𝐒𝐮𝐫𝐫𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫. ᵒⁿᵉ ˢʰᵒᵗˢ

59. Mini Shipps

── No me gusta la lluvia. ── se quejó la coyote

Cada integrante tenía su protesta acerca del clima, todos aman la lluvia pero está vez era lo contrario.

── Sus criaturas internas quieren tomar el control de sus mentes. ── advirtió Stiles quien hasta el momento se había mantenido en silencio escuchando protestar a sus amigos.

── Es un presagio. ─"susurró la Banshee"─ No debimos venir aquí, estás no son las vacaciones que tenía en mente. ── se quejó mirando por la ventana sin siquiera mover la cabeza o un solo músculo.

── ¿Vamos? Esto es solo lluvia par de cobardes. ── ladro Peter

Stiles estaba de acuerdo pero no quería opinar y menos le daría la razón a Peter, obviamente ese gusto no se lo daría aunque estuviera de acuerdo.

── No me gustan los relámpagos, cada vez que llueve me recuerda a la casería salvaje. ─"suspiró, su cuerpo tembló por lo helado del clima; sé abrazó así mismo y su novio al ver lo afectado que él se encuentra decidió besar sus labios"─ Gracias mi cielo, no quiero que eso regresé. No quiero perderte.

── Tranquilo amor, es solo lluvia. Además no estamos en la ciudad del peligro. (Beacon Hills) ── aclaró con ternura

Mason y Corey de momento eran la pareja perfecta, Stiles se sintió celoso al ver ese gesto tan bonito, él quería un amor igual sin importar su género.

"Que idiota soy, por qué debería importarme el amor cuando ya lo tengo todo." Pensó, hasta él se sorprendió por sus pensamientos tan egoístas

Todos estaban sumergidos en sus recuerdos que no se percataron que la tormenta caía con más fuerza. Stiles levantó la cabeza al sentir una extraña sensación, sentía que alguien lo veía con transparencia.

"Genial ahora estoy alucinando" se quejó molestó,

── Relajen el dulce. ── pronunció Stiles, él se levantó para ir al baño a lavar su rostro pero a medio camino la luz se cortó,

Todo pasó tan rápido, la cabaña se iluminó por un fuerte relámpago, la manada ahogó un grito de horror al ver dicha figura que había sido iluminada.

Lo siguiente que venía eran gritos de todos lados y golpes al azar, Stiles podía escuchar a sus amigos forcejeando con la puerta. Está simplemente no accedía abrir, Lydia empezó a llorar de miedo, su cuerpo temblaba en los brazos de Jackson.

¿Jackson?

Jackson está en Londres junto a su pareja Ethan.

La manada la tenía fácil al poder ver en la oscuridad pero los humanos no podían hacer mucho en tal situación.

"Carajo, que es lo que está pasando. ¿Cuándo regresó Jackson? Por que siempre soy el último en enterarme. ¡Adolescentes!, Ya no respetan a los mayores" Gruñó Derek

Otro relámpago que alumbró toda la sala, todos ahogaron un grito al ver muchos cadáveres colgando del techo.

La manada rugió en forma de amenaza pero eso no sería suficiente, muy en el fondo lo sabían. Cada criatura cuidaba de un humano mientras que el resto trataba de abrir puertas y ventanas, el resultado era nefasto.

Stiles por su parte se había ocultado detrás de las escaleras, él vió algo que lo dejó en shock. No podía creer pero a estás alturas ya nada era imposible.

"Ly, tenía razón. Está fue una muy mala idea venir aquí. Debimos quedarnos en casa, no quiero morir así." Pensó con dolor, sus lágrimas rodaban por sus mejillas

Stiles había olvidado un dato importante, él ya no debía ocultarse, no debería de temer por su vida, ¿Acaso olvidó que ahora es inmortal? Sí, Stiles es hijo de Asmodeus y hermano de Magnus Bane, lo descubrió al cumplir los 17. El sello en su magia estalló al momento de sacrificarse para encontrar el nemetón. Con ello no solo volvió su magia si no también sus recuerdos, le dolió mucho descubrir la verdad pero esa era su vida y no va a permitir que alguien más juegue con su mente, él quiere vengarse.

── ¿Todos están bien? ── preguntó Scott

Ellos obviamente podían ver lo que ahí había pero no decían nada para no asustar más a las chicas y los chicos.

Malia gruñía a cada segundo, Allison deseaba poder ver lo mismo pero lamentablemente no tenía esa capacidad. Por muy cazadora que sea aún seguía expuesta en situaciones como estás.

Lydia gritó al percatarse quien la sostenía en brazos, ese no era Jackson.

El enemigo estuvo todo el tiempo a su lado y nadie sospecho, esa cosa ya no tenía la apariencia de Jackson, él había cambiado por completo, de su espalda salían dos alas puntiagudas.

Lydia le gritó fuerte haciendo chillar a la criatura, la manada aprovechó el momento y atacó con todas sus fuerzas. Stiles veía con horror como ellos peleaban con un caballero del infierno.

"Ese demonio está aquí por un objetivo, Lydia o jordan. " Susurró para si mismo

Stiles susurró un hechizo causando que el cristal de las ventanas estallen.

"Es lo único que puedo hacer por ellos, nadie puede saber mi secreto." Pensó antes de levantarse y salir por la ventana que está a su izquierda. Jamás llegó a pensar que él sería capaz de abandonar a sus amigos en tal situación de vida o muerte, pero en todo caso él era el verdadero Stiles.

El caballero del infierno gritó al sentir las garras de esos lobos, los humanos lloraban por el miedo que los tenía sometidos, querían escapar pero cada paso que ellos daban era eterno.

Los golpes iban y venían, Erika y Malia se aseguraban de sacar a los humanos de la casa, las chicas gritaron que todos ya estaban fuera y uno a uno abandonaba la pelea para ir saliendo hasta que el último quedó.

── Vayanse sin mi, lo detendré más tiempo. ── gruñó Derek, él siguió luchando pero entonces paso algo extraordinario, una luz blanca lleno todo el bosque y la casa, la criatura se volvió cenizas y el resto sufrió grabes heridas excepto los humanos.

Stiles había liberado su poder, nadie sabrá que fue él quien los salvó a todos y por lo tanto debía irse, él debía desaparecer de sus vidas por siempre.

── Me hubiese gustado quedarme un poco más, sobre todo me hubiese gustado poder conocerte bien, Liam Dunbar. ── susurró con pesar

Un portal se abrió y por el desapareció, solo dios sabe hacía dónde él fue y que será de él ahora.

La luz volvió y solo entonces se percató de algo importante, Stiles no estaba con ellos, el lazo de manada sé había roto, solo significaba una cosa, él había muerto, su cuerpo había desaparecido.

Los chicos aullaron con dolor, su perdida era dolorosa, Liam chilló al sentir un vacío en su pecho, abrió mucho los ojos al percatarse de tal detalle, Stiles era su compañero.

Sus ojos azules se llenaron de lágrimas, todo este tiempo lo tubo tan cerca y no pudo reconocerlo. Se culpó así mismo y se odió con magnitud, el resentimiento es algo que también mata.

¿Quieren una segunda parte?