Ménage à trois ~ SakuAtsuKage

2.1K 139 51
                                    

Advertencia: contiene contenido adulto.

-Esto es una mala idea- repitió por décima vez Sakusa en el auto.

-¿Quieres calmarte, Omi Omi? Ni siquiera he prendido el auto- comentó Atsumu con leve irritación.

-¿A dónde iremos siempre?- preguntó Kageyama en la parte de atrás.

-Es una sorpresa, mi querido Tobio-kun- respondió Atsumu con picardía.

-Más te vale que el lugar esté sanitizado- murmuró Sakusa de mala gana.

Atsumu arrancó el auto y comenzó a conducir por las calles de Tokio, pasando por los distritos de Toshima y Shinjuku, hasta llegar al distrito de Itabashi, estacionándose al lado de lo que pareciera un spa.

-¿Qué coño es esto, Miya?- preguntó Sakusa confundido.

-¿Podrías tan siquiera salir del auto e insultarme ya que les muestre todo?- le pidió Atsumu.

Sakusa rodó sus ojos y no volvió a hablar.

Kageyama, por su parte, admiraba el local situado frente a ellos, era un tanto elegante y minimalista.

Atsumu tomó su mochila junto con la de Sakusa y guió a ambos azabaches hasta la recepción del recinto.

Si el exterior de aquel local era atractivo, la recepción era sublime.
Las luces tenues colocadas en el piso que te conducían con la recepcionista, los bellos bonsais que decoraban las mesas redondas de kaoba y los sillones negros de cuero eran realmente elegantes, dando la impresión de estar entrando a un hotel de cinco estrellas.

Atsumu habló un momento con la recepcionista brindándole su mejor sonrisa coqueta, la cuál pareció darle resultados por las risas nerviosas que soltaba la chica mientras le daba una llave con una tarjeta negra a Atsumu.
El rubio teñido se despidió de la chica con una leve reverencia y le hizo una seña con la cabeza a ambos azabaches para que volvieran a seguirlo.

El pasillo decorado de diferentes bonsais y cortinas daba al final a una puerta negra con cerrojo dorado que lucía igual a la llave que le habían entregado al gemelo hace unos instantes.

Atsumu volteó hacia Kageyama y Sakusa para brindarles un guiño coqueto antes de insertar la llave y mostrarle a ambos chicos una escena que los dejó sin aliento.

Frente a los tres se veía un amplio jardín con diferente vegetación y rocas de aspecto rústico, cubiertos ligeramente por capas de nieve, y en el centro se situaba una piscina de lo que parecía ser aguas termales por la lleve neblina que desprendía, un escenario tanto místico cómo pacífico en las mentes de ambos azabaches. Atsumu se había lucido en algo para variar, y él sabía que lo hizo por l mirada que les regalaba a ambos chicos.

-¿Qué les parece? ¿Acaso no soy un genio romántico?- preguntó Atsumu cual narciso.

-Por más que odie alabarte, debo aceptar que no tuviste una mala idea por primera vez en tu vida- le respondió Sakusa mientras retiraba su saco.

-Gracias Omi Omi, sabía que te encantaría considerando cuánto amas ducharte con agua hirviendo- contestó Atsumu con orgullo antes de dirigir su mirada al menor de todos- ¿Tú no dirás nada, Tobio-kun? Después de todo tú eres el que más aporte tiene aquí.

-Me parece precioso, nunca antes había atendido a un Spa con esta pinta tan elegante y llena de fantasía- respondió el menor sonriente.

-Bien, me doy por satisfecho en ese aspecto entonces- replicó Atsumu riendo levemente.

-E-este, solo una duda más- comenzó a hablar Kageyama- ¿Nos daremos un baño antes de ir al cuarto?

Atsumu río por lo bajo y empezó a acercarse peligrosamente a Kageyama.

Kageyama's Harem (One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora