05- Desaparición.

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꧁ঔৣ☬✞ 5 ✞☬ঔৣ꧂

Recién llegábamos a la casa, no era extraño que Danya no hubiera bajado a vernos, después de todo ella creía odiarnos.

La casa estaba como la habíamos dejado, Kae había ido a verla hacía unos momentos, pero no había vuelto. Con la mochila de Yena y la mía subí al segundo piso.

Encontré a Kae sentado en la cama de Danya, leyendo una hoja, la cual arrugaba mientras leía con las cejas fruncidas.

Agarraba el papel con tanta fuerza que daba la sensación de que lo rompería si seguía así. Dejando las mochilas a un lado, agarré su mano.

—Basta, vas a romperla— tomé su mano logrando que la suelte.

—Debiste insistir más en que nos quedáramos— habló alterado.

Enarque una ceja hacia él e inhale profundo. Había intentado mediar para que no hubiera viaje ese año, no me agradaba la idea de dejar sola a Danya, sentía que no estaba bien.

Además, Gretfol era la cuna de los asesinatos, siempre había uno, pero últimamente andaba un asesino serial suelto, era extraño que sucediera. Nadie ahí marcaba a sus víctimas, pero como si buscara sobresalir, aquel asesino sí lo hacía.

Aunque también me había enterado de que ella no había recibido ayuda psicológica en ese lugar llamado Standilf, era una estafa. Aun así decidí callar.

—Primero cálmate y luego dime que te pasa— dije observándolo.

Sus orejas estaban rojas y su cuerpo tenso, se notaba que quería decir algo.

Leí la corta carta, era estúpida y aparte ni la letra de Danya era.

Los odio.

No me busquen.

Era todo lo que decía, era una letra tan limpia que ni por asomo iba a ser de ella.

—Se fue y no hicimos nada, mientras estábamos allá, sabría dios qué habrá pensado ella— murmuró Kae casi al borde de las lágrimas.

—Dijiste que necesitaba tiempo a solas —le hice saber—. Además, no es su letra.

Kae no se atrevió a mirarme, él le había dado la razón a mi padre cuando había dicho que Danya necesitaba tiempo a solas, como si no hubiera sido suficiente con el tiempo que pasó en Standilf.

—Debimos hacer algo, no era algo pasajero, ella nos odia, ¿qué malditos hermanos somos— sollozó Kae.

Me acerqué a él y acaricié su cabeza, miré una vez más la carta. Esa definitivamente no era la letra de Danya, algo no estaba bien.

Mi padre entró junto Yena a quien le di la carta que ambos leyeron. Mientras ella la seguía viendo mi padre río.

—Debe ser otra de sus rabietas— dijo él.

Kae se levantó y salió de la habitación, dejando mi mano al aire.

—¿Denunciar?— habló Yena.

Fruncí el ceño, ella a veces omitía palabras, así que me tocaba adivinar las anteriores, la mayoría de veces era fácil hacerlo.

—No es una desaparición— negó mi padre.

—Sí.

—No lo es Yena —volvió a negarle mi padre—. Seguro y vendrá en unos días —dijo con tranquilidad.

El problema fue que Danya no volvió.

No volvió ni al día siguiente, ni a la semana siguiente, menos a la cuarta semana.

«★꧁༒☨༒꧂★»

Solo había pasado un mes desde que no sabíamos nada de mi hermana, fue solo uno, pero parecía que hubieran sido años.

Las cosas estaban mal. Me encontraba fregando los trastes de la cena que había preparado, en la mesa aún estaban los platos de mi padre y de Kae. Quien solo estaba ahí, jugando con el tenedor.

Mi padre, quien antes estaba refugiado en el alcohol, había reducido, a tal punto de que aún no estaba en la casa y Yena. Ella no hablaba mucho, pero tras lo sucedido ya no decía nada.

Terminé de fregar y me acerqué a Kae.

—Come y deja de jugar con eso— le dije con la intención de sentarme.

Pero la puerta de la casa se abrió impidiendo, inmediatamente vi a mi padre entrar entre tambaleos y fruncí el ceño.

Yena intentaba ayudarlo, mientras él se encargaba de decir que no quería su ayuda. Tuve que acercarme y ayudarla, llevándolo hasta su habitación donde logré tumbarlo en su cama.

Le quité los zapatos y lo arropé, apagando la luz para luego salir de allí.

En el pasillo vi a Yena entrar a su habitación y a Kae seguirle y hacer lo mismo.

—Buenas noches— dije lo suficientemente alto como para que me escucharan y bajé las escaleras.

Bajé a la sala a ver las noticias, no había nada nuevo, aparte de las injusticias de ese lugar. Yo había denunciado la desaparición de Danya, pero nadie me había hecho caso, a la policía no le importaba un caso de desaparición cuando tenían miles sin resolver.

No sabía que iba a hacer.

No quería que cuando la encontrara fuera muy tarde.

Hay un cameo fuerte aquí, ¿Standilf? ¿Gretfol? ¡Me suena a Paxton con p de psicópata! Qué locura, con razón nadie hace nada.

Hay un cameo fuerte aquí, ¿Standilf? ¿Gretfol? ¡Me suena a Paxton con p de psicópata! Qué locura, con razón nadie hace nada

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