Amo a Kageyama Tobio pero también amo los ships de Kageyama Tobio.
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¿Alguna vez han tenido un relación dónde no sabes cómo avanzar a un nivel más... Íntimo con tu pareja?
No me malinterpreten, bueno, un poco pero estar con Kageyama estos últimos dos meses ha sido tan frío como el clima en el que estamos.
Hace dos meses que le pedí a Kageyama ser mi pareja y no lo duden, fuí el ser más feliz del mundo, llevaba 3 años esperando este momento tan preciado para mí, pero no fué como yo lo pensé.
Si bien Kageyama a veces revuelve mi cabello y jala de mi brazo con delicadeza cuando quiere algo, en el aspecto de abrazos, besos y demás... Bueno, no hay tanto como yo esperaba.
Y no, nunca presiono a Kageyama para que me abrace o me bese fuera de su voluntad, yo respeto que él lo haga o quiera hacerlo cuando se sienta cómodo y salga de su gana, jamás me atrevería a obligarlo porque se que cargaría con una herida de por vida que no lo dejará en un futuro expresarse físicamente con otros y pensará que está bien que alguien te obligue a ello, pero también quisiera hablar con él y darle a conocer mi problema, ya que tampoco debo guardarme esto y estoy seguro que si ambos lo vemos a fondo esto podría ser lo mejor para nuestra relación.
La práctica del club terminó justo como siempre y para mí fortuna hoy era viernes, lo que significa que Kageyama y yo iríamos a su casa o algún otro lugar para pasar el tiempo juntos y hablar del día o en mi caso mirar la belleza de mi novio mientras espero que tenga la confianza de acercarse un poco más a mí.
El atardecer se asomaba frente a nosotros y giré mi cara hacia mi novio que miraba al frente decidido a guiarnos a nuestro destino.
-¿Quieres ir a mí casa a ver partidos?- preguntó Kageyama.
-Sí- respondí instantáneamente antes de sentirme nervioso.
Quería hablar con él sobre aquel tema hoy sí o sí, pero entre más lo pensaba más me revolvía el estómago.
¿Y si Kageyama lo toma a mal y termina conmigo? ¿Sería capaz de hacer eso? ¿Estoy pidiendo mucho? ¿Acaso soy muy egoísta por querer un poco de afecto?
Todas las dudas de saltaron por mente me carcomían a tal punto que sostuve mi abdomen con fuerza e hice parar a Kageyama.
-¿Te sientes bien?- me preguntó Kageyama asustado.
Moví mi otra mano libre con un gesto despreocupado para darle a entender que estaba bien, aunque por dentro sentía como mis ácidos gástricos querían regresar por mi esófago.
-Sólo faltan unas casas más para llegar ¿Podrás aguantar?- me preguntó Kageyama sosteniendo mi cintura.
Por más extraño que esto suene, aquel pequeño roce que sentí con su brazo hizo que aquel reflujo a nada de salir se convirtiera en un cosquilleo leve, haciéndome sentir mejor.
