Tan pronto como su padre murió, Odette sintió una flecha venenosa atravesar su corazón, y con él, recuerdos ocultos en su memoria que la aterraban cada vez más. Cierta parte de ellos eran borrosos o no existían, creando la incógnita y preguntándose...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
⎯⎯⎯⎯ ¡y Gaby lloró cuando lo llamó un numero desconocido! ⎯⎯⎯⎯rio Milton.
⎯⎯⎯⎯ ¡no es cierto! ⎯⎯⎯⎯se quejó el más pequeño, avergonzado.
⎯⎯⎯⎯Llorar no está mal, Milton, ya déjalo ⎯⎯⎯⎯lo regañó la pelirroja, estaba acostada en el pasto mirando las estrellas luego de haber estado entrenando. Ya estaban pasando de las 12 de la noche y no parecía importarle.
⎯⎯⎯⎯ya vienes con una charla moral, cállate, no quiero oírla ⎯⎯⎯⎯los tres rieron en su videollamada.
⎯⎯⎯⎯Me llamarón hace poco en realidad, un numero privado, se oía una respiración pesada y al cortar me dijo "te tengo" pero Connor me asustó por detrás, me hizo una broma, aunque el asegura que no fue el de la llamada. Es un idiota ⎯⎯⎯⎯se burló la muchacha, soltando carcajadas y rodando los ojos. Ambos chicos se vieron ya que hacían una pijamada, su mirada reflejaba algo de diversión, pero también algo de preocupación.
⎯⎯⎯⎯¿Tu madre no lo había castigado quitándole el móvil? ⎯⎯⎯⎯preguntó Gabriel, arqueando una ceja.
⎯⎯⎯⎯Si, pero pues... ⎯⎯⎯⎯la chica volvió a reir ⎯⎯⎯⎯ellos son unos demonios capaces de desobedecer a mi madre ⎯⎯⎯⎯las carcajadas de Odette empezaron a desparecer al ver el rostro de sus amigos ⎯⎯⎯⎯ vamos chicos, no sean tontos, no es nada. Solo fue una broma de mal gusto.
Y como si fuera un típico cliché de las películas de terror, las luces puestas en aquella zona empezaron a parpadear, llamando la atención de los tres.
⎯⎯⎯⎯Oddy... ⎯⎯⎯⎯exclamó Gabriel con miedo al otro lado de la llamada.
⎯⎯⎯⎯Tranquilos muchachos, solo debe ser alguna interferencia. Esas luces llevan ahí años, pronto fallaran ⎯⎯⎯⎯comentó la muchacha jugando de forma nerviosa con el pircieng de su lengua ⎯⎯⎯⎯ H-Hablemos de otra cosa ⎯⎯⎯⎯el tartamudeo reflejó su miedo, haciendo desconfiar a los muchachos.
⎯⎯⎯⎯Odette, vuelve a casa ⎯⎯⎯⎯pidió Milton de una forma seria. Odette rio por causa del nerviosismo.
⎯⎯⎯⎯ ¿Se atreven a decirme paranoica a mí? ⎯⎯⎯⎯se burló, tratando de llevar la situación y la forma en la que sentía que la miraban. Su sonrisa flaqueó y solo quedó un rostro serio y un silencio en el bosque ⎯⎯⎯⎯si, debería.
Odette se levantó del suelo y mantuvo la llamada con los chicos mientras tomaba su arco y empezaba a recoger las flechas.
⎯⎯⎯⎯Debo dejarles ⎯⎯⎯⎯se despidió la muchacha, mirando el bosque y los cientos de ojos que sentía. Pero en realidad solo era uno y ella no lo sabía.
⎯⎯⎯⎯ ¡Espera, Oddy...! ⎯⎯⎯⎯la muchacha colgó la videollamada y guardó su teléfono, con un pequeño temblor en las manos.
⎯⎯⎯⎯Uno y cinco... uno y cinco ⎯⎯⎯⎯susurraba, recordando la forma tan peculiar en que su padre le había enseñado a respirar en el ballet.
Unos pasos la sobresaltaron, haciéndola actuar con rapidez, tomando una flecha y tensando el arco en dirección al ruido al fondo del bosque. Su respiración pesada parecía llenar el ambiente junto con la fuerza con la que tensaba el arco con la flecha, que parecía, podía atravesar un árbol.
Daba vueltas en su posición, temblando, pero decidida a atravesar lo que fuera que la asustaba. Nunca creyó en las cosas paranormales, pero su cabeza parecía jugarle una mala hora. Creía que era por el sueño descomunal y el cansancio.
Las hojas volvieron a volar y el viento sopló fuerte, dándole un escalofrío. Y entonces, el teléfono volvió a sonar, exaltándola. Dudó si atender y dejar su posición de guardia. Bajó el arco y respondió la llamada, sin siquiera hablar, solo podía escuchar la respiración de nuevo, poniéndola paranoica.
⎯⎯⎯⎯Connor si eres tú de nuevo te juro que-
Soltó su teléfono con terror al escuchar un fuerte pitido y una interferencia del otro lado de la línea, el aparato cayó al suelo y juró sentir que alguien estaba detrás de ella.
Antes de tomar una flecha fue golpeada con fuerza y mientras caía, pudo ver una figura extremadamente alta sin rostro.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Odette se levantó soltando un fuerte jadeo.
¿Qué había pasado anoche? ¿Cómo había llegado a la casa de la piscina? Porque reconocía que estaba ahí. La zona de los Page en el bosque siempre había sido extensa, sin mencionar que su familia tenía un gran estatus social y económico, justiciando el porqué de sus casas que podrían considerarse mansiones y la ropa de lujo que su madre le obligaba a comprar.
Odette se quitó las sábanas y miró que traía pijama, sin entender cómo, quiso encontrar su celular, pero solo fracasó. Asustada, recorrió toda la casa y salió de aquella casa que parecía estar decorada y dedicada solo a ella, por preferencia de su padre. Sus pies descalzos tocaron el suelo lleno de hojas y caminó alrededor, extrañada.
Sin importar que fueran las 6 de la mañana, salió corriendo descalza, en pijama y con un frio descomunal por la lluvia mañanera que había empezado a caer. Corría con rapidez gracias a su buen estado físico gracias al ballet, el deporte de su vida.
Sus pies posiblemente con una planta completamente sucia por la tierra se enterraban en el barro que se había empezado a crear por el agua que caía del cielo. Todo ella se mojó por la lluvia, las gotas caían en su rostro para deslizarse por el pecho y perderse en la V de sus senos, deslizándose a tocar la joya que perforaba su ombligo hasta llegar más abajo. Empezó a tiritar de frio, al punto de detener su carrera, jadeando, sintiendo como el frio le hacía doler los pulmones.
Llegó al sendero que daba a su zona de tiro al blanco y caminó hasta ella. Divisó su teléfono el cual tomó, verificando que aun encendiera y así lo hizo. Revisó las ultimas llamadas, tenía un registro inaccesible a las llamadas privadas, dejándola aún más paranoica.
