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Cada baile es lento

Cada beso es woah

Dicen que sabes cuando sabes, bueno, yo sé

Sé que eres la indicada...

Al llegar al hospital las enfermeras se acercaron a mi dándome la ropa que debía de usar para poder entrar a la habitación en donde Nico-chan lleva a acabo el parto, ellas junto con algunos médicos me felicitaban por el "nacimiento" de mi bebé.

Llegue junto a las chicas notando a mi pequeña Dia sentada junto a la madre de Nico-chan, mi pequeña al verme salió corriendo a abrazarme, la tomé en mis brazos mientras repartía besos en todo su pequeño rostro.

-¿Mami está enferma?- Preguntó mi bebé triste.

-No amor, tu mami esta bien-

-¿Por qué estamos en el hospital si ella está bien?- Mi bebé es muy inteligente.

-Es porque va a nacer tu hermanita amor, mami tuvo que venir porque ya es hora de que ella salga de la panza de ella-

-No quiero que mami muera como lo hizo la  abuela-

-No lo hará mi amor, nunca dejare que eso pase- Dije mientras sentía como una lágrima salía de mi rostro.

Le di a Dia a mi suegra, le di un pequeño beso en la frente a mi bebé mientras acariciaba su mejilla.

-Cuida de ella por favor- Le pedí a la mamá de Nico-chan.

-Lo haré, por favor tu cuida a mi bebé-

-Siempre lo haré-

Mientras entraba a la sala de partos sentí como mi vida pasaba en frente de mis ojos, nunca había tenido una sensación parecida, cuando Dia nació recuerdo que solo quería salir de ahí con mi bebé en brazos para mostarsela a mi madre, que ella conociera a su nieta, pero ya ella no está aquí.

Mientras caminaba sola hacia aquella habitación sentía que de alguna manera ella estaba a mi lado sosteniendo mi mano con una sonrisa orgullosa de mí, no la tenia a ella para mostrarle a la bebé recién nacida, pero tenía a Dia, a la cual le mostraré su hermanita recién nacida, para que la conozca y la ame con toda su alma, al igual que yo amo a mi familia.

Llegué a la habitación viendo a mi querida Nico-chan toda sudorosa y con la respiración pesada.

-¡Llegaste tarde tomate idiota!- Dijo sonriendo.

-¡Cállate enana tonta!- Dije devolviendole la sonrisa.

-Las dos son unas grandes idiotas- Dijo la doctora Li mientras preparaba a Nico-chan para el parto.

Tomé la mano de Nico-chan entre las mías, le di un beso en la frente mientras la miraba con una sonrisa.

-¿Cómo te sientes?- Le pegunté.

-Bueno, tu hija me va a partir en dos ya que los dolores de parto son una mierda-

Reí ante su comentario.

-Pero...estoy feliz Maki, va a nacer nuestra otra princesa, así que estoy muy feliz-

-Eso es bueno Nico-chan, yo también estoy muy feliz, ya que puedo compartir este hermoso momento junto a ti otra vez-

-Eso lo dices porque no eres tu la que va a dar a luz-

-Gracias a Dios no soy yo- Le respondí riendo.

Nico-chan me dio una hermosa sonrisa la cual fue borrada por una mueca dolorosa, ya las contracciones eran cada vez más seguidas y dolorosas, lo que significaba que la bebé ya iba a salir.

Nozomi

Deberían pagarme por cada vez que estoy en la sala de partos, he estado aquí durante el parto de todas nuestras amigas, para el de Arisa, y obviamente cuando nació Mari. Debería empezar a cobrarle a Maki por cada vez que estoy aquí.

Dia miraba de un lado a otro esperando a que alguna de sus madres saliera con la bebé o que la dejaran entrar, la pobre no sabe todo lo que está sufriendo Nicocchi allí adentro.

Kotori tenía en sus brazos a Yoshiko, su bebé de dos meses, mientras que Umi estaba sentada en medio de Kanan y You, la familia Sonoda era una familia bastante adorable, observé a mis queridas Rinpana las cuales estaban perdidas dándole cariño a la bebé Hanamaru, tanto la familia de Honoka y la de Erena estaban acurrucados dándose mimos o palabras de aliento, miré por un momento a mi pequeña familia, Eli comía chocolate mientras la pequeña Mari se burlaba de sus amigas.

Me senté al lado de mi hija, la cual me sonrió.

-Son muy cursis- Dijo riendo.

-Lo sé- Dije uniéndome a ella.

Las dos comenzamos a reír mientras observábamos al resto de nuestras amigas.

Después de un rato Maki salió con una gran sonrisa, todos los que estábamos ahí nos levantamos para que nos dijera algo, pero ella solamente se acercó a la pequeña Dia.

-Hola cielo- Dijo tocando la mejilla de su hija.

-¿Todo está bien mamá?-

-Sí amor, vamos, hay alguien que quiere conocerte-

Maki tomó en brazos a su pequeña, nos vio a todos con una gran sonrisa.

-Ellas están bien- Dijo con una sonrisa mientras se iba junto con Dia.

Maki

Giré la perilla de la puerta abriéndola, entre con Dia cerrando la puerta cuando estuve a dentro por completo, mi bebé se movía en mis brazos, estaba bastante ansiosa, frente a nosotras se encontraba Nico-chan en la camilla, se notaba el cansancio en su rostro, las ojeras que se le habían formado junto con el sudor que caía desde su frente hasta su barbilla, pero eso a ella no le importaba en lo absoluto, ella tenía una gran sonrisa mientras miraba a la pelirroja entre sus brazos.

Me acerqué junto con Dia ganandonos la atención de mi esposa.

-Hola mi amor- Le dijo Nico-chan a nuestra hija mayor.

-Mami...-

-Mira bebé, ella es Ruby, es tu hermanita-

-Es muy hermosa- Dijo Dia observando a su hermana.

-Tú también lo eres cariño- Le dije mientras acariciaba su cabello negro.

-Ahora eres su hermana mayor Dia, debes de cuidar a tu hermanita, ya que para ella serás su ejemplo a seguir- Decía Nico-chan mientras tocaba el rostro de nuestras hijas.

Senté a Dia junto a Nico-chan en aquella camilla de hospital, ella miraba con una gran sonrisa a su hermana menor mientras se presentaba como su hermana mayor, Nico-chan sonreía y besaba su cabeza orgullosa.

Aunque nunca quise tener hijos, no me arrepiento de nada, ya que tengo un hogar maravilloso con mi hermosa esposa y ahora con mis dos princesas, no podría estar más agradecida con la vida.

Para Toda La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora