Stiles conoció al famosísimo Dean Winchester, quedó colado por él desde el primer día.
Era una pena, él no podía cruzarse en su camino.
Dean era un cazador y él era exactamente su presa.
" ¿Es esto amor a primera vista? " Se preguntó mirando al cielo
" Dean " susurró saboreando su nombre, " te amo y me duele." miro a la nada
Él se preguntaba que como era posible amar a una persona si nunca habían cruzado palabras.
Se negaba a creer lo que sentía, sabía que lo suyo era amor prohibido pero no se cansaría de cuidarlo a una distancia prudente, "sería su ángel guardián" aunque fuera exactamente lo opuesto a un ángel.
...
Dean empezaba a sentirse observado y eso le estaba molestando de una manera que le causaba disgusto.
No sabía el porque pero estaba seguro que ese que lo observa es su enemigo y le iba atender una trampa y después de interrogarlo acabaría con él.
Claro que lo haría.
...
Dean
Han pasado un par de semanas desde que me dediqué a descubrir a mi acosador profesional y resulta que no es más que un "estúpido" psicópata.
No es humano, es un sifón y matarlo no estará nada fácil. Odio a los de su especie y lo odio más por ser un hereje, lo odio aún más por gustarle.
─ Di que también me odias aún más porque el sentimiento es mutuo. ─ escuché una voz delicada a mi espalda, di un salto poniéndome a la defensiva.
─ Genial, lo que me faltaba. ¿También lees la mente? ─ siseé furioso sacando mi espada
─ Si, ¿vas a matarme? ¿Oh primero vas a coger conmigo? ─ sonríe burlón
Por un instante sentí que la sangre me subió a la cabeza, sus palabras me distrajeron y lo último que sentí fue su magia golpear mi sien.
Maldito sifón.
Horas más tarde...
Desperté en un cuarto desconocido y atado a la cama completamente desnudo, traté de soltarme pero era imposible. Mi vista cayó en un sofá que era cubierto por la oscuridad, solo entonces me percaté que es de noche y la única luz que entra es la luz de la luna.
Pude distinguir su silueta, sentando en el sofá con una copa en la mano más no podía ver su rostro pero sabía que se estaba burlando de mi, el gran cazador fue cazado por un sifón.
─ Suéltame maldito imbecil. ─ grité
─ Puedes gritar todo lo que quieras, hechice está habitación y nadie podrá escucharte y menos podrán rastrearte. En este momento esos estúpidos ángeles están caminando en sentido contrario. Dando vueltas como trompos sin llegar a su objetivo, "que pena" ─ río con desagradó
─ ¿Qué quieres de mí?
─ Quiero tu amor, quiero que me ames como yo a ti. Porque si no eres mío no serás de nadie. ─ dicho esto se levantó del sofá y camino hacia mi dejando ver su desnudez.
Nunca me sentido atraído por un hombre pero eso no quiere decir que este ciego, el joven es atractivo y cualquier chica estaría orgullosa de estar en mi lugar con este semental pero ese no es mi caso.
─ No soy gay, idiota.
─ ¿Así? Pues espero que cuando tengas esta bien adentro sigas pensando lo mismo. ─ río burlón
Mi cuerpo tembló por sus palabras, su mano empezó a tocar mi pene. Sus caricias aumentaban, sus labios succionan mi pezón, lo muerde y jala con delicadeza haciéndome temblar. Trato de no gemir y sentir repulsión por esto pero mi mente es un completo caos.
─ Déjame ir y te prometo que no te mataré. ─ gruñó molestó
─ Hay cariño, te conozco lo suficiente como para saber que mientes. Esas promesas se las hicisteis a muchas criaturas y terminaste cortando su cabeza.
─ Juro que voy a matarte.
─ Yo juro que voy a darte mucho placer y te haré gritar mi nombre, por cierto me llamo Stiles. No más digo para que sepas que nombre gritar cuando te este abriendo completito. ─ en un rápido movimiento le dio vuelta a mi cuerpo
Ya no tenía las sogas pero él estaba usando un hechizo de retención y por ende no podía hacer nada que él no quisiera.
Sus dedos empezaron a penetrarme, gemir por el dolor. Sentí su pene jugar con mi culo y deslizar de arriba abajo, sus manos empezaron azotar mis nalgas mientras sus dedos perforan mi entrada y su pene golpea mis testículos.
"Agh" gemi sin poder evitarlo
Escuché su maldita sonrisa de triunfo.
Maldición, no soy gay pero tampoco soy de hierro, puedo sentir estás nuevas sensaciones que me hacen estremecer por completo.
─ Que rico estás, que afortunado soy por ser el primero en profanar su virtud. ─ susurro en oído y mordió mi oreja
Por más que tratará de recuperar mi cuerpo de su hechizo me era imposible, su poder era superior al de los Ángeles, lo sabía con certeza. Ni siquiera ellos me habían podido someter con su magia por el tatuaje de protección.
Sentí colocar su pene en mi recto y embestirme de un solo, grité por el dolor y la sorpresa de ser violado por un hombre tan joven y con tanto poder, donde quedó mi nombre que hacía temblar a todas estas criaturas.
─ Agh, si, que culo más rico, aaah! ─ empezó a moverse usando su velocidad vampírica lo que provocaba que yo gritará de placer, el dolor que sentía había quedado en el olvido y lo único que quería era que me diera más duro y que no se detuviese.
─ Maldito sifón, ─ grité entre gemidos, lo único que escuché fue su risa
Sus testículos golpeaban fuerte los míos, creí quedar sin descendencia por tal agresión en esa zona, sus gemidos se volvieron bestiales y entre gemidos me decía cuanto me amaba, su confesión me tomo por sorpresa, no solo se me confesó si no que también se delató el tiempo que lleva tras de mí.
Sentí que los minutos se hacían eternos, esa noche me tomo como quiso me hizo lo que quiso y lo disfrute. Aún sigo cautivo, y cada segundo qué pasa lo conozco aún más, no hay día que él no me haga el amor y me diga que soy suyo y que me ama.
Aunque quiero quedarme no puedo, mi hermano debe de estar preocupado, estoy seguro que no ha dormido por estarme buscando. Necesito irme necesito escapar para decirle que estoy bien, pero sé que no puedo hacerlo, cómo puedo salir cómo puedo luchar contra su magia cómo puedo luchar contra lo que siento.
Creo que me estoy enamorando de este sifón con cara de ángel.
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