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- ¡Llama al doctor! ¡Llama al doctor! — la pelinegra empujó al capitán

Rogers salió corriendo mientras gritaba que vinieran rápido, ella aferró su mano a la del hombre que no se movía para nada.

A los segundos regreso Rogers, con un hombre alto de bata blanca detrás de el, y un par de enfermeras que seguían al médico.

- por favor salgan — pidió el médico mientras se acercaba a James

- No, pero ¿que tiene? — ella se estaba hartando de que siempre la corrieran

- Salgan — ordenó mientras las enfermeras los empujaban

T/n.

¿Han pensando en que es lo peor que les puede pasar? Algo de lo que están consientes que en algún momento deberá pasar pero que aún asi saben que cuando pase no estarán listos y los destruirá.

Bueno yo si tenía la mía, y era esto.

verlo ahí, acostado, sin fuerzas, luchando por su vida, por abrir los ojos, por respirar, por estar aquí...

Y de repente ver cómo parecía que ya no podía.

Mientras el estuvo conmigo mis pesadillas se basaban en otras cosas, recordar mi pasado, llorar por los malos momentos y por las vidas que me obligaron a terminar, pero cuando despertaba estaba el, con un rostro de precaución, sujetando mi cara entre sus grandes manos para hacerme despertar, sabía cómo calmarme, el solo me envolvía en sus brazos y todo desaparecía

Pero ahora ¿Quien me calmaba? El estaba ahí, acostado, siendo egoísta porque yo lo quería aquí conmigo y el simplemente no se dignaba a abrir los ojos, como si el hecho de dejarme sola no le importará

Todo se torno oscuro con el paso de los días después de que lo trajimos al hospital, las esperanzas eran mínimas pero aún así yo me enojaba al más pequeño comentario que pedía que me rindiera, pero lo hacía porque yo tenía la razón, si el quisiera morir no estaría ahí acostado, estaría en un cementerio, así que mientras estuviera aquí no quería que nadie me dijera que lo dejara ir, esta era una lucha de ambos, el luchaba por sobrevivir y yo luchaba por mantener la fe.

Le llore, claro que le llore, todas las noches mientras lo amenazaba con no dejarme, sujetaba su mano y le ordenaba que se quedará

Ese día creí que no soportaria, su pecho se alzaba con cada descarga, y su cuerpo se dejaba caer como si ya nada lo atara a este mundo.

El monitor no daba otro sonido más que ese repetido bip que se expandía como si no fuera a acabar jamás.

Cerré los ojos con fuerza deseando que todo acabará, que me dejara de pasar esto a mi, prometí que cambiaría, que sería mejor, prometí todo esperando que alguien me estuviera escuchando y tuviera piedad de mi.

Por fin el sonido paro, abri los ojos con la peor desesperanza, sentí como me llenaba de coraje, ¿Porque nadie me escucho? ¿Porque todo parecía irse a la mierda siempre? ¿Porque yo no merecía ser feliz?

Un nuevo sonido empezó a salir, un constante bip, bip, bip que se escuchaba tranquilizador, varias enfermeras entraron a la habitación pero con una cara diferente, como si sólo fuera un paciente con un poquito de gripa...

Dos días después me encontraba frente a la misma puerta de la habitación, el número 171 resaltaba de la madera, Steve estaba detrás de mi pero nisiquiera su presencia parecía poder móvilizarme.

Cuando sentí que mi cuerpo por fin reacciono di un gran trago en seco y puse mi mano en la perilla.

La puerta se abrió lentamente y por fin empecé a caminar para entrar, las piernas me temblaban y las manos me sudaban, las frote contra mis muslos y cerré lentamente la puerta detrás de mi.

¿Que podía decir para empezar? "¡Hola, cómo estás! ¿Ya despertaste?".

No, se escucharía muy estúpido

"¡Hola, que gusto verte!".

No, muy casual

"Hola, recién me enteré que estabas en el hospital ¿Que tal todo?".

Se oía mejor, un poco menos interesado, como si siguiera enojada con el.

Me pare en seco justo a media habitación, se me había olvidado que iba a decir

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Me pare en seco justo a media habitación, se me había olvidado que iba a decir

Mi mente quedó en blanco apenas lo vi, solo me pude concentrar en sus ojos celestes que acababan de conectar con los míos, su carita inocente reflejaba incredulidad, como si no esperara que llegará, por un momento me espante, creí que podía ser como en esos dramas dónde uno entra en coma y cuando despierta resulta que ya perdió la memoria.

Pero no, ese pensamiento se esfumó cuando me dio una tierna y tímida sonrisa, la cual siempre fue mi debilidad.

Corrí los más rápido que dieron mis piernas antes de que flaquearan y me deje caer en su regazo, mal apoyando mi cabeza en su hombro, tratando de inhalar toda su fragancia, esa que solo huele cuando estás vivo, ese aroma peculiar que caracteriza a cada uno, ahí estaba de nuevo, como si su cuerpo dijera "ey, tranquila, ya estoy de vuelta"

- no te vuelvas a ir — le susurré despacio y con miedo, está vez no como amenaza si no más bien como súplica — sentí que me moría

- muñeca — su voz, maldita sea, su voz, nisiquiera la recordaba pero ahora parecía que alteraba mis sentidos — no, no merezco que estés aquí

- solo cállate y abrazame — susurré

- pe-pero — trato de hablar

- shhh — hize que una bolita pequeñita de energía amarilla pasará por sus labios

Se quedó estético unos segundos, hasta que por fin dejo pasar su mano por mi espalda, acariciándola levemente

- también te extrañe — hablo justo en mi oído

Iron Shadow.
...

Iron Shadow

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Holaaa.

Primero que nada quiero ofrecerles una disculpa por no actualizar, la verdad es que estos días han sido un completo desastre, apenas y eh tenido tiempo para dormir y no traigo los mejores ánimos.

Ahora que ya todo se está calmando un poquito pude actualizarles y prometo ya empezar a escribir los siguientes capítulos.

Muchas gracias por ser pacientes.

Les amo. <3

𝙄𝙧𝙤𝙣 𝙎𝙝𝙖𝙙𝙤𝙬.𝚜𝚎𝚌𝚘𝚗𝚍 𝚋𝚘𝚘𝚔 (Bucky Barnes y tú.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora