𝐒𝐚𝐫𝐚 𝐲 𝐅𝐫𝐚𝐧𝐜𝐨 | 𝐄𝐬𝐜𝐫𝐢𝐭𝐨𝐬

En la Oficina

Habían pasado dos semanas desde que Sara se había ido a vivir a la hacienda y desde entonces Franco y ella se habían acomodado a una cómoda rutina.

Ambos sabían que no podían dormir juntos en la misma habitación sin dar de qué hablar a la gente, pero eso no significaba que no pudieran divertirse un poco sin que ninguna de las personas que vivían con ellos se enterara.

Sara acababa de ir a la habitación de Franco a buscar unos papeles que necesitaban, cuando regresó a la oficina, notó que su novio estaba sentado bastante incómodo mientras volvía a leer una propuesta de presupuesto que debían llevar a su próxima reunión con los abogados.

Sara caminó hacia él y colocó la pila de papeles a un lado antes de pararse detrás de la cabecera de su silla.

Ella se inclinó y le dio un pequeño beso en el costado de la clavícula. Automáticamente sintió que su cuerpo se relajaba cuando movió sus manos hacia arriba para envolver sus brazos que estaban colocados a cada lado de sus hombros.

Sin decir otra palabra Sara movió sus manos desde su pecho hasta sus hombros donde comenzó a darle un masaje. Franco giró la cabeza hacia atrás y dejó escapar un suave gemido.

"Que rico" murmuro franco con los ojos cerrados.

"Estás muy tenso, mi amor" respondió Sara, sintiendo que su cuerpo se relajaba. "Creo que conozco una manera de relajarte aun más"continuó, inclinándose y colocando un pequeño beso debajo de su oreja antes de morder suavemente su lóbulo.

"Ah sí, entonces por qué no me cuentas tu idea" respondió franco, girando su silla para quedar ahora frente a ella. Puso sus brazos alrededor de su cintura, atrayéndola suavemente hacia él.

"¿Qué tal si en vez de decírtelo, te lo muestro?" Respondió Sara colocando sus piernas a ambos lados de su cuerpo por lo que ahora estaba sentada a horcajadas sobre él en la silla.

"Creo que es una gran idea, señorita elizondo" franco habló de nuevo, esta vez con la boca de sara a centímetros de la suya.

Sin decir una palabra más, Sara presionó su boca contra la de él. Esta vez su beso fue apresurado, lleno de calor y deseo. Estaba completamente encima de él, frotando sus caderas contra las de él, sintiendo sus manos ir desde su cintura hasta su trasero donde apretaba suavemente.

"Sara me vuelves loco" Franco habló cuando se separaron para tomar aire.

"Ese es el punto", bromeó ella viendo sus hermosos ojos azules oscurecerse cuando comenzó a desabotonar su camisa.
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"No tienes idea de lo mucho que te deseo" dijo franco, quitándole la camisa por completo dejando su sostén de encaje expuesto a él.

Una cosa que amaba de Sara era que no era tímida. Desde que habían estado juntos en la cabaña, ambos habían hablado mucho sobre lo que querían cuando estaban juntos.

No siempre podían hacer lo que querían ya que vivían con una casa llena de gente y ambos se morían por poder estar juntos cuando quisieran, pero por ahora tenían que esperar, pero esperar no significaba que no pudieran estar juntos en este momento.

"no tenemos mucho tiempo" respondió sara, sabían que la gente los buscaría.

"lo sé, pero no quiero apresurar nada, especialmente cuando tengo a alguien tan hermosa como tú frente a mí" dijo Franco antes de frotar su dedo sobre su pezón.

Antes de que hicieran nada más, Franco la levantó en sus brazos y los giró para estar de pie frente a su escritorio con ella en sus brazos.

"mi amor que haces" preguntó sara mientras franco la colocaba sobre el escritorio.

Antes de responder a su pregunta, se acercó a las puertas de la oficina y la cerró con llave. No podía permitir que nadie los interrumpiera como lo habían hecho en su habitación.

"Quiero tomarme mi tiempo contigo" respondió él antes de volver a ella y comenzar a colocar besos a un lado de su cuello.

La sensación de su boca en su cuello hizo que lo deseara aún más.

Sabiendo exactamente lo que ella quería, Frano le planta besos por todo el cuello mientras ella sonríe. Él se dirige a su boca, besándola apasionadamente.

Ella responde con urgencia y agarra la parte posterior de su cuello, empujándolo más profundamente en el beso.

Al sentirla tan cerca de el, franco gimió de placer.

"Más", dice Sara mientras lleva sus manos hasta la camisa de el.

Sara le sonríe y termina de desabotonarse la camisa y la tira al otro lado de la habitación. Antes de que ninguno de los dos se diera cuenta, su ropa había sido arrojada por toda la oficina.

Ella desliza sus manos por su pecho y mueve su boca hacia la de él.

Sus brazos se envuelven alrededor de su cuello mientras se besan. Franco le pasó la mano por la espalda para desabrocharle el sujetador, ella deja caer los brazos para que él se deshiciera de el.

Él la atrae contra él, abrazándola con fuerza. Ella permite que su lengua entre nuevamente en su boca. La sensación de su cálida lengua en su boca la hizo gemir de nuevo mientras sus manos acariciaban sus pechos con delicadeza.

Franco se separó sin aliento para decir "Acuéstate".

Sara lo miró con deseo antes de recorrer su cuerpo con las manos y explorar su pecho con la boca.

Sara recorrió sobre cada centímetro que puede alcanzar. Él gime mientras disfruta cada segundo de su placer, cada vez más excitado.

"Por el amor de dios sara" gimió Franco.

"Mmhmm", responde ella.

Él jadea cuando ella comenzó a rozar su lengua ligeramente contra él.

Franco respira hondo para recuperar la compostura y cuando Sara se volvió a separa de el, Franco se inclina un poco sobre ella y sonríe mientras desliza sus manos por sus muslos.

"Te quiero hacer mía"