- cuando estás sonriendo el mundo entero sonríe contigo, cuando estás riendo, el sol brilla, pero cuando estás llorando atraes a la lluvia, así que deja de suspirar y se feliz de nuevo -
- quedate - la voz de T/n retumbaba como si fuera eco - no te vallas, quedate... Todo está bien, estarás bien
La imagen de ella viéndome fijamente se repetía, tenía sangre escurriendo de su frente, y sus ojos estaban llenos de lágrimas que bajaban por sus mejillas.
- James Barnes, edad no establecida - oía algunas voces de lo que parecían paramédicos - heridas de bala en espalda, pecho y piernas, posible perforación de pulmón, perdió mucha sangre
Todos corrían conmigo, lo sabía porque el techo pasaba a gran velocidad frente a mis ojos.
- estarás bien, solo quédate - T/n pasaba su mano por mi cabello
Sonreí al verla, al sentirla, era con lo único que había soñado estos tres largos y dolorosos años
- ¡No,no,no,no James, no cierres los ojos! ¡No! - fue lo único que logré escuchar
Quería hacerle caso, quería seguir viendo su hermoso rostro, pero me sentía cansado, muy cansado, solo quería que todo dejara de doler, tener solo un minuto de paz.
T/n.
Apenas la camilla desapareció entre los pasillos mis piernas flaquearon y terminé mal sentada en el piso tratando de asimilar que acababa de pasar.
Flashback.
- ¡Steve! ¡Sam! ¡Alguien ayúdeme! - escuché los gritos de mi papá
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Termine de destruir todas las naves de thanos cuando lo escuché, Wanda lo tenía sometido y los demás ya les iban ganando a los pocos soldados que le quedaban.
- ¿Que paso? - aterricé frente a mi papá
Emma estaba abrazada a él mientras lloraba, ahí me quite un peso de encima, mi hija estaba bien.
Pero papá me veía angustiado, me señaló con la mirada hacia atrás de él, mire por encima de su hombro y mi corazón se detuvo.
- no - negué mientras caminaba hacia allá - no, no es cierto
James... Mi James estaba desvanecido en el suelo por completo, la sangre escurría de su cuerpo y sus ojos estaban totalmente cerrados.
- ¡James! - corri hacia el - ¡James!
Lo moví para acomodarlo en mis piernas
- ¡Ayuda! ¡Ayúdenme por favor! - empecé a gritar desesperada - ¡Ayúdenme! ¡Llamen a una ambulancia! ¡Alguien!
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