Stiles está en una etapa dónde no quiere saber nada del amor dado a las pérdidas que ha tenido en su corta vida.
La mayoría de sus novias le han salido psicópatas y ordinarias. Sin omitir que algunas fallecieron en el intento de llegar a él y entrar en su círculo de amigos sobrenatural.
" He salido con muchas personas sin importarme su género, y por alguna extraña razón ya nada me satisface.
Necesito una distracción que me haga olvidar y sentirme imparable, decisiones decisiones, ¿Quién será mi siguiente víctima? "
Stiles salió de sus pensamientos al escuchar su celular sonar con insistencia.
- Tan oportuno como siempre, Hale. - siseo con fastidio, con un suspiró corto la llamada y siguió su camino
- Hola hermano, tanto tiempo sin verte. -escucho a su espalda, su cabello se crispo y su abdomen se contrajo. - ¿Cuánto a pasado? ¿100 años, quizás más?
Stiles volteo y con una sonrisa respondió.
- 250 años para ser exactos. -sonríe sin gracia- ¿Por qué estás aquí, Viktor.?
- Estoy aquí por tu culpa, nuestros verdaderos padres están muy preocupados por ti y me enviaron a buscarte. Pero claro eso a ti no te importa dado que hasta una familia falsa tienes. ¿Tus amigos ya saben quién eres? -le ve con decepción-, Eres una vergüenza para nuestra familia Ares. No eres digno de llevar su nombre, no eres digno de ser un dragón de hielo. - escupió con odio
"Stiles" lo miró con sorpresa, siempre fueron unidos pero ahora es lo opuesto. No sabía que decir en su defensa excepto percibir su envidia.
- Todo ese cariño fue una farsa, siempre me has tenido envidia y ahora estás aquí para destruir todo lo que he construido. - exclamó stiles
- ¡Estas loco! No eres más que un egoísta y narcisista, siempre creyéndote mejor que todos y haciendo aún lado a tu familia. -su odio era notable- Pero tranquilo, puedes seguir con tu patética vida "humana" hoy le diré a las tumbas de nuestros padres que te encontré y eres la peor decepción.
Stiles a penas pudo digerir sus palabras, no tuvo tiempo de hablar porque su hermano ya había desaparecido en los cielos. No podía creer que sus padres estuviesen muertos. Sintió un dolor tan profundo y soltó un grito tan fuerte que fue escuchado por todas las criaturas.
Despegó sus alas y cabalgo la lluvia, se dirigió hacia el océano para asegurarse de que todo era solo una broma de su hermano mayor. No era así, sus otros hermanos estaban fuera esperándo por él. Su hermana gemela lo veía con dolor por su traición, que un dragón elija a un humano sobre su propia raza es una traición.
- ¡Qué haces aquí!
- No tienes derecho!
- ¡Te odio! - esas palabras le dolieron aun más, su hermana su otra mitad lo odiaba y sentía su odio hacía él, los miró y asintió dándose vuelta para marcharse nuevamente.
No tenía palabras, sus hermanos lo odian y ahora ya no tiene padres, por lo que ve también tiene prohibido entrar al océano.
De sus labios lo único que salió fue un "lo siento" antes de marcharse, pero solo que esta vez sería para siempre.
Lo que él no sabía es que sus hermanos querían venganza, pero querían verlo sufrir lo suficiente y después verían si le perdonan.
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Solo el cielo oscuro era testigo de su tristeza y dolor, solo la noche lo veía llorar, solo las estrellas sabían la verdad y lo que estaba por venir.
