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Sara sabía que estaba mal seguir pensando en él de esa manera, pero por alguna razón, cada vez que su ex marido, Franco Reyes, iba a su casa a visitar a sus hijos, la única cosa en la que podía pensar era en cómo se sentiría su boca contra el suyo.
Aunque también sabía que tenían un largo camino por recorrer antes de que ese volviera a ser el caso. Habían estado felizmente casados durante años, pero independientemente de si había sido o no su culpa por tener que estar fuera por tanto tiempo, Sara sabía que su corazón necesitaba tiempo para sanar y tan bien como sonaba, tenerlo cerca de ella. solo complicaría aún más la situación. ¡Pero dios! ¿Cómo se suponía que debía concentrarse en pensar en una forma de curarse cuando lo vio llegar a su casa en esa moto?
Esa moto que era tan terriblemente peligrosa, pero wow, hizo que pareciera tan sexy. La forma en que lo montaba con tanta confianza hizo que ella lo deseara aún más. "Buenos días Sara" lo escuchó decir desde lejos, lo que no se dio cuenta es que él estaba justo a su lado. Su cuerpo musculoso estaba un poco más cerca de ella de lo que debería haber estado, pero ella no tenía la fuerza para decirle que se alejara de ella. Por mucho que Sara odiaba admitirlo, disfrutaba tenerlo tan cerca de ella.
Le gustaba la sensación que él le daba, esa sensación que no se había ido después de tres años de no verlo. Todavía se sentía como si fuera la primera noche que se besaron en la fiesta de Leandro. Todavía podía recordar la sensación que tuvo la primera noche que habían estado unidos de esa manera. ¿"Sara me estás escuchando"? Franco preguntó, confundido, porqué ella no lo miraba a los ojos. "Um, sí, estoy bien, de verdad puedes ir a buscar a los niños". Respondió Sara, tratando de quitarse de encima esa sensación que le daba. "¿Estás segura de que estás bien, Sara? Mira, sé cómo han ido las cosas últimamente, pero estoy aquí si necesitas algo", habló lentamente, enviando escalofríos por su espalda.
"¡No puedo Franco! ¡Simplemente no puedo! ¡No puedo lidiar con esto ahora mismo! No puedo pensar cuando me hablas así" Sara gritó.
"Cuando te hablo como qué" preguntó Franco, un poco molesto por cómo ella le estaba hablando cuando todo lo que él estaba tratando de hacer era ayudar. "¿Cuando haces eso? Cuando me miras con esos ojos que me impiden pensar bien. No puedo pensar y necesito que te detengas porque me dan ganas de-"
"De que sara? dime de qué tienes ganas" franco le preguntó acercándose poco a poco a ella, no quería apresurar las cosas pero habían estado separados por tanto tiempo y la extrañaba. Franco recordó la noche en que se dio cuenta de sus sentimientos por ella, Sara lo había salvado y se veía tan valiente luchando como una fiera por alguien que la había tratado tan mal y después se había tomado el tiempo de llevarlo a su casa,ella se preocupaba por él y en el fondo de su corazón, estaba feliz de saber que ella se preocupaba por el. Estar parado con ella frente a la casa que una vez compartieron, lo hizo sentir cada emoción de ese recuerdo multiplicado por diez y en ese momento todo lo que viniera después no importaba, tenía que besarla.
En ese momento, se adelantó y le dio un suave beso. Sintió que su cuerpo se congelaba antes de que ella envolviera sus brazos alrededor de su cuello y lo acercará más a ella. "¿Por qué me haces esto después de tres años? ¿Por qué todavía me haces sentir así?" preguntó Sara entre besos.
"Porque me amas Sara... me amas como yo te amo... porque sabes que ni tú ni yo podemos vivir sin el otro" respondió franco colocando sus manos alrededor de su cintura."NO NO NO eso no es cierto, esto no me puede estar pasando a mí... No" dijo Sara tratando de alejarlo. "déjame franco" trató de decir pero no la dejaba. Franco conocía a Sara como la palma de su mano y sabía que ella tenía miedo de sus sentimientos.
Aunque no haya sido su culpa que se tuvo que irse antes, la había lastimado y ella estaba tratando de protegerse. "Mi amor, mírame" le dijo Franco, levantando su mano para acariciarle la mejilla "Sé cómo te sientes en este momento y sé que estás asustada pero necesito que sepas que yo te amo mas que a mi vida propia y que no había un dia cuando estaba en ese lugar en cual no pensaba en ti y en nuestros hijos. Mi vida si me das la oportunidad de demostrártelo, nunca te dejaré...te lo prometo"Sara lo miró a los ojos y vio esa sinceridad que la había atraído a él en el principio de su relación y recordó porque lo amaba tanto, porque a pesar de tantos años, nunca fue capaz de olvidarlo,porque nunca pudo tratar de relacionarse con alguien más...porque la única persona que ella amaba era el y sin decir otra palabra,Sara se acercó a él otra vez y y lo besó de la misma manera que lo había hecho antes, esta vez ella se entregó completamente a él.
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𝐒𝐚𝐫𝐚 𝐲 𝐅𝐫𝐚𝐧𝐜𝐨 | 𝐄𝐬𝐜𝐫𝐢𝐭𝐨𝐬
Romanceaquí hay algunas historias sobre la pareja favorita de todos de Pasión de Gavilanes. Envía recomendaciónes sobre lo que quisieran que escriba 🖤