Kageyama's Harem (One Shots)

Praises ~ AtsuKage

Advertencia: contiene contenido adulto.

El árbitro sonó por última vez su silbato indicando que los Black Jackals habían ganado el partido.

Todo eran celebraciones del lado contrario de la cancha, por lo cual Kageyama admiraba a través de la red la felicidad de sus rivales con calma, hasta podría decirse que con alegría al formar una pequeña sonrisa en sus labios, pero su rostro volvió a tornarse serio al toparse con una intensa y penetrante mirada por parte del Setter del otro equipo.

Un escalofrío recorrió la espalda del azabache al recordar las palabras de Atsumu hace unos meses.

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Los Adlers habían ganado la temporada, por lo cuál les tocaba hacer una fiesta en su departamento por segundo año consecutivo, invitando a sus rivales Black Jackals a la celebración.

Todos estaban ligeramente ebrios, risas y bromas acompañadas de buena música eran lo único que Atsumu necesitaba antes de acercarse a un azabache sin darle más vueltas al asunto.

-Este año te destrozaré, Tobio-kun, tanto dentro como fuera de la cancha - bromeó Atsumu abrazando al menor por los hombros.

Kageyama se apartó y río por lo bajo.

-Quisiera verte tratando, Miya-san- contestó Kageyama con tono burlón.

-Bien, hagamos una apuesta- propuso el rubio teñido con mirada retadora.

-¿Y qué ganó yo?- cuestionó Kageyama.

-Lo que tú quieras, Tobio-kun, pero francamente no te hagas ilusiones, yo ganaré esta vez- afirmó Atsumu con aires de grandeza.

-¿Y qué quisieras tú si ganas la apuesta?- preguntó Kageyama con intriga.

Atsumu tomó el mentón de Kageyama y acercó su rostro al del menor a tal punto que sus labios rozaban entre sí.

Atsumu dejó de mirar los labios entreabiertos de Kageyama para mirar los ojos azules que le hacían perder la cordura. Una sonrisa traviesa se formó en sus labios y se acercó al oído de Kageyama antes de susurrar su respuesta.

-Me dejarás tenerte de una vez por todas en mí cama.

Atsumu soltó a Kageyama y se fué con el resto de su equipo a continuar con la fiesta, dejando sin palabras al azabache.

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Varias veces se encontró el azabache a sí mismo repasando ese momento antes de dormir, preguntándose si realmente Atsumu le consideraba atractivo y quería tener algo con él, pero el rubio teñido nunca volvió a retomar el tema, por lo que no dudo en pensar que fué una broma y se estaba haciendo vueltas por algo insignificante, pero ahora, sintiendo esa mirada posesiva sobre él y observar como Atsumu lamía sus labios hambriento, Kageyama cree que hoy no terminará en su cama intacto, si es que siquiera llega ahí.

Kageyama desvío su mirada y se limitó a disfrutar del momento, firmando autógrafos para fanáticos y teniendo una plática amena entre antigüos amigos y colegas para despejarse.

Ambos equipos debían ya ir a sus respectivos vestidores para dar por culminada aquella temporada y celebrar en el departamento del equipo ganador, pero una mano en los hombros de Kageyama detuvo su trayecto.

-Tobio-kun, diste un muy buen juego como siempre- le elogió Atsumu abrazando por sus hombros al azabache.

-Gracias, Miya-san, felicidades por su victoria- le felicitó Kageyama volteando a ver al mencionado.