Kageyama's Harem (One Shots)

Degrading ~ Sakukage

Advertencia: contiene contenido adulto.

Han pasado tres días después de la fiesta de los Black Jackals y el "accidente" que Sakusa cometió al espiar a Kageyama y Atsumu teniendo sexo en los vestidores.
Cada uno de esos días Sakusa no ha podido sacar de su cabeza la erótica imagen de Kageyama sonrojado y gimiendo descontroladamente mientras era cogido. Aún no sabe cómo le fue posible convivir junto a él en la fiesta sin cometer la locura de llevarlo a su recámara y hacerlo suyo de una vez por todas, pero Atsumu tanto para su suerte y su desgracia se encargó de hacer eso y quitar a Kageyama de su vista, pero solo fue un alivio momentáneo.
Cada hora que pasaba del día Sakusa pensaba en como obtendría lo que quería y seduciría a Kageyama en el proceso, pero ningún escenario o excusa era tan bueno como para convencer al menor sin pasarse de listo, hasta que Sakusa decidió hacer la limpieza semanal de cada rincón del departamento. Se podría decir que Sakusa se sintió bendecido cuando entró a la habitación de Atsumu y halló debajo de su cama la bufanda que Kageyama había usado el día de la fiesta.

Sakusa tomó la bufanda entre sus manos un momento para recordar lo apuesto que se veía Kageyama con ese color azul índigo sobre su cuello, complementando sus ojos y el atuendo que portaba, pero chasqueó su lengua al recordar dónde se encontraba y la forma en que Atsumu debió haber tocado dicha prenda.

Sakusa siguió con sus deberes y notó cuando Atsumu llegó directamente a su propio cuarto y se la pasó de arriba a abajo por todo el departamento buscando algo en específico. Menos mal Sakusa no deja que ningún alma entre a su cuarto o perdería lo que probablemente Atsumu estaba buscando con tanta desesperación.

Al día siguiente, sin perder aún más tiempo, Sakusa se dirigió al departamento de los Adlers con la esperanza de encontrar al setter principal sólo o en cualquier caso un motel cercano a su hogar dónde cometer su travesía.

Sin toparse a ningún integrante del equipo rival a la vista en su camino, Sakusa tocó la puerta del lugar esperando lo mejor, y al parecer lo que se le llama “suerte” parecía acompañarlo hoy otra vez cuando notó cómo Kageyama abría la puerta para él y ningún otro compañero suyo se veía a la vista.

-Oh, buenos días Sakusa-san, ¿Pasa algo?- preguntó Kageyama con un rostro claramente confundido.

Sakusa no respondió al instante y mejor le mostró la bolsa de regalo que sostenía antes de entregársela.

-El día de la fiesta dejaste tu bufanda allá- respondió el mayor entregándole dicha prenda -También me tomé la molestia de lavarla, si es que no te incómoda.

Kageyama miró con un tanto de sorpresa a Sakusa y le dedicó una leve reverencia de agradecimiento.

-Muchas gracias Sakusa-san, aunque no debiste tomarte la molestia, pude haber ido por ella, no era necesario venir hasta aquí.

-Me quedaba de pasada, no es nada.

-Gracias, ¿Gustas algo?

-No- respondió Sakusa mientras miraba por detrás del hombro de Kageyama -¿Estás solo?

-Sí, los chicos fueron a hacer compras, yo estoy encargado de limpiar hoy.

Sakusa arqueó su ceja en intriga.

-¿Tú solo?- volvió a preguntar Sakusa con tono más profundo.

-Bueno, tampoco hay tanto desorden- se excusó Kageyama encogiéndose de hombros.

-¿Ocupas ayuda?- se ofreció Sakusa rápidamente.

-No quiero molestarte, Sakusa-san.

-Insisto, me vendría bien para distraerme igualmente.