𝗢𝘂𝘁𝗰𝗼𝗺𝗲 [𝗱𝗲𝘀𝗲𝗻𝗹𝗮𝗰𝗲]; 𝗺𝗼𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗿𝗲𝘀𝘂𝗲𝗹𝘃𝗲 𝗼 𝗮𝗰𝗮𝗯𝗮 𝘂𝗻𝗮 𝗮𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻.
Michiko Tsunemori ha logrado sobrevivir a las cartas bajas, encontrándose sola en Borderland sin su mayor apoyo.
Perdida y sufriendo l...
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LEVEL SIX; PRISON
DISTRITO EDOGAWA
— Realmente, ¿han pasado ya tres días? — preguntó, tomando de su vaso mientras su compañero se servía—. ¿Ha pasado algo desde entonces? — preguntó en alto, dirigiendose hacia la tercera figura, observando a través de un telescopio los dirigibles de los juegos.
— Los dirigibles que cayeron el primer día fueron sólo la Q♦️ y el K♣️. Después de eso no ha cambiado nada...
— ¡Que se encarguen los jugadores más fuertes! Solo debemos preocuparnos del K♠️... — expresó con una sonrisa.
— Aún así, ¿quién es el monstruo que ha tirado la Q♦️? — preguntó, atento a los dirigibles. Yendo de uno a otro, sin perderse nada. En cualquier momento se estrellarían como el K♣️, el cual les pilló por sorpresa.
— Tío, ¿no recuerdas a esos tipos que pasaban hablando? — señaló con la botella—. Sobre una tía loca con katana.
Un estruendo se escuchó al fondo, y desvió de inmediato el telescopio hacia el origen, viendo como el zeppelin de la Q♠️ caía tras una fuerte explosión en su parte trasera.
— ¡Q♠️ está cayendo! — anunció.
— ¡Tendría que haber sido el ♠️! — maldijo su suerte, mientras sus compañeros apuntaban más puntos para las apuestas.
— ¡Veo a alguien! — exclamó antes de dejar el telescopio—. ¡Alguien está saliendo de la zona de la Q♠️! — trató de ampliar mejor, aunque apenas se podía ver por las personas que se acercaban curiosas—. ¡Hey, tíos, alguien está saliendo hasta el culo de sangre!
— ¡No jodas! — le rodearon, peleando por la visión de la zona de juego caída. El primer hombre obtuvo la victoria tras empujarlos entre sí, inclinándose para observar—. ¿Y esa tía?
DISTRITO KOUTOU
— ¡¿Quién ha ganado ese?!
— ¡Ni idea, pero es increíble!
— ¡Creo que yo también participaré en algún juego!
— ¡No tengo miedo de los juegos!
Los coreos rodeaban el distrito cercano a la explosión, mientras Hideki jadeaba adolorido por la intensidad del juego al que se había visto arrastrado a jugar debido a haber perdido de vista a Michiko en un segundo. No estaba aún seguro como había logrado sobrevivir, pero ahí estaba su salvadora, una puta loca llena de sangre desconocida y propia mientras guardaba su arma en su lugar correspondiente.
— Maldita sea, Michiko, estás como una puta cabra — se quejó. Ella cerró los ojos por unos segundos, tal vez procesando tras el chute de adrenalina, y negó con la cabeza—. Michiko, responde aunque sea. ¡Casi muero por tú culpa! La Q♦️, ahora otra reina... ¡Relájate un poco!
