendedor nato, perseguía a las personas desesperado por conseguir a alguien que le dijera su marca—. Ellos tienen que construir confianza en cada uno de ellos, pero ya no pueden confiar en nadie más. Todos los que están fuera de su grupo, son vistos como enemigos — captó como su mirada estaba puesta sobre el jugador solitario—. Es el momento final de ese hombre, ya que no tiene compañero ni grupo. Trató de mantenerse a flote por sí mismo, pero jamás confió en nadie.