Todo su cuerpo se sentía como si estuviera en llamas al sentir sus manos sobre su cuerpo, la sensación de su boca trazando círculos en las partes más sensibles de su piel. Franco estaba encima de ella colocando un rastro de besos por su clavícula hasta llegar a su lugar favorito detrás de la oreja, el punto más sensible que la hacía débil.
"Franco, por favor", gimió ella, moviendo sus caderas hacia él, con la esperanza de obtener la fricción que deseaba.
"Por favor que mi amor?" pregunto él en broma, él sabía exactamente lo que ella quería y exactamente cómo complacerla, esta era solo su forma de jugar con ella.
"Por favor hazme tuya" respondió Sara sintiendo como el se deslizó dentro de ella con un gemido.
Se sentía como si estaba en la luna con tanta placer que el le causaba.
Ella le pidió que moviera sus caderas más rápido, necesitaba más de el.Cuando sintió que el se apresuraba, Sara escuchó el ruido de la lluvia despertándola de su sueño.
"Maldita sea" murmuró Sara, era un sueño. Probablemente era mejor para ella tratar de dormir por el resto de la noche, pero aparte del hecho de que la lluvia era demasiado fuerte, su cuerpo parecía no poder olvidar ese sueño. Esa sensación que tenía mientras sus manos devoraban su cuerpo.
Giró la cabeza para ver a su esposo durmiendo plácidamente a su lado, la lluvia nunca lo había molestado, de hecho podía recordar muchas veces cuando él le decía que la lluvia lo ayudaba a dormir mejor, que lo hacía sentirse tranquillo. Por más tranquillo que se miraba, Sara no podía resistir la tentación de realizar la fantasía de su sueño.
Sara movió su cuerpo para que estuviera más cerca de él antes de depositar un suave beso en su mejilla.
"Franco" susurró ella, empujando suavemente su brazo, esperando que se despertara.
"mi amor despierta" continuó, cuando notó que él fruncía el ceño mientras comenzaba a despertar.
"que tienes carino" pregunto franco, preguntándose porque su esposa lo había despertado en medio de la noche.
"¿Es la lluvia?" preguntó, sintiéndose un poco más despierto mientras giraba su cuerpo para mirarlo.
"No exactamente", respondió Sara, colocando un dedo en su clavícula antes de trazar una línea por la parte superior de su cuerpo antes de llegar a la cintura de sus boxers.
"¿Por qué no me explicas lo que quieres decir con no exactamente?" respondió Franco, entendiendo exactamente lo que ella quería. Franco siempre había sentido que tenían una conexión más allá de las palabras, ambos se entendían perfectamente y nunca tuvieron que aclararse nada.
Era algo que siempre le había gustado de su relación y especialmente en su vida privada. Nunca habían sido tímidos acerca de lo que querían.
"Bueno, estaba durmiendo" comenzó Sara "pero estaba teniendo un muy buen sueño hasta que la lluvia me despertó" terminó, dándole una sonrisa traviesa.
"¿Y de qué fue ese sueño tan bueno?" preguntó Franco, sabía de lo que estaba hablando por su apariencia sonrojada.
Sus ojos estaban más oscuros que de costumbre, muy similares a los que tenían después de hacer el amor y él sabía que la única otra vez que se veían así era cuando ella estaba pensando en él.
"Era sobre ti" Sara dijo antes de acercar su cuerpo a ella.
"Bueno. ¿Y que de mi exactamente?", preguntó Franco, notando cómo cambiaba la mirada de su esposa mientras ella admitía cuál había sido su sueño.
"Estábamos juntos en la cama" comenzó Sara, sintiendo como si sus mejillas no pudieran ponerse más rojas.
"Y" el insistió, queriendo que ella le dijera exactamente lo que había estado soñando aunque ya podía imaginar de lo que había sido.
Por esa misma razón, Franco acercó su cuerpo al suyo antes de depositar un suave beso en su boca.
"Vamos, mi amor, dime qué estabas soñando", le preguntó en voz baja, rozando su mano contra su brazo.
"Estábamos en la cama juntos y... estabas encima de mí. Podía sentirte entre mis piernas y..."
"y" la interrumpió, levantando su cuerpo de la cama para colocarse entre sus piernas.
"colocaste besos en mi cuello hasta que llegaste a-" Sara comenzó a sentir que Franco comenzaba a hacer tal como estaba hablando.
Su boca estaba contra su cuello en un instante colocando suaves besos en su cuello hasta que llegó a su oído donde chupó suavemente, soltando una suave risa cuando la escuchó parar de hablar.
Al igual que en su sueño, podía sentir que se mojaba más. Él siempre supo cómo hacerla sentir bien. "Mi amor, por favor" gimió moviendo sus caderas hacia arriba.
"Por favor qué" preguntó franco moviendo su mano hacia abajo hasta llegar a sus bragas.
"Creo que sabes exactamente lo que quiero que hagas" respondió Sara sintiendo su dedo rozar suavemente la línea de sus bragas.
"Ah, sí, ¿y si hago esto?" respondió franco, moviendo su pulgar sobre su clítoris, sintiéndola humedecerse mientras la frotaba a través del fino material de encaje.
"Bueno, creo que ambos podemos estar de acuerdo en que usted sabe exactamente cómo complacerme, señor reyes" gimió Sara.
Sin decir una palabra más, Franco hizo círculos con su pulgar más rápido viendo cómo se aceleraba la respiración de su esposa mientras ella movía sus caderas queriendo más fricción.
La sensación hizo temblar su cuerpo por el placer combinado cuando Franco comenzó a colocar besos en su clavícula antes de llegar a su pecho.
Él la miró y le dio una sonrisa traviesa antes de inclinarse y lamer alrededor de su pezón, dándole a cada uno la misma atención.
Cuando sintió que su mano tiraba de su cabello, Franco bajó la boca hasta su cintura, donde depositó besos húmedos antes de bajarle las bragas con los dientes.

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𝐒𝐚𝐫𝐚 𝐲 𝐅𝐫𝐚𝐧𝐜𝐨 | 𝐄𝐬𝐜𝐫𝐢𝐭𝐨𝐬
Romanceaquí hay algunas historias sobre la pareja favorita de todos de Pasión de Gavilanes. Envía recomendaciónes sobre lo que quisieran que escriba 🖤