Tan pronto como su padre murió, Odette sintió una flecha venenosa atravesar su corazón, y con él, recuerdos ocultos en su memoria que la aterraban cada vez más. Cierta parte de ellos eran borrosos o no existían, creando la incógnita y preguntándose...
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Odette soltó un fuerte grito mientras se levantaba de donde estaba, miró a todos lados con histeria, notando que estaba en la casa de la piscina. Su respiración acelerada y sus ojos brillantes por las lagrimas demostraban el mal estado mental que atravesaba, llevando ambas manos a su cabeza, sin saber o recordar que pasó.
Él.
Él la había atrapado y esos dos hombres.
¿Dónde estaba Toby?
No entendía, no sabia nada, solo se disponía a existir. La ansiedad empezó a recorrer su cuerpo obligándola a rascar su cuello con unas uñas largas que había olvidado cortar.
Trataba de recapitular todo. Trató de escapar y luego aquel hombre humanoide la atrapó, pero no lograba recordar más. Toby tampoco apareció, y su preocupación solo era mayor.
Odette soltó un quejido con fuerza al volver a sus sentidos y sentir un ardor en su cuello junto con una humedad. Había herido su cuello con las uñas y algunas gotas de sangre se derraban por él. Alterada salió de la cama y buscó su teléfono, el cual no encontraba.
Su vista se topó en el espejo del cuarto y observar su figura, estaba completamente limpia, sin un rasguño, ni herida, nada, limpia sin anotar la herida reciente del cuello que empezaba a curarse a niveles extremadamente veloces frente a sus ojos hasta que su cuello regresó a la normalidad.
⎯⎯⎯⎯Que caraj- ⎯⎯⎯⎯su ceño se frunció con confusión al ver un símbolo en su muslo externo derecho, era un circulo con una X sobre él, al sobarlo este no se quitaba, asustándola. ¿Qué era aquello? ¿por qué no se quitaba?
¡¿Qué día era?!
Tomó la mochila que estaba en el suelo y tomó su MacBook, prendiéndolo con rapidez.
4:30 p.m.4 de julio de 2020
Su rostro se llenó de horror y soltó un chillido. Había nacido a las 5:04 p.m. de la tarde y ya no quedaba mucho para ello.
Él la había regresado al bosque, obligándola a quedarse para sus 18. Tobías siempre tuvo razón y nunca lo escuchó, ahora se arrepentía, además de su constante desaparición que le preocupaba mucho más.
⎯⎯⎯⎯Entonces ya no puedo salir... ⎯⎯⎯⎯susurró, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y caía de rodillas al suelo. Sus llantos empezaron de una forma fuerte y agonizante, perdiendo lo ultimo que le quedaba que era la fe. No podía entenderlo ¿por qué ella? ¿Qué hizo para merecer eso? ¿por qué debía pagar un estúpido trato de sus antepasados?
Sus puños se apretaron por la rabia que estaba sintiendo mezclado con el dolor de todas las circunstancias; temblaba, pero no podía descifrar el porqué, tal vez por su miedo o el enojo, incluso ambos. Se levantó del suelo con brusquedad.
Tal vez si ella nunca nos hubiera traído aquí... ella lo sabía...
Su respiración pesada y rabiosa como la de un toro hizo que su ser se volviera oscuro, estaba molesta, estaba llena de ira, quería explicaciones de su madre, del porque siempre la trataba así, de porque siempre su ira era descargada en ella. Algo incontrolable la estaba llenando y no sabía qué, pero la marca de su muslo quemaba y eso le gustaba; era como si estuviera contenta de todo lo que sentía la joven.
Odette estaba a punto de perder su humanidad.
Lo entendió todo, entendió que quería librarse de ella, de esa maldición que se le confirió desde que formaron una familia, desde que conoció a su padre. No era su culpa, nunca lo fue, nada de eso le correspondía, pero estaba ahí, pagando los platos rotos de generaciones.
¿ella quería convertirla en lo que ella tanto temía? Pues lo haría, y se lo restregaría en la cara, es más, le haría nunca poder olvidar su nombre.
Se miró en el espejo, llena de ira y ojos oscuros.
Arrow. Arrow. Arrow. Arrow.
Se repetía una y otra vez en su cabeza, como si la llamara. Su vista se dirigió al tocador, analizándolo.
Arrow, las tijeras...
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⎯⎯⎯⎯ ¡Bajen a comer! ⎯⎯⎯⎯gritó Lorain, a los menores de los Page mientras tomaba los platos con la comida caliente para servirla en la mesa.
La mujer soltó un grito de horror mientras los platos se les resbalan de las manos y las llevaba a su boca viendo la escena desastrosa de su progenitora.
Odette estaba llena de sangre mientras su rostro mantenía una mueca de enojo, en su rostro había una herida viva y abierta que aun goteaba sangre, herida que atravesaba su ojo izquierdo y simulaba una flecha.
⎯⎯⎯⎯O-Odette... ⎯⎯⎯⎯exclamó en un hilo de voz la mujer quien se apoyaba en la barra para no caerse.
Su ropa consistía en una camisa apretada y corta arriba del ombligo que mostraba las letras "¡tú puedes hacerlo!", sus guantes de arquería, unos jeans rotos y botas de tacón negro; la mitad de su rostro era tapado por un pañuelo del mismo color que todo su conjunto oscuro.
La mujer soltó un grito entre sus lagrimas al ver las figuras de sus dos hijos menores sentados en el comedor, muertos y con una flecha atravesando su cráneo.
⎯⎯⎯⎯Tu hiciste esto... tu lo sabias ⎯⎯⎯⎯Lorain no podía moverse, simplemente no sabía que hacer ⎯⎯⎯⎯Sabías del trato... ¿creíste que me quedaría de brazos cruzados y solo asentiría como siempre?
La pelirroja se acercaba a su madre con lentitud mientras la mujer atravesaba la barra con rapidez y salía corriendo.
⎯⎯⎯⎯ ¡Tú puedes hacerlo! ¡Corre! ⎯⎯⎯⎯gritó con diversión la joven, riendo de forma siniestra.
La adulta travesó las puertas que daban al patio mientras corría y miraba atrás. Soltó otro grito al encontrar a su hija frente a ella, sin aquel pañuelo que cubría su rostro, mostrando una sonrisa de oreja a oreja.
⎯⎯⎯⎯papá me hubiera alejado del bosque y hubiera decidido mantenerme junto a él ⎯⎯⎯⎯expresó la adolescente, haciendo un gesto de lastima ⎯⎯⎯⎯pero estuve pensando por un tiempo en que... tu nunca me amaste ¿sabes lo triste que es eso para una chica? No... ⎯⎯⎯⎯su rostro pasó de una sonrisa ancha a completa ira desenfrenada, algo que aterró a Lorain.
Odette había perdido la cabeza.
⎯⎯⎯⎯Amo... ¿Qué fue lo que hizo? ⎯⎯⎯⎯preguntó Toby, tratando de ocultar su horror al ver la escena desde lejos junto a sus compañeros que lo traían arrastras por orden del operador, obligándolo a ver tal atrocidad que sabían, lo destrozaría.
⎯⎯⎯⎯Lo que siempre debió ser ⎯⎯⎯⎯respondió el ser sin rostro.
⎯⎯⎯⎯ ¡ESTE ES MI TIRO FINAL! ⎯⎯⎯⎯carcajeó Odette, tomando a la mujer del cabello ⎯⎯⎯⎯ Y el final para mi nuevo inicio...
