96. Staiden

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Aiden logro sobrevivir al atentado del nogitsune, poco a poco se fue recuperando pues lo dejo en coma por 5 meses, durante ese periodo Stiles lo cuidó y estudió en línea para no separarse de él en ningún momento.

Aiden podía escuchar todo más no moverse, no podía abrir los ojos simplemente podía pensar y escuchar y aunque eso fue una tortura para él la presencia de Stiles lo conformaba.

Durante ese proceso Lydia no demostró gran importancia y los únicos que estuvieron a su lado fué su hermano y Stiles, claro Derek también estuvo ahí pero no era frecuente por sus deberes como alfa.

Por las noches Stiles leía para él oh tocaba algún instrumento oh simplemente cantaba para él. Sabía que él lo hacía porque sentía culpa y aunque todo empezó así jamás se imagino volverse un adicto a Stiles.

Desde que despertó y salió de todo ese proceso de recuperación él siguió al lado de Stiles, simplemente no podía vivir lejos de él y eso no era normal según Deaton. Eso a Stiles no le incómoda porque de alguna forma inexplicable él se sentía completo al lado del beta.

«“Stiles me gusta mucho, jamás imaginé que un hombre podría llamar mi atención como él lo hace. Estoy seguro que de hecho no me gusta ningún otro hombre, solo me gusta él y lo quiero conmigo.”» pensó

— Aiden — él levanta la mirada y una sonrisa se forma en sus labios

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— Aiden — él levanta la mirada y una sonrisa se forma en sus labios

— ¿Hace cuánto estás ahí? — pregunta, haciendo referencia de cuánto tiempo lleva observándolo

— El tiempo suficiente como para darme cuenta que no puedo estar sin ti. – sé a sinceró –. Aiden, no soy gay ni siquiera sé si soy bisexual pero lo único que sé es que me importas y no soportaría verte en otros brazos.

Aiden camino hasta él.

— Stiles, es precisamente lo que yo siento por ti. Creo que somos compañeros y nuestro vínculo se formó desde el primer instante que ambos morimos por leves minutos. Te quiero conmigo Stiles, por favor no dejemos ir este hermoso regalo que la luna nos brindó. Yo quiero compartir todo contigo y no quiero estar sin ti.

Se tomaron de la mano y tras unos segundos se unieron en un bonito abrazo. Aiden era mucho más alto que él pero sus cuerpos encajaban a la perfección, una felicidad inexplicable se instaló en su pecho y lo único que desearon era quedarse así de por vida.

𝐒𝐮𝐫𝐫𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫. ᵒⁿᵉ ˢʰᵒᵗˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora